CUERNAVACA, Mor. (apro).- El exfutbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo adelantará para este miércoles su toma de posesión como alcalde de Cuernavaca ante las amenazas de que pudieran boicotear el acto.
La ceremonia se realizará en el Museo de la Ciudad, antigua sede del ayuntamiento, antes del mediodía.
Tradicionalmente el cambio de poderes se efectúa el 1 de enero.
La llegada al poder de Blanco, se da en medio de la peor crisis económica que ha enfrentado la capital de Morelos y de una “guerra” abierta entre distintos grupos políticos, incluido el del gobernador perredista Graco Ramírez.
Lo que en principio parecía una broma con el registro del exseleccionado nacional a la candidatura por el Partido Social Demócrata (PSD), fuerza política con registro local, se volvió realidad con una campaña “pie a tierra” que lo llevó a superar a su más cercana competidora, la priista Maricela Velázquez, por más de ocho mil votos el pasado 7 de junio, según ratificó el Tribunal Electoral Estatal (TEE) el pasado 31 de octubre.
A partir de ahí, el PRI comenzó a hacerle la guerra con una serie de impugnaciones electorales, primero en el consejo municipal electoral, donde se hizo un recuento voto por voto que extendió el proceso por más de 10 días. Luego, en la instancia jurisdiccional local, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de Morelos y, finalmente, en las salas regional y superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Todos los fallos dieron como resultado lo mismo, la confirmación de que Blanco Bravo ganó la elección. Durante el proceso electoral, el líder del PRD en Morelos, hijastro del gobernador, Rodrigo Gayosso Cepeda, presentó una impugnación por el incumplimiento del requisito de residencia del exjugador nacional en Cuernavaca. Sin embargo, la petición fue desechada por ser “presentada fuera de tiempo”.
Con el mismo argumento de la residencia, una persona –cuyo nombre no se dio a conocer—presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales (Fepade). No obstante, hasta ahora no se conocen resultados y según especialistas, no tendrá ningún efecto en cuanto El Cuau –como lo llaman sus fans–, tome posesión el próximo viernes.
Así, todo parece indicar que se hará realidad la famosa expresión “ya me los chingué”, que el también restaurantero dijo apenas concluyó la elección de junio pasado.
El origen de la candidatura
Pero, ¿cómo llegó el exfutbolista a ser candidato a presidente municipal de Morelos?
Los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno, empresarios publicistas involucrados en la política con estrategias de marketing y un discurso contrario al de “los políticos tradicionales”, pensaron en hacer la publicidad de un personaje de renombre para llevarlo como candidato a la alcaldía.
Hay quien señala que pensaron en Cuauhtémoc Blanco por un amigo mutuo, el también exfutbolista Moctezuma Serratos, quien radica en la capital morelense. Según el exalcalde priista de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, –uno de sus exaliados–, al entonces jugador del Puebla le pagaron ocho millones de pesos por aceptar la candidatura. Sin embargo, no existe prueba documental de ello.
Los Yáñez se hicieron de la franquicia del PSD a nivel nacional. Y luego de lograr el registro a nivel estatal, Julio –el menor y más carismático– se lanzó como candidato a gobernador en 2012.
Aunque fue derrotado, su padre Roberto Yánez obtuvo el puesto de regidor en Cuernavaca y su hermano mayor, del mismo nombre que su padre, una diputación plurinominal. Tras esa primera prueba, los hermanos se prepararon para el siguiente proceso electoral.
A mediados de 2014, la posible candidatura de Cuauhtémoc Blanco a la alcaldía de Cuernavaca se usaba como broma en las redes sociales. No obstante, en marzo de 2015, cuando acudió a registrarse al Consejo Municipal, los partidos “tradicionales” comenzaron a inquietarse. Todavía consideraban que era un mal chiste.
No obstante, el enorme rechazo social contra el gobierno de Graco Ramírez, la falta de carisma y empatía de su candidato a alcalde, Jorge Messeguer Guillén –quien apenas alcanzó el cuarto lugar en la contienda–, el desgaste del PRI en Morelos y sus divisiones internas y el reciente fracaso del PAN en el gobierno, combinado con el carisma de Blanco Bravo, dieron a éste la victoria.
Otro factor que llevó al triunfo al Cuau consistió en que si bien el PSD no cuenta con “estructura electoral”, es decir, la capacidad para designar responsables de casilla o los “movilizadores” del voto, a finales de 2014 se gestó una alianza entre los Yáñez, Blanco y su representante Juan Manuel Saenz, con el exalcalde priista de Cuernavaca, expulsado de ese partido, Manuel Martínez Garrigós, quien puso a disposición del PSD su “estructura” en la capital.
Dicha alianza dio sentido a la campaña de Blanco, pues fue llevado a lugares estratégicos donde se sabía que podía sumar votos, mientras que en los lugares donde la gente no votaría por el oriundo de Tepito se usaron otras estrategias.
Martínez Garrigós dijo en entrevista con apro que hace más de medio año llamó uno a uno a los representantes de las colonias y fraccionamientos de la capital y les recordó los “favores” que le debían desde que fue alcalde (2009-2012).
Sin embargo, aún con la cercanía del poder y el control que asumieron los Yáñez Moreno del equipo de transición, Martínez Garrigós no obtuvo lo prometido. El pasado 11 de diciembre, dio una entrevista al diario El Universal, en la que dio su versión de la elección y aseguró que “técnicamente” la victoria de Blanco había sido conseguida por él: “Yo hice ganar a Cuauhtémoc”, aseguró.
