Es el propietario de túneles construidos en la frontera de México con Estados Unidos, desde Nogales hasta Tijuana, para el trasiego de droga.
Por eso le dicen “El señor de los túneles”.
Estos pasadizos son rentados a carteles mexicanos de la droga, aunque por su experiencia fue contratado por Joaquín El Chapo Guzmán Loera para construir túneles en sus casas de seguridad en diferentes ciudades del país con el objetivo de tener comunicación con otras viviendas y, en su caso, rutas de escape.
La información fue obtenida por apro a través del expediente judicial de Sánchez Villalobos y en conversaciones con autoridades y gente allegada a su caso.
Aunque no tiene procesos penales en su contra se encuentra en el Centro de Readaptación Social del Altiplano en espera de su extradición a Estados Unidos, una vez que concluya el proceso de un amparo que presentó ante el Poder Judicial de la Federación.
“El Quirino” estuvo en el área de Tratamientos Especiales, justo en la misma celda que ocupó, a partir del 22 de febrero El Chapo Guzmán, a quien días antes cedió su lugar.
Sostiene que no es empleado de algún cartel en especial sino un prestador de servicios e infraestructura para el tráfico internacional de estupefacientes.
Tecnología de punta
Los túneles de Sánchez Villalobos se caracterizan por iniciar en casas o bodegas con patios de gran extensión para apilar los costales de tierra, de ahí que no se cuente con vestigios de movimientos para el traslado de cascajo.
En su construcción se utilizan perforadoras móviles suecas de gran calado con un precio de un millón de dólares.
En túneles asegurados en Mexicali y Tijuana se detectaron instrumentos similares que cuentan con geolocalizadores (GPS) y con la posibilidad de operación manual y de control remoto.
La tecnología de que se vale El Quirino dista mucho de la versión del gobierno mexicano sobre el uso de pico y pala para construir los pasadizos subterráneos y de la supuesta contratación de geólogos, arquitectos o ingenieros ya que los diseños son de su autoría.
Usa además aves, sobre todo palomas, para medir los niveles de oxigenación de los subterráneos.
En el diseño se considera una profundidad de más de 10 metros para evitar ruidos al exterior y apuntalamiento de las paredes, además de sistemas de iluminación y ventilación.
Los trabajos pasan desapercibidos por los vecinos aledaños a los inmuebles aledaños, prueba de ello es que en ninguna investigación de túneles existen testimonios sobre movimientos extraños durante la construcción.
En la boca de los pasadizos se realiza un marco de apuntalamiento de madera y que sirve para el trazo de rieles que permite el trayecto de la máquina perforadora.
Aunque hay versiones de empleados forzados a estar en cautiverio, lo cierto es que los trabajadores de la construcción son contratados en su tierra natal, Sinaloa y Durango por los niveles de confidencialidad. Por ello, en las edificaciones emplean grupos de hasta seis trabajadores por turno.
Sánchez Villalobos fue capturado en Zapopan, Jalisco, en 2013 por una denuncia anónima en Estados Unidos que proporcionó información sobre sus actividades y relaciones personales.
Leyendas mediáticas y viñetas de narcoficción adjudicaron a Guzmán Loera el mote “El Señor de los Túneles” cuando se trata de un usuario de gran escala. Incluso una de estas leyendas señala que El Chapo se inició en la construcción de túneles para el trasiego de droga a Estados Unidos en los subterráneos que construyó la comunidad china de Mexicali en las primeras décadas del siglo XX para fumar opio, jugar apuestas y cruzar a Calexico, California. Esos túneles están sellados desde hace muchos años.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: CORRESPONSALÍA (PROCESO.)