MÉXICO, DF (apro).- José Antonio Meade Kuribreña, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), acudió hoy a la VIII reunión plenaria de los senadores del PRI y del PVEM, sus “amigos de muchos años”, a quienes dictó una cátedra sobre la pobreza en México.
Vestido con una chamarra de rombos roja –como el resto de los priistas presentes–, Meade se sentó entre los coordinadores de la bancada priista Emilio Gamboa Patrón y ecologista Carlos Puentes Salas y empezó su ponencia no sin antes rendir honores a sus anfitriones.
“Es la oportunidad de encontrarme con el grupo parlamentario del PRI, el grupo parlamentario del Verde, y de amigos de muchos años”, dijo.
Subrayó que se sentía “muy agradecido con el líder Emilio Gamboa por su generosidad, por su consejo permanente”. Y ya entrado en halagos, se dijo “muy contento de estar con mi paisano Carlos Puentes”.
Entonces el excanciller comenzó su discurso: “La pobreza es más difícil de definir y más difícil de entender de lo que uno pensaría”. Retrató a la miseria como el enemigo “más temible” que exista y al que el presidente Enrique Peña Nieto enfrenta “con creatividad”.
Durante su ponencia de 40 minutos, Meade Kuribreña retrató a los senadores los logros y retos de la política social de la administración actual y no desperdició el tema para elogiar al presidente. También abundó en los detalles de lo que implica la pobreza “para las familias” y hasta afirmó que la política va hacia “el rumbo correcto”.
Sin embargo, la exposición no estuvo exenta de aproximaciones e, incluso, de errores.
Así, por ejemplo, el secretario explicó a los senadores que hace cinco meses la línea internacional de pobreza se elevó de 1.25 a 1.90 dólares por día; es decir que una persona es considerada “pobre” cuando su ingreso diario es inferior a 1.90 dólares.
Después de recordar que “atrás de la línea de bienestar mínimo está la tortilla, el arroz, el pollo, la carne de res, el tomate, el frijol, el chile, la cebolla”, aseveró que “este dólar 90 no es pertinente para la experiencia mexicana”, pues según él en México “la línea de bienestar mínimo está por arriba” de esa cantidad.
Esa aseveración no es del todo cierta: según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en diciembre pasado la línea de bienestar mínimo en medio rural se elevó a 938.1 pesos, equivalente a un ingreso diario de 30.25 pesos.
Ese mes, el dólar se intercambió por un promedio de 17.6 pesos, según el Banco de México. Entonces, un ingreso de un 1.90 dólares en diciembre, equivalía a 32.41 pesos, cifra superior a la línea de bienestar mínimo en medio rural.
Según el Coneval, cerca de 5 millones 700 mil personas vivían en situación de extrema pobreza en el campo en 2014; es decir, que su ingreso no alcanzaba la línea de bienestar mínimo y sufrían al menos tres carencias sociales. Contrario a lo que dijo Meade, para ellos el ingreso de un 1.90 dólares sí es pertinente, pues no lo alcanzan.
El titular de la Sedesol hizo una extraña declaración respecto al recorte de agua que se aplica en la Ciudad de México desde el pasado jueves, como parte de las obras de mantenimiento del Sistema Cutzamala: lo consideró un “interesante acicate”, pues “muchas familias que hoy dan por sentado el agua van a experimentar lo que implica vivir sin ella”.
Y recordó que 10 millones de mexicanos viven sin acceso al líquido, una realidad “incompatible con el México que queremos, al que el presidente nos convoca”.
Ante sus amigos senadores del PRI y del PVEM, José Antonio Meade reconoció que de 2008 a la fecha se incrementaron los indicadores de pobreza en el país, lo que explicó con la “dinámica de precios” o el ingreso insuficiente.
“Conforme a estándares internacionales, la pobreza extrema en México ha caído y caído mucho”, se congratuló el funcionario y momentos después reconoció que “del 2012 al 2014, el número de pobres moderados en México creció y ese es un tema que tenemos que asumir para que podamos enfrentar y tratar, primero de frenar esa tendencia y luego buscar que esa tendencia se revierta”.
Siguió: “No es suficiente quedarse en la evaluación de los ingresos para saber qué implica ser pobre en México y tiene uno que complementar esa visión con el evaluar, el ver en la calle, el ver en los rostros de las familias, si la experiencia cotidiana que están teniendo de acceso a derechos fundamentales está siendo plena o no”.
Después de abundar durante varios minutos en las implicaciones reales de la miseria y la carencia de acceso a la salud, educación vivienda o alimentación para los que la sufren, Meade planteó a los asistentes:
“Estos son muchos de los mexicanos que ustedes ven en sus distritos, que ustedes ven en los recorridos que hacen en sus estados, que ustedes y yo hemos visto juntos, en los recorridos que al amparo de la secretaría hemos tenido oportunidad de hacer y coincidir”.
Luego, explicó que el primer éxito de la Sedesol bajo su administración –tras sustituir a Rosario Robles Berlanga a finales de agosto pasado— fue la entrega de miles de televisores digitales en el marco del programa Televisión Digital Terrestre.
Eso, dijo, “implica para los mexicanos mayor calidad, mayor diversidad en lo que les llega a los hogares mexicanos, mejores precios, menor gasto de electricidad”.
Y así concluyó su ponencia: “Eso quiere decir que hemos avanzado mucho en muchos de estos rubros, pero quiere decir también que nos falta mucho por hacer”.
Fuente: Proceso
Autor: Mathieu Tourliere
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