El director corporativo de Infraestructura del Grupo Aeroportuario, Raúl González, anunció este jueves en una entrevista de banqueta que se tendrán que ajustar los esquemas de financiamiento del proyecto.
“Nosotros basábamos la construcción del Aeropuerto en recursos fiscales complementados con recursos bancarios, pero tenemos que revisar”, explicó luego de participar en la cuarta Conferencia Anáhuac “Perspectivas turísticas para México”.
El empresario comentó la posibilidad de ver otras figuras de financiamiento. “Los aeropuertos son una extraordinaria inversión. En Estados Unidos los aeropuertos no son concesionados, son de las ciudades, porque es una inversión muy segura, las ciudades que invierten en aeropuertos recuperan su inversión muy rápido”, argumentó.
González precisó que para este año se tienen 19 mil millones de pesos — 6 mil millones en recursos fiscales— además de que se cuenta con un crédito asegurado de mil millones de dólares, mismos que podrían incrementarse a 2 mil millones.
En el plan original para construir la nueva sede aérea, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México tenía prevista una inversión de 169 mil millones de pesos para la primera etapa. De ese total, 52% sería del Presupuesto de Egresos de la Federación y 48% de origen privado.
Raúl González aseguró que la baja del precio del petróleo no los afectará este año, pues ya existe un presupuesto asignado para las etapas constructivas en la ruta crítica.
“Tenemos ya una calibración del presupuesto hasta el 2018, no puedo decir si tendremos recursos fiscales de acuerdo a nuestras necesidades, pero en este año no tenemos ningún problema” aclaró.
En febrero arrancan obras
El directivo del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México adelantó que en febrero próximo se colocará la primera piedra, que significará el inicio de las obras básicas del nuevo aeropuerto, tales como la construcción de la barda, el circuito perimetral, los anexos y entronques y su conexión al exterior, caminos interiores, el sistema de drenaje, la cimentación.
Sin embargo, destacó que para iniciar la obra se necesita la autorización de la Semarnat. “Nosotros ya entregamos la Manifestación de Impacto Ambiental que ya nos fue autorizada, se nos presentó una serie de resolutivos, esto es que nosotros tenemos que cumplir una serie de programas de mitigación para hacer la obra. Estamos en etapa de desarrollar todos esos programas y entregarlos a la Semarnat, y una vez autorizados iniciamos la construcción”, dijo.
De acuerdo con las fechas del directivo, la obra quedará concluida el 20 de octubre del 2018 y la operación, el 20 de octubre del 2020.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.