Aún peor, en el caso de estas prácticas monopólicas absolutas en la Ciudad de México, estas compañías tuvieron el respaldo y la intermediación de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), entonces presidida por Jaime Crivelli.
De acuerdo con una evaluación Ex Post, la Cofece precisó que durante 44 días –transcurridos entre 2008 y 2009– los consumidores de pollo de la capital pagaron un sobreprecio de 32.4%, que se generó a partir de un pacto entre competidores para imponer un piso mínimo en el precio de este producto.
En este caso existió la celebración de acuerdos e intercambio de información entre competidores –Bachoco, Pilgrim’s, San Antonio, Tyson y Pollo de Querétaro, con la ayuda de la Unión Nacional de Avicultores (UNA)– para establecer en diversos periodos un precio uniforme en la venta del pollo, específicamente en mercados