Alrededor de 120 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 14 años de edad se encuentran en situación de trabajo infantil a nivel global.
Así lo indican las estimaciones globales más recientes de segundo volumen de la serie “Informe Mundial sobre el Trabajo Infantil 2015 de la Organización Internacional del Trabajo” (ILO, por sus siglas en inglés), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ILO define trabajo infantil como “trabajo que priva a los niños de su infancia, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para el desarrollo físico y mental”.
El organismo señala que la persistencia de esta grave problemática global está arraigada a la pobreza y la falta de trabajo decente para los adultos, así como la falta de protección social y la incapacidad para asegurar la asistencia de los niños a la escuela hasta la edad mínima legal de admisión al empleo.
Por ello, en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebró este fin de semana, la ILO centra su atención “en la importancia de una educación de calidad como un factor clave en la lucha contra el trabajo infantil. Es el momento oportuno para hacerlo ya que en 2015 la comunidad internacional examinará las razones de la incapacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo de Milenio (ODM) respecto a la educación y establecerá nuevos objetivos y estrategias”, señala un documento de la ILO.
En los ODM, la ONU fijó como meta asegurar que para este año todos los niños y las niñas del mundo puedan completar un ciclo de educación primaria.
Pero datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) indican que 58 millones de niños en edad de educación primaria y 63 millones de adolescentes que deberían estar en la escuela secundaria aún no están matriculados en un centro educativo.
Y “muchos” de los que sí van a la escuela no lo hacen de forma regular.
Lo anterior propicia un círculo vicioso que se refleja en los casos actuales de trabajo infantil: una infancia marcada por una situación de trabajo y falta de educación de calidad aumenta las probabilidades de que, en la edad adulta, la persona se involucre en empleos mal remunerados e inseguros o no consiga trabajo.
A su vez, esto aumenta las probabilidades de que sus hijos terminen en una situación de trabajo infantil mental, física, social o moralmente dañina que interfiera con su educación o los obligue a desertar de la escuela.
Según los resultados del Módulo de Trabajo Infantil 2013 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 8.6 por ciento de niños y niñas de cinco a 17 años forman parte de la población ocupada, pese a que “la Ley Federal del Trabajo establece una prohibición en la utilización del trabajo de los menores de 14 años y los mayores de esta edad y menores de dieciséis que no hayan terminado su educación obligatoria, necesitando la autorización de sus padres o tutores”.
“Nos enfrentamos colectivamente al reto de darles a todos los niños la posibilidad de acceder a la educación, a una educación de calidad, y debemos asumir también colectivamente esa responsabilidad”, advierte la ILO.
“Una educación de segunda categoría no hace sino perpetuar la existencia de ciudadanos de segunda categoría. Todos sabemos que una educación sólida y un buen nivel de docentes es lo que marca la diferencia en la vida y el futuro de los niños y los jóvenes”.
Mucho camino por andar
Los niños más vulnerables a ser explotados viven en India, donde 2.4 millones de adolescentes de entre cinco y 14 años se encuentra trabajan en entornos de peligro, indica la ILO.
En dicho país, donde aproximadamente más de 400 millones de la población vive bajo la línea de pobreza, el trabajo infantil está lejos de abolirse.
La ley actual del trabajo infantil de la India prohíbe que los niños menores de 14 años trabajen en 18 ocupaciones y 65 procesos considerados peligrosos.
Pero en mayo, el gobierno aprobó una enmienda a la Ley de Prohibición del Trabajo Infantil de la India de 1986, que permite que los menores de 14 años trabajen después del horario escolar o durante las vacaciones en “empresas familiares”.
Para el Ministro de la mano de obra y el empleo de la India, Bandaru Dattatreya, la enmienda ayudará a las familias pobres a ganarse la vida y dará a los niños un "espíritu emprendedor".
“Vivimos en un país donde es muy normal que el hijo de un granjero ayude al granjero después del horario escolar o que el hijo de un artesano aprenda el oficio. Así que no queremos que esta forma de trabajo sea penalizada como el trabajo infantil", dice en Al Jazeera un funcionario del Ministerio de Trabajo.
La medida, por supuesto, provocó la indignación de las organizaciones defensoras de la infancia.
Además de que todas las formas de trabajo infantil no son ilegales en India, con una reducción de este acto de explotación a un ritmo de solo 2.2 por ciento anual, el país requerirá de 100 años para combatir esta problemática, de acuerdo con un análisis de datos de censo de la organización CRY (Child Rights and You).
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: EUGENIA RODRÍGUEZ