El Municipio de Guadalupe se adelantó en homologar su reglamento de Tránsito con la Ley para la Prevención y Combate al Abuso del Alcohol y está pagando las consecuencias.
Y es que al aprobar sin un previo análisis jurídico y sin someter a consulta la nueva ley, ese Municipio es vulnerable a cualquier amparo porque no puede aplicar su propio Reglamento de Tránsito.
Ya están en ejercicio de ley sus nuevas reglas, pero carece de conceptos y figuras establecidas en él.
Por ejemplo, no sabe a qué se refiere con trabajo comunitario y no ha definido legalmente el término “voluntaria intoxicación”.
Tampoco tiene personal capacitado y certificado para cumplir con la disposición de “rehabilitar” al conductor ebrio, o de “concientizarlo” sobre manejar bajo la influencia del alcohol.
El alcalde de Guadalupe, César Garza, reconoció que actualmente no están aplicando la sanción de trabajo comunitario establecida en la nueva ley y en su reglamento de Tránsito recientemente homologado.
“Ahorita se está privilegiando con sólo la detención del vehículo y multa económica.
“Y no estamos aplicando los trabajos comunitarios”, dijo el munícipe, aunque en la ley se establece que una sanción puede ser conmutada con una labor en beneficio de la comunidad.
En la ley, los ayuntamientos están obligados a impartir programas para la prevención en el uso del alcohol, pero en Guadalupe aún están en la etapa de preparar el esquema para hacerlo.
“Son programas que se deben establecer, y que aún no están establecidos, son programas que se deben manejar a través de la dependencia, como prevención del delito y el propio departamento de psicología del DIF”, aseguró Garza.
Una investigación de Reporte Indigo indica que Guadalupe es el único municipio que ha publicado en el Periódico Oficial la homologación de su Reglamento de Tránsito con la nueva Ley para la Prevención y el Combate al Alcohol del Estado, pero con varios huecos jurídicos.
Primero, ni siquiera convocó a una consulta ciudadana.
El gobierno de César Garza también utiliza la terminología ambigua en su Artículo 40 Bis.
“La conducción de un vehículo automotor en estado de Voluntaria Intoxicación, que afecte la capacidad de manejo...”, dice.
El significado de la palabra intoxicación es: “Reacción fisiológica causada por un veneno, o por la acción de una sustancia tóxica o en mal estado; el tóxico puede introducirse oralmente o a través de los pulmones o la piel”.
Otra de las nuevas disposiciones es que, al solicitar la licencia de conducir, los automovilistas deberán sujetarse a un curso de manejo, en el que se les proyectarán videos que podrían ser traumáticos: De accidentes viales.
Al ser cuestionado César Garza sobre dónde y cómo se aplicaran estas nuevas medidas, como los programas de trabajo comunitario, la concientización a los infractores y dónde se llevaran a cabo las pruebas de manejo, el alcalde dijo que aún no lo tienen definido.
“Mira, a través del área de Prevención del Delito estamos preparando un programa de pláticas y conferencias en menores infractores, para las personas que conducen en estado de ebriedad”, informó.
“Las personas que conducen en estado de ebriedad y que tengan cierto nivel de cultura que les permita dirigirse a las demás personas, que paguen con trabajo comunitario de compartir su experiencia, de cómo la mala influencia de conducir alcoholizado puede traer graves consecuencias”, añadió el alcalde.
Por lo pronto, el dinero que se recabe de las multas por conducir en estado de ebriedad, no será destinado a los programas de sensibilización de las personas en el consumo del alcohol, como lo refiere la ley.
Y en Guadalupe no tienen el esquema, ni el personal adecuado, para poder “sensibilizar” a los conductores alcoholizados como lo dice la ley.
Aunque la legislación indica que lo recaudado sería destinado a estos proyectos, para evitar el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas.
César Garza reconoce que hay aún lagunas en la homologación del reglamento y en la ley, por lo que se tendrán que analizar y corregir los errores.
Municipio regio abre a consulta Ley Antialcohol
Por Félix Córdova
El Ayuntamiento de Monterrey anunció ayer la apertura de una consulta pública para la homologación de sus reglamentos con la nueva Ley para la Prevención y Combate al Abuso del Alcohol.
El plazo que marcó el Congreso de Nuevo León para que los municipios homologuen sus reglamentos, es hasta el día 26 del presente mes, previo a una consulta ciudadana.
Fue por ello que también ayer el Cabildo regio, que encabeza la alcaldesa Margarita Arellanes, aprobó por unanimidad iniciar este procedimiento.
La consulta pública durará siete días naturales después de que la aprobación que dio el Cabildo sea publicada en el Periódico Oficial del Estado.
Los interesados en participar con su propuesta deberán de acudir a la Oficina del Ayuntamiento, ubicada en el primer piso del Palacio Municipal, o bien, por Internet, en el portal municipal.
El horario disponible será de 8:00 hasta las 16:00 horas.
El dictamen para proceder a consulta ciudadana fue previamente avalado por la Comisión de Gobernación y Reglamentación.
El regidor Hans Carlín Balboa explicó que las reformas de dicha ley incluyen diferentes medidas contra quienes conducen en estado de ebriedad, o que utilizan el celular detrás del volante, mientras el auto está en movimiento.
“Derivadas a esas reformas y a esas leyes, esta Comisión tiene a bien presentar esta propuesta para la consulta del Reglamento de Vialidad y Tránsito”, dijo.
El dictamen de la consulta pública fue secundada por la Síndica Segunda Irasema Arriaga.
“Hay que dejar claro que esto es un mandato que tenemos qué cumplir. La ley, como tal, fue aprobada hace unos meses en el Congreso del Estado. De hecho somos el tercer municipio que pondrá a consulta este reglamento”, comentó.
“Este es un mandato que nos imponen a los 51 municipios. Sí hay una fecha límite; sin embargo, como lo hemos hecho con todos nuestros reglamentos, la Comisión procede a hacer un profundo análisis de la reforma que hace el Congreso. Y esto es para empatarla”.
Cabe destacar que las nuevas sanciones no aplicarán a quienes hablen por teléfono mientras manejan, siempre y cuando utilicen el manos libres.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: JESÚS PADILLA.