El magisterio michoacano continúa movilizándose por el mismo reclamo: que no haya evaluación académica a ningún docente. Al menos mil 300 maestros recurrieron al amparo colectivo.
Sin ningún tipo de interlocución de parte del gobierno estatal, los miembros del magisterio pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) arreciaron sus movilizaciones de protesta en las principales ciudades de Michoacán.
En la capital del estado de manera violenta irrumpieron en las oficinas de la Secretaría de Educación, sin saldo de detenidos.
El reclamo de los maestros democráticos es el mismo que mantienen desde los primeros días de este año: que no haya evaluación académica para ningún docente. A los argumentos de movilización, al menos en Michoacán, se ha sumado la protesta por la negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para amparar a docentes que acudieron a esa instancia.
El magisterio Michoacano se ha manifestado inconforme por la decisión de la SCJN al desahogar negativamente los primeros amparos recibidos, toda vez que los maestros de esta entidad tenían la esperanza de frenar la evaluación académica por la vía legal. Se estima que al menos mil 300 maestros de Michoacán recurrieron al amparo colectivo promovido por la CNTE.
La llamada jornada de lucha de los maestros, que han salido a tomar las calles de al menos 32 regiones en todo el país, pero con mayor presencia en los estados de Michoacán, Jalisco, Oaxaca, Guerrero, Estados de México y el Distrito Federal, también incluye el reclamo para que no se entreguen algunos libros de texto gratuitos.
El argumento de los maestros en movilización es que los contenidos de los libros de texto enseñan de manera apológica el modelo neoliberal del gobierno y su economía. Por esa razón algunos maestros de Michoacán han optado por frenar la entrega de los textos, amenazando con hacer una gran pira con ellos a las afueras de las escuelas, en tanto se sustituyen los textos de enseñanza con material más acorde.
En algunas regiones del estado de Michoacán –principalmente la zona indígena de la Meseta Purépecha- los maestros de la CNTE no solo han frenado la entrega de los libros de texto, sino que han aportado su propio conocimiento en la elaboración de otros textos que de manera rústica se han elaborado, en mimeógrafo y fotocopias, con la intención de que sean utilizados por los niños en el próximo ciclo escolar.
En otras partes del estado los maestros sustituyen los libros de texto de la SEP por libros debidamente editados y encuadernados, hechos a cargo de la CNTE como una alternativa de formación para los niños de primaria, donde se plantea un modelo cultural social, basado en la solidaridad y el humanismo.
La CNTE aspira a que los libros con la visión formadora de la Coordinadora Magisterial sean los textos que se utilicen formalmente en el próximo ciclo escolar. En Michoacán, la Secretaría de Educación no ha emitido ninguna postura sobre ese reclamo de los maestros, pero se sabe que en al menos 200 escuelas primarias ya existe consenso con los padres de familia para dejar de lado los textos de la SEP y asumir como guías los contenidos de los libros de la CNTE.
El arranque del próximo ciclo escolar será histórico, consideran los dirigentes del movimiento de la CNTE en Michoacán, pues será la primera ocasión en que los libros editados por la Coordinadora sean el eje rector en la formación de los alumnos de primaria. Frente a esta particularidad el gobierno estatal no ha dicho nada.
El gobierno omiso
Pese a que las protestas de los maestros de la CNTE han desquiciado la vida de miles de michoacanos en diversos puntos del estado, el gobierno de Salvador Jara Guerrero no ha sido capaz de mantener una mesa de diálogo, al menos un interlocutor, para conocer los reclamos del magisterio.
El secretario de gobierno, Jaime Cortina Esparza, ha intentado tender algunos lazos de entendimiento con los maestros, pero la propuesta de una mesa de diálogo con los miembros de la CNTE no ha cristalizado, ante la postura del gobernador interino, que no mantiene una postura oficial frente al gremio.
En las últimas cinco semanas la CNTE ha llevado a cabo su protesta en forma diaria, a veces tomando vialidades, otras haciendo plantones pacíficos en plazas frente a los palacios municipales, y manifestándose en los centros comerciales y bancos.
El reclamo de las cámaras de comercio del estado de Michoacán no ha dejado de escucharse: reclaman la instalación de una mesa de diálogo que atienda a los maestros. En diversas ocasiones el comercio organizado ha señalado el estado de secuestro en el que se encuentra la sociedad frente a los actos de protesta de los maestros.
Lo único que ha atinado a hacer el gobierno estatal de Salvador Jara, a manera de frenar las protestas de los maestros de la CNTE, es la filtración de algunos datos personales de los líderes del movimiento, a fin de que se les linche mediáticamente en los medios aliados a la administración estatal.
Desatino oficial
En medio de la confrontación entre el gobierno estatal y la CNTE, salta el desatino del gobernador Salvador Jara Guerrero, quien por un lado intenta no atender los reclamos magisteriales aduciendo falta de recursos económicos, y en contraparte autoriza un incremento salarial generalizado a toda la base laboral del gobierno estatal.
El aumento salarial que se generalizó hacia el personal de confianza, se había pactado inicialmente solo con los integrantes del sindicato de empleados del gobierno de Michoacán, razón por la que los integrantes de la CNTE estiman que ahora menos que nunca, cuando se han agotado las arcas de la tesorería, el gobierno de Michoacán puede estar en condiciones de solucionar la demandas económicas de los maestros.
Por lo pronto, la movilización de los maestros de la CNTE en Michoacán ha hecho que el 97 por ciento de las escuelas de primarias y secundarias de la entidad entraran en receso, pese que a la conclusión oficial del ciclo educativo es el 14 de julio próximo.
El movimiento de paros y protestas de los maestros en Michoacán, que no recibió la atención debida de los órganos conducentes de gobierno, llevó a la reducción del calendario de actividades, de 200 días quedó en la mayoría de las escuelas en apenas 165 días de trabajo.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: J. JESÚS LEMUS.