AUTOR: CARLOS ACOSTA CÓRDOVA.
Desde los años setenta cada presidente entrante era recibido con una crisis económica. Las hubo de todos los calibres y, aun así, las catástrofes se sortearon y mal que bien hubo crecimiento económico. Durante su campaña Enrique Peña Nieto criticó duramente a los gobiernos panistas, incapaces de crecer a tasas relevantes, y prometió que él cambiaría esa tendencia. Al mexiquense no lo recibió, como a sus antecesores, un terremoto financiero, pero ni así, en sus casi dos años de gobierno, ha mejorado la situación: no crecemos, no hay más empleos, no hay mejores ingresos…
MÉXICO, D.F: Durante los casi tres meses de su campaña electoral –del 30 de marzo al 27 de junio de 2012–, el candidato priista a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, no se cansó de fustigar a los gobiernos panistas, así fuera elípticamente, por el mediocre comportamiento de la economía del país en los últimos 11 años.
Que era una vergüenza que el crecimiento anual no llegara siquiera a 2% en promedio, decía, y comparaba con otros países de América Latina que habían crecido entre 6% y 9%, como Perú, Brasil, Argentina, Chile y Colombia.