Mando Único y guerra política
Pero la lucha contra figuras políticas no ha sido la única batalla que ha debido enfrentar el exseleccionado nacional durante su espera para sumir el cargo. De hecho, aun cuando no terminaba el cómputo de los votos y los rumores respecto de que Graco Ramírez ordenó de último momento apoyar al PSD en la elección, hubo quienes pensaron que el tabasqueño buscaba ser el “ventrílocuo” del próximo alcalde de Cuernavaca.
Pero a finales de agosto, en una de sus primeras apariciones públicas Cuauhtémoc Blanco paró en seco el rumor. Entrevistado por la prensa respecto al modelo policial del Mando Único, soltó:
“Lo del Mando Único, creo que la gente no lo quiere. Ni tú tampoco lo quieres ¿creo, no? Me voy a poner a trabajar. Yo tampoco voy a querer el Mando Único. Creo que la gente no está contenta con el Mando Único y en eso vamos a trabajar. Vamos a trabajar por tener una seguridad y yo se lo prometí a la gente”.
La declaración hizo levantar las cejas del gobernador, así como de Matías Quiroz Medina, el secretario de Gobierno; y Alberto Capella Ibarra, jefe de la policía morelense.
Peor aún, a principios de octubre, el futuro alcalde se reunió con el obispo de Cuernavaca Ramón Castro, a quien le confirmó que esa figura de seguridad no sería refrendada en la capital. De hecho, otros alcaldes que también asumirán el gobierno en 33 municipios el próximo viernes, hicieron públicas sus dudas sobre el modelo policial.
El mandatario estatal y su equipo de gobierno comenzaron una guerra contra el ex jugador que incluyó la amenaza de Capela Ibarra de que si no refrendaba la medida, la policía de Cuernavaca sería desarmada.
Incluso, hubo amenazas directas:
“Como en campaña, sigo recibiendo amenazas que vienen de la clase política. No nos sorprende que la clase política, los personajes de siempre, intenten bajo amenazas que el proyecto de los ciudadanos fracase. No voy a ceder a sus amenazas ni pretensiones. Yo estoy del lado del pueblo porque son los ciudadanos quienes depositaron en mí la esperanza de consolidar un Cuernavaca diferente. Una ciudad con desarrollo en todos los sectores. Una capital donde el objetivo sea la participación de todos para construir un territorio de ganadores”, dijo.
La guerra de Graco Ramírez contra Cuauhtémoc Blanco incluye la operación política de su hijastro, Rodrigo Gayosso, líder estatal del PRD, quien se dedicó a crear un bloque de regidores electos para establecer una oposición que pudiera “desestabilizar” el gobierno del exseleccionado, según la denuncia que hizo el futuro servidor público en un comunicado el pasado 5 de noviembre.
“Pretenden saquear de nueva cuenta la capital estado”, sostuvo. Señaló la existencia de una alianza entre el priista Martínez Garrigós y Gayosso Cepeda, quienes encabezaron el gobierno de Cuernavaca en el 2009.
“Ellos quieren que exista una ingobernabilidad en Cuernavaca, quieren que nos vaya mal y que sigan ellos disponiendo de recursos millonarios. Hoy vemos a líderes de partidos (políticos) como el del PRD, Rodrigo Gayosso, y el de Movimiento Ciudadano, Jaime Álvarez (diputado local), unidos para seguir saqueando a la administración municipal como ya lo hicieron en pasadas administraciones o desde el gobierno estatal. Lamentablemente, los regidores electos con quienes me he reunido y hemos pactado trabajar por Cuernavaca, hoy se venden al gobernador sin importar lo que le suceda al pueblo”, denunció.
La crisis
A principios de diciembre, luego de que el próximo alcalde conoció el monto de la deuda y los pasivos con proveedores de la capital, acudió a la Fiscalía General de Justicia para “conocer el estado” de las cuatro carpetas de investigación abiertas contra exfuncionarios que fueron “parte del saqueó” de la ciudad.
“Está cabrón lo que se robaron”, dijo a la prensa al salir del encuentro con el fiscal Javier Pérez Durón.
No obstante, la crisis política en la capital ha subido de tono. El domingo 20 de diciembre, Blanco Bravo hizo pública una carta dirigida al presidente Enrique Peña Nieto, a quien le pidió ayuda para gobernar y denunciar que existe una campaña que encabeza Graco Ramírez para acotarle funciones, a través de nueve regidores salientes, quienes se confabularon para modificar la legislación municipal.
Incluso, advirtió que valora la modificación del formato de su toma de protesta este viernes 1º de enero, pues aseguró que las fuerzas políticas “tradicionales” no dudarán en “atentar contra la ciudadanía”.
En mensaje difundido a través de sus cuentas oficiales de redes sociales el pasado 24 de diciembre, dejó entrever que Peña Nieto ya le habría respondido a la misiva:
“Les agradezco @epn y @osoriochong por el apoyo y darme certeza de gobernabilidad en #Cuernavaca no le voy a fallar a la gente”.
Los regidores aludidos respondieron en conferencia de prensa. Aseguraron que dicha carta responde al hecho de que Cuauhtémoc Blanco propuso la creación de una “supersecretaría” que se ocupe del gobierno en las ausencias del exfutbolista. De hecho, acusaron que Blanco pretende gobernar la capital a larga distancia.
En este contexto, Cuauhtémoc Blanco Bravo se apresta a rendir la protesta de ley. Hasta el momento, es el único alcalde electo de Morelos que no se ha reunido con el gobernador Graco Ramírez.
Fuente: Proceso
http://www.proceso.com.mx/?p=424871