AUTOR: JONATHAN ÁVILA.
En los tiempos en que surge una iniciativa para evitar la violencia infantil, las cifras de prostitución, pornografía y abuso sexual de menores encienden las alertas en el país. Hay focos rojos como Puerto Vallarta, uno de los destinos turísticos más asediados por criminales internacionales.
En el caso de Jalisco, el abuso sexual, la pornografía, la prostitución, la corrupción y trata de menores ha llegado a cifras importantes que en los últimos dos años deberían de llamar la atención de las autoridades para las que, según académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la infancia es “invisible”.
Casos como el del pederasta estadounidense, Thomas White, quien vivía en Puerto vallarta, mostraron a la sociedad una nueva cara de la violencia contra menores en el estado.