“Los momentos de crisis no son para renunciar, sino para enfrentarlos”, respondió Osorio Chong a la pregunta de si presentará su renuncia tras la fuga de Guzmán Loera, quien aseguró que será recapturado con los mismos recursos de inteligencia con los que fue aprehendido en febrero del año pasado.
“No habrá descanso para este delincuente (…) no habrá tregua en el esfuerzo para su reaprehensión”, prometió Osorio Chong, en una conferencia de prensa en la que la procuradora general de la República, Arely Gómez, rindió un parte burocrático sobre la investigación y anunció una recompensa de 60 millones de pesos a quien aporte información para la reaprehensión.
La procuradora informó que ya rindieron testimonio 34 personas que trabajan en el Centro Federal de Readaptación Social número 1, conocido como el penal de alta seguridad del Altiplano, y también 17 reclusos vecinos de El Chapo, quien, en enero de 2001, se fugó del penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Junto al secretario de Gobernación estuvieron el subsecretario de Gobierno, Luis Miranda Nava y el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, quienes, junto con la procuradora, quedaron a cargo del país –explicó– mientras él iba a Europa para ver desfilar a la Gendarmería en París.
“El país nunca se quedó solo en materia de seguridad”, enfatizó el funcionario, quien dijo que es la primera vez que se ausenta, junto al presidente de la República, justamente “porque por ley me quedo como responsable”.
En la conferencia de prensa, que inicialmente sería a las 19 horas, luego a las 20 y finalmente casi a las 20:30 –muy cerca de las 20:52, hora en que el sábado se fugó el capo–, Osorio Chong aseguró que es compromiso del gobierno de Enrique Peña Nieto la recaptura de Guzmán y que para eso todas las instituciones del Estado actúan.
“Así como no se escatimaron recursos para aprehenderlo, tampoco habrá para reaprehenderlo”, subrayó Osorio, quien afirmó que el penal del Altiplano opera bajo estricto cumplimiento de todas las medidas de seguridad previstas y que por eso está certificado y el capo, además de tener un brazalete para su localización, era vigilado con videocámaras en su celda.
Sin embargo, “por razones de derechos humanos”, había dos puntos ciegos que El Chapo usó para su estrategia de evasión de los sistemas de seguridad, entre ellos despojarse del brazalete antes de ingresar al túnel para obtener su libertad.
Osorio dijo que el capo pudo haber contado con la complicidad de personal del penal del Altiplano, cuyo director, Valentín Cárdenas, y otros dos funcionarios han sido cesados y se procederá contra quienes tengan responsabilidad. “No habrá lugar para la impunidad. Caerán todos los involucrados en esta fuga. Los hechos habrán de esclarecerse”.
En la sesión de preguntas, el funcionario aclaró las versiones de que el gobierno de Estados Unidos había alertado al de México sobre las tentativas de fuga de El Chapo y aseguró que ninguna instancia de ese país los alertó.
Y a la pregunta de por qué nadie se percató de que era realizado un túnel desde una construcción próxima al penal de alta seguridad, Osorio Chong lo resumió: “Una acción de alta tecnología”.
El día fue ajetreado para Osorio Chong que, de manera inusual, la Secretaría de Gobernación emitió dos comunicados en unas horas: El primero para informar que el secretario se reuniría con los responsables de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Ímaz, y más tarde con la procuradora General de la República, Arely Gómez.
Luego de que Osorio Chong recorrió, con senadores y diputados, el penal del Altiplano y la edificación por donde la versión oficial asegura que se fugó Guzmán Loera, regresó a la Ciudad de México para reunirse con los gobernadores de la región centro del país.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO.