De esta forma, dijo, se cumplieron las amenazas del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado, quien le dijo que “¡ni madres” iba a permitir que los migrantes continuaran su caravana a la capital del país y que quienes los apoyaran serían acusados de tráfico de personas.
El viacrucis del migrante, encabezado por migrantes centroamericanos y activistas nacionales y extranjeros comenzó, el 24 de marzo en el estado de Chiapas y tras siete días llegó el 31 de marzo al territorio oaxaqueño donde fue recibido en el poblado de Corazones, agencia municipal de Chahuites.
Solalinde afirmó que con esta acción se confirma que la política migratoria de Enrique Peña Nieto es la de “un policía con garrote que trata a los migrantes como delincuentes o como terroristas en lugar de tenderles la mano”.
El fundador del albergue ubicado en ciudad Ixtepec acusó:
“La verdad es que no nos dejaron salir porque instalaron tres retenes, una en la caseta de cobro, otra en la Ventosa y una más en Matías Romero donde se encontraba policías antimotines con armas largas”.
A pesar de ello, dijo, hubieran salido pero “el problema es que una autoridad federal fue a amenazar a los conductores de los autobuses donde iban a viajar los migrantes al advertirles que si salían podrían acusarlos de tráfico de personas”.
Uno de los dueños de los autobuses respondió que solo prestaban un servicio y que no les tocaba la verificación migratoria, a lo que los policías le reviraron que si quería averiguarlo desde la cárcel.
Solalinde comentó, en entrevista vía telefónica, que sí habló con el comisionado Ardelio Vargas Fosado y éste le dijo que como funcionario no se puede negar a dialogar y le sugirió que si quería hacerlo lo podían encontrar en el retén de Ixtepec.
Sin embargo, cuando Solalinde y su equipo se trasladaron al retén no lo encontraron solo vieron policías antimotines con armas largas, elementos de la Policía Federal y de Migración, así como seis autobuses donde podrían llevarse a los migrantes y repatriarlos, fue entonces –relató—que decidieron retirarse.
Más tarde cuando lograron hablar con el comisionado para solicitarle garantías para salir en caravana, éste les dio una respuesta contundente: “¡Ni madres!”
Solalinde Guerra consideró que “es muy triste ver el trato que se les da a los más vulnerables, a los hermanos de Centroamérica, ya que en lugar de tenderles la mano los reciben con la cara que él (Peña Nieto) tiene: el de policía”.
La imagen que vemos es “la mano de un policía con un garrote y eso expresa la política migratoria de México a Centroamérica, mientras que nosotros estamos sitiados y van a criminalizarnos de que traficamos con personas”, lamentó
El sacerdote dijo que a pesar de las amenazas, no están cruzados de brazos.
“El equipo ya está trabajando en México entrevistándose con senadores y con personal de la Visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) porque lo que se busca con esta caravana es visibilizar lo que está pasando en la frontera sur donde se han incrementado los delitos en un 90%”, afirmó.
Solalinde cuestionó el Operativo Frontera Sur porque en los hechos se han incrementado los crímenes, violaciones, asaltos y robos mientras el programa especial de migraciones lo tiraron a la basura.
“Ese programa pudieron utilizarlo en la crisis de los niños y el gobierno de Peña Nieto se hubiera lucido ante el Papa Francisco o el presidente Barack Obama, sin embargo, optaron por el policía con el garrote y ocasionó el disparo de crímenes y demás delitos en un 90%”, subrayó el sacerdote católico.
A pesar del tropiezo de hoy, el viacrucis del migrante continúa después de permanecer durante seis días en la Casa del Migrante de Ciudad Ixtepec.
El pasado 31 de marzo llegó a territorio oaxaqueño donde fue recibido en el poblado de Corazones, agencia municipal de Chahuites.
Posteriormente atravesó la zona centro del Istmo de Tehuantepec cruzando Juchitán, El Espinal, Ixtaltepec y finalmente Ciudad Ixtepec, en donde se unieron a los refugiados del albergue “Hermanos en el camino” y juntos realizaron un viacrucis el viernes santo.
Para este jueves, más de 200 personas saldrán hacia la capital mexicana a bordo de cuatro unidades de motor, en donde sostendrán un encuentro con organizaciones sociales y estudiantes acompañados del sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO MATÍAS.