AUTOR: ROLANDO HINAJOSA.
Mientras que México vive un nuevo rumbo en el mercado energético, grupos de interés en Estados Unidos presionan a su gobierno para que mantenga vigente la prohibición de exportar crudo.
En los últimos meses, el contraste en la dirección regulatoria que han tomado los sectores energéticos de México y de Estados Unidos se ha vuelto más notorio.
Mientras que el Gobierno de México puso fin al monopolio de 76 años que Pemex había tenido sobre la producción petrolera, y ahora permitirá a la inversión privada explotar, e incluso exportar hidrocarburos, en Estados Unidos sigue en vigor una prohibición, vigente desde 1975, a la exportación de productos petroleros no-refinados.
Así, mientras que el gobierno mexicano ha buscado mayor apertura en el sector energético, el estadounidense se ha dedicado a mantener una importante barrera a la apertura total del suyo.