Ausente, al parecer, de la marejada de críticas , aunque en París los diarios galos más influyentes también reseñaron a detalle la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, el narcotraficante considerado como el más poderoso del mundo, de una cárcel de “máxima seguridad”, el Primer Mandatario dejó que la peor parte del “error imperdonable” se lo llevara Miguel Ángel Osorio Chong, su segundo de abordo, a quien, por diversos medios, políticos de oposición y organismos civiles le han exigido su renuncia.
Sin embargo, aun alejado de la emergencia nacional por la segunda fuga de “El Chapo”, luego de que el 19 de enero de 2001 también escapara del penal de “alta seguridad” de Puente Grande, en Jalisco, Peña Nieto no ha podido quitarse los reflectores de las críticas tanto de ciudadanos, políticos, autoridades y los medios de comunicación nacionales y extranjeros.
En específico, la prensa internacional más influyente y reconocida fue implacable con el Jefe del Ejecutivo mexicano.
El viernes, en el diario The Wall Street Journal, los periodistas Dudley Althaus y David Luhnow escribieron que Enrique Peña Nieto enfrenta la que “podría ser la peor semana de la fecha de su Presidencia”.
“Durante su visita de Estado de cinco días a Francia, el Presidente habló sobre el escape una sola vez, y nunca mencionó al capo de la droga por su nombre. Pero ahora que está de vuelta, los analistas dicen que el líder mexicano no tendrá mucho tiempo para hacer algo más dramático para recuperar la confianza de los mexicanos, la cual se hizo añicos cuando el señor Guzmán salió de su celda el sábado”, expuso el periódico con sede en Nueva York y considerado uno de los más prestigiados del mundo.
Diarios como The New York Times, Financial Times, The Washington Post y The Guardian, por sólo mencionar sólo algunos, no dudaron en afirmar en sus portadas y espacios de opinión que fueron la corrupción, la impunidad y la incapacidad del Gobierno mexicano las que provocaron esta nueva fuga de Guzmán Loera.
La segunda fuga “es tan ridícula, que amenaza con hacer de México un hazmerreír”, planteó el periódico británico Financial Times. Y más aún expuso: “El más famoso fugitivo de México pudo haber utilizado un túnel para salir de una cárcel de alta seguridad, pero es Enrique Peña Nieto, el Presidente del país, quien ahora se encuentra en un hoyo”.
El “gran escape” de Joaquín Guzmán es un recordatorio de la fuerza de la delincuencia organizada mexicana y la debilidad de las fuerzas de seguridad, agregó.
En tanto, The New York Times destacó: “[...] Muchos mexicanos expresaron incredulidad ante su impresionante fuga, y se preguntaron cuánto de la menguante credibilidad del gobierno pudo haber escapado a través del túnel que llevó al narcotraficante a la libertad”.
Además expuso: “La impresionante fuga de Guzmán, conocido como ‘El Chapo’, de lo que se supone que es la prisión más segura del país, fue el último golpe a la ya debilitada presidencia de Enrique Peña Nieto. Se alimenta de un cinismo profundo en México sobre la dirección del país y de sus instituciones, llenas de corrupción a balazos”.
Para The Guardian, el capo de Sinaloa es un ejemplo de la empobrecida historia de México empobrecida, violenta, sucia, de un Estado corrupto, de un Estado fallido, destacó una de las muchas notas que sobre el tema publicó el rotativo británico esta semana y que fue firmada por Daniel Peña.
En otro reporte, firmado por su corresponsal en México, Jo Tuckman, The Guardian afirmó que la fuga del poderoso narcotraficante “humilla al Presidente mexicano de manera personal”.
“Tras las rejas, Joaquín Guzmán era un símbolo brillante de los esfuerzos del gobierno para acabar con la violencia de la guerra de las drogas. Su fuga pone en evidencia la corrupción endémica… y es una gran vergüenza”, escribió Tuckman desde la Ciudad de México.
Por su parte, The Washington Post planteó que la fuga del capo sinaloense hace “brillar los problemas de corrupción que ensombrecen a México”.
Para fugarse, agregó, “El Chapo” habría necesitado un conocimiento detallado de la distribución de la prisión, información considerada secreto de Estado. Las preguntas se han centrado en si la audaz fuga de la prisión fue simplemente una hazaña de la ingeniería o si otros factores estaban en juego.
“Su segundo de escape ha llegado a ser visto como un ejemplo flagrante de la debilidad fatal en la lucha de México para hacer el país más seguro, y que los sobornos y comisiones ilegales son tan comunes que los funcionarios del gobierno no se pueden confiar en su trabajo contra la delincuencia organizada”, destacó el diario de la capital estadounidense.
En febrero de 2014, en una entrevista con León Krauze con motivo de la recaptura del narco, realizada por la Marina Armada de México en Mazatlán, Sinaloa, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo sobre la posibilidad de que “El Chapo” se fugara nuevamente: “Sería verdaderamente algo más que lamentable… imperdonable”.
–¿Usted se compromete a que eso no va a ocurrir? –preguntó Krauze.
“Es una responsabilidad del Estado mexicano”, respondió Peña Nieto.
“Es algo en lo que he insistido. Créeme que todos los días al titular de Gobernación [Miguel Ángel Osorio Chong] es algo que le dije ‘y lo tienes bien vigilado, ¿estás seguro?’. Porque evidentemente es una responsabilidad que hoy tiene a cuestas el Gobierno de la República, el asegurar que la fuga ocurrida hace algunos años nunca más se vuelva a repetir.
El sábado 11 de julio, a las 20:52:15 horas, “El Chapo” se fugó de la celda número 20 del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Altiplano I. Desde entonces, no se sabe nada del narcotraficante y cada día que pasa se pone peor para el Presidente y su ya prácticamente nula credibilidad.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/18-07-2015/37019.