A Aurelio Nuño lo acusan de “policía” por perseguir a los maestros a lo largo y ancho del país, y al rector Graue por su campaña para desalojar a quienes tienen tomado el auditorio “Justo Sierra”, mejor conocido como “Che Guevara”.
En su comunicado titulado “La hora del policía”, Galeano y Moisés, señalan que “en México, un país de Latinoamérica que sufre, al igual que todos, la crisis mundial, pero potenciada por la sólida triada de corrupción-torpeza-ignorancia hecha gobierno, el funcionario responsable de la educación pública, Aurelio Nuño Mayer, no puede ocultar su pasión por la profesión de policía”.
Los dirigentes zapatistas exponen que, “alentado por sus compinches”, Nuño cree que puede lograr la candidatura de su partido, el Revolucionario Institucional, para la Presidencia de la República, si funge más como golpeador a sueldo que como promotor de la educación mexicana.
“Aficionado a proferir amenazas, regentear su propio cuerpo represivo y obrar como cualquier patrón en los inicios de capitalismo salvaje, el señor Nuño encuentra un placer especial en convertir al magisterio en destino, no de mejores escuelas, preparación y salarios, sino de arbitrariedades, golpes y despidos. Cumpliendo funciones de fiscal, juez y verdugo; de ministro de Trabajo (decreta despidos sin indemnización), ministro del Interior (dispone a su antojo de policías y Ejército), torpe locutor mediático, pésimo constructor de adhesiones ‘espontáneas’, y tuitero en permanente ‘slow motion’, el señor Nuño tiene como único mérito curricular el haberse cobijado en la banda de criminales que delinquen con fuero”, dice la misiva.
También agregan ambos líderes insurgentes que, a pesar de sus trajes y corbatas, su imagen maquillada y construida a fuerza del Photoshop mediático, Nuño no puede ocultar lo que siempre ha sido: “Un triste y gris policía que obtiene dinero y placer reprimiendo y humillando”.
“El señor Nuño siempre ha anhelado ser un buen policía, pero… cuando la cueva de ladrones sea insuficiente para albergar a tantos, cuando su secreto protector se derrumbe, el señor Nuño demostrará también que es un buen corredor… cuando de huir se trata”, advierten Galeano y Moisés.
En la segunda parte de la misiva, los zapatistas arremeten contra el rector de UNAM, “donde ha llegado al máximo puesto burocrático −y escalón para puestos gubernamentales−, es decir, a la rectoría, el señor Enrique Graue Wiechers.
“Además de que su carrera académica y profesional ha sido en la burocracia de la academia, conducido por la mano del siquiatra de la familia Zedillo Ponce de León, el señor Graue hizo estudios de posgrado en una universidad norteamericana conocida por haber inventado la bebida energética autodenominada ‘Gatorade’, lo que da una idea de lo avanzado de su especialidad en oftalmología. Hace unos días, el señor Graue se ha declarado ‘indignado’ porque no fueron suficientes las drogas que la policía ‘plantó’ o ‘sembró’ en uno de los activistas del auditorio Che Guevara (al que, inútilmente, las autoridades universitarias pretenden llamar ‘Justo Sierra’)”, señalan los líderes del EZLN.
Según Galeano y Moisés, Graue no se indignó porque el bajo presupuesto federal destinado a la educación superior sea insuficiente para dar cabida a cientos de miles de jóvenes; tampoco se indignó por las condiciones mercantilistas a las que está sujeto el personal académico y administrativo; ni se indignó porque la UNAM se ha convertido en un nido de malvivientes, es decir, de funcionarios burocráticos que ni siquiera saben escribir bien el nombre de su capataz (o sea del rector); tampoco se indignó por la inseguridad que sufren administrativos, académicos y estudiantes en los campus de la UNAM (asaltos, violaciones, asesinatos); no se indignó tampoco porque un proceso antidemocrático y gansteril haya colocado en el máximo puesto de la “máxima casa de estudios” a un burócrata gris.
“No, el señor Graue se indignó porque la policía no hace bien el trabajo de fabricar culpables. Y eso le indigna al señor Graue porque él, toda su vida, se ha esforzado por ser un buen policía. Con su indignado discurso policiaco (secundado por personas que ni siquiera saben dónde rayos está el auditorio Justo Sierra, mucho menos el Che Guevara), el señor Graue dicta cátedra: ‘El problema de la educación superior en México es culpa de un comedor vegetariano, un taller de serigrafía, un taller de panadería, entre otras cosas”, ironizan los zapatistas en el comunicado emitido esta noche.
De acuerdo con los líderes rebeldes, para el rector Graue lo que realizan quienes ocupan el Che Guevara “son actividades subversivas promovidas por un grupo de personas anarquistas, o sea sucias, feas y malas, que contrastan con la pulcritud y buen vestir de la burocracia universitaria. Ni siquiera venden Gatorade, sino puras aguas de origen desconocido. Son drogadictos (los funcionarios altos, medios y bajos esconden en los cajones del escritorio la cocaína, el cristal, las tachas y hasta el crack y una que otra bacha −también en la burocracia hay niveles, mi buen−), son anarco-anarquistas, no forman parte de la comunidad universitaria (más de un funcionario traga saliva) y ese auditorio”.
“El señor Graue está furioso, él sólo quiere ser un buen policía”, concluyen los dirigentes del EZLN.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ISAÍN MANDUJANO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/433754/nuno-graue-buscan-buenos-policias-ezln