El gobierno federal dio múltiples señales de que la economía del país no pinta bien este año.
El jueves 8, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, declaró: “La decisión clara del Presidente de la República es que cualquier necesidad de ajuste, por una disminución de los ingresos, habrá de acomodarse reduciendo el gasto público, es decir, no habrá un incremento en el déficit público, por el contrario, el objetivo este año es reducir, conforme se comprometió de 2013, el déficit público, y por supuesto tampoco habrá incrementos en los impuestos”.
El funcionario argumentó que la caída del precio del petróleo representa un “reto” para los ingresos del país.
En el mismo sentido, ayer, Fernando Aportela, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reconoció que la caída inesperada en el precio internacional del petróleo, que en los últimos seis meses acumula una baja de 61%, es un reto para las finanzas públicas.
“Para México la caída en el precio de la mezcla mexicana de exportación, sí es un reto para las finanzas públicas tanto en precios como de cantidad; pero no se vislumbra ningún riesgo”, dijo.
Al respecto, el presidente Enrique Peña Nieto declaró el jueves que “desde hace 15 años, nuestro país ha ido generando condiciones de estabilidad macroeconómica, de finanzas públicas sanas y de inflación controlada. El doble reto que ha asumido esta administración es, por un lado, preservar las condiciones de estabilidad (económica) y, al mismo tiempo, detonar una dinámica de crecimiento sostenido, que se traduzca en beneficios concretos para las familias y negocios del país. En este objetivo hemos venido trabajando intensamente durante los dos primeros años de gobierno”.
El jueves, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas se reunió con el secretario de Gobernación, el titular de Sedatu, y el de Sagarpa.
En dicho encuentro, los funcionarios advirtieron sobre un probable “ajuste” en el gasto gubernamental.
El líder campesino Álvaro López aseveró tras la reunión en la Secretaría de Gobernación: “(Nos dijeron) Ustedes saben que el precio del petróleo se ha desplomado… queremos avisarles que en materia de gasto, si se sigue desplomando vamos a tener que hacer ajustes. Ellos hablan de ajuste, no de recorte, entonces nosotros les dijimos pues chínguense a la burocracia, no a los programas sociales”.
Diputados y senadores pidieron el jueves al gobierno federal asumir directamente en su estructura el impacto de un eventual recorte del gasto, producto de la caída de los ingresos por los bajos precios del petróleo.
El coordinador de los diputados del PAN, Isabel Trejo, y la vicecoordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna, coincidieron en que la administración del presidente Enrique Peña Nieto deberá aplicar medidas de austeridad para reducir el gasto corriente, sin afectar los programas sociales.
El panista consideró que la reducción debe realizarse con cuidado, ya que no se puede afectar el pago a servidores públicos, pues son clave para el funcionamiento del gobierno, que “debe apretarse el cinturón”.
“Los recortes del gasto -añadió- afectan a los programas en marcha porque no pueden recortarle a los servicios de los policías, ni de los médicos, ni de las enfermeras, ni de los profesores; normalmente, afecta los programas sociales”.
Padierna sostuvo que el ‘boquete’ provocado por la reducción de los petroprecios podría ascender a los 100 mil millones de pesos.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.