AUTOR: RODRIGO VERA (FRAGMENTO)
No resolverán el hacinamiento, las violaciones a los derechos humanos ni la corrupción. No resolverán nada pero ya están funcionando y son un buen negocio. Tanto así que ya invierten en ellas empresarios como Carlos Slim, Olegario Vázquez Raña o las familias Quintana y Hank. Se trata de las cárceles privadas. Son ilegales, pues la Constitución determina como función del Estado el manejo de las prisiones, pero cada vez habrá más de ellas, sobre todo en la medida en que vaya en aumento el número de internos.
MÉXICO, D.F: El criminólogo Martín Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, advierte: “La privatización de las cárceles mexicanas no resolverá el problema del hacinamiento, la sobrepoblación y la violación de los derechos humanos en nuestras prisiones.
A final de cuentas seguirá en aumento el número de reclusos debido a la política de mano dura, a las leyes cada vez más punitivas y a la guerra contra el narcotráfico que emprende el gobierno mexicano”.