AUTOR: RODRIGO VERA.
MÉXICO, D.F: Lo que no ha podido verse en la historia de la humanidad lo acaba de conseguir el SAT: unió a cristianos, musulmanes, judíos, budistas e hinduistas indignados por las exigencias del organismo fiscal, que les pide cuentas claras de los dineros que manejan, incluidos los diezmos.
Los dirigentes de esas expresiones religiosas alegan que sus organizaciones no tienen infraestructura para hacer lo que les pide Hacienda. Aparentemente ésta busca poner orden en un ámbito en el cual no son extraños los negocios turbios donde de plano fluye dinero del crimen organizado.
Alegando “incapacidad técnica y humana”, las iglesias asentadas en México emprendieron un movimiento de rechazo a las recientes medidas del Sistema de Administración Tributaria (SAT) que las obligaría a reportar electrónicamente sus operaciones fiscales a partir del 1 de enero de 2015.
Mediante boletines y declaraciones a los medios, obispos y cardenales de la Iglesia católica así como pastores de las evangélicas son los principales cuestionadores de las autoridades hacendarias por esta medida.