AUTOR: JENARO VILLAMIL.
Pese a la defensa del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien asegura que el presidente Enrique Peña Nieto “no trabaja encuestas en mano”, lo cierto es que el primer mandatario sí destina millones de pesos para autopromoverse –en dos años habrá ejercido más de 9 mil millones de pesos según proyecciones de Fundar– pero ni así repunta su devaluada imagen. La paradoja es clara; pese al dispendio, la lluvia de spots, infomerciales, entrevistas, e incluso su singular artículo sobre el “nuevo México”, el mexiquense simplemente va a la baja.
MÉXICO, D.F: Rehén del manejo de las percepciones y adicto a la pantalla televisiva, Enrique Peña Nieto llega a su segundo año de gobierno atrapado en una paradoja: las 11 reformas legislativas que más presume en una decena de spots que inundan los medios electrónicos tienen una aceptación menor al 50% en casi todas las encuestas y su popularidad como mandatario va a la baja.
A mayor número de spots, deinfomerciales disfrazados de entrevistas en programas de espectáculos o de talk shows colectivos como el programa Conversaciones a Fondo, conducido por el director del Fondo de Cultura Económica, menor es el nivel de aceptación de los mexicanos encuestados sobre el “ciclo reformador” del Peña Nieto en sus dos años de gobierno.