AUTOR: SERGIO CABALLERO (REPORTAJE ESPECIAL)
La isla quintanarroense de Holbox es el centro de un conflicto entre ejidatarios y un consorcio que pretende establecer ahí un desarrollo turístico de altos vuelos. Península Maya Developments ha recurrido a jugadas sucias: con engaños se apoderó de la asamblea ejidal y despojó de derechos agrarios y de parcelas a los tenedores originales de la tierra; con violencia evitó que los comuneros se defendieran del saqueo y para rematar acusó a algunos de ellos de delitos ambientales, cuando el complejo hotelero se asentará en un área natural protegida. Y las autoridades no acudieron en auxilio de los holboxeños, sino al contrario.
CANCUN, QR: Desde hace años la isla quintanarroense de Holbox es escenario de una desigual confrontación entre los ejidatarios locales y el grupo Bepensa –embotellador de Coca-Cola en la Península de Yucatán– y la inmobiliaria Casas ARA, asociadas para levantar ahí un desarrollo turístico.
En esa intensa batalla legal y política por la posesión de más de 12 kilómetros de playa están implicados un centenar de ejidatarios, por un lado, y por el otro, el consorcio Península Maya Developments (PMD), que reúne a Fernando Ponce García y su yerno Ermilo Castilla Roche, de Bepensa, y Germán Ahumada Alduncin, de ARA.