“No se sabe aún qué pasó con los estudiantes desparecidos desde el 26 de septiembre en Iguala (…) Es probable que hayan sido secuestrados y asesinados por policías corruptos trabajando con bandas criminales y con el Alcalde. Lo que sí sabemos es por qué las desapariciones ocurrieron: porque los perpetradores pensaron que no tendrían consecuencias”, dice el artículo publicado en la sección de opinión del medio británico.
“Este es un cálculo generalizado dado el estado de la impunidad en México. El año pasado, por ejemplo, sólo .5 por ciento de los crímenes registrados en México recibieron algún castigo. Dado esto, es incluso notable que la criminalidad no sea más alta”, agrega el artículo.
Este posicionamiento se suma a otros publicados en los últimos días por medios internacionales que, a propósito de la crisis en Iguala, también han cuestionado al gobierno de Enrique Peña Nieto.
En coincidencia, publicaciones como The New York Times, The Economist o The Independent han advertido que la criminalidad evidenciada con la desaparición de los estudiantes contrasta con la imagen de modernización económica que trató de proyectar Peña Nieto en sus primeros dos años en la Presidencia.
“Desde que asumió la presidencia, Peña Nieto dejó de hacer énfasis en la narrativa de su predecesor sobre una guerra de México contra el crimen organizado. En su lugar, se enfocó en empujar, a menudo con habilidad política considerable, un paquete de reformas económicas históricas. Este cambio en la marca redondeó la imagen de México en el exterior, y deleitó a los inversionistas que vieron en el país un caso raro –junto con India e Indonesia- de cambios económicos radicales”, dice el artículo de FT.
“Pero tristemente –continúa el texto- las viejas realidades se han inmiscuido. La desaparición de 43 estudiantes el mes pasado a sólo 125 kilómetros de la capital se ha convertido en un potente recordatorio de la anarquía mexicana y ha provocado clamor público. La forma en la que Peña Nieto lidie con este asunto puede muy bien definir su presidencia”, agrega.
FT advierte también que, si bien la debilidad del Estado de Derecho en México no ha detenido a la fecha las inversiones, la crisis de Iguala sí tiene repercusiones económicas.
“Ha cristalizado la inquietud de los mexicanos acerca del aumento en la inseguridad. De acuerdo con una encuesta mensual del Banco Central, analistas privados consideran ahora que la seguridad es el problema número uno de México. Hace dos años, se encontraba en el octavo lugar”, dice el artículo.
“Una razón puede ser la falla de Peña Nieto para empujar la incipiente reforma judicial, tal vez porque podría haber destacado las deficiencias legales que podrían haber impedido las inversiones. Sin embargo, el Estado de Derecho necesita estar en el centro de la agenda económica si se quiere que ésta sea exitosa, y no un ‘lindo’ elemento adjunto”, agrega.
Financial Times cuestiona también el hecho de que Peña Nieto se haya referido a la crisis de Iguala como un problema local en un principio, y que no haya acudido a la zona de los hechos, lo cual, dice, agrega otro grado de incertidumbre a la política interna del país de cara a las elecciones federales intermedias del año que viene.
Al final, el artículo alude al refrán porfiriano que dice “pobre México, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de Dios”, para señalar que, si bien el vecino del norte tiene registros de abuso policiaco, el secuestro de estudiantes por un grupo armado en un país rico en petróleo pero sin seguridad y con una tradición de corrupción, más bien, recuerda las acciones del grupo islamista radical Boko Haram en Nigeria.
“Es una comparación que Peña Nieto, un presidente con mayor conciencia de cómo las percepciones pueden moldear la realidad, necesita cambiar”, cierra el artículo, titulado “México batalla en su lucha por el Estado de Derecho”.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/21-10-2014/1148621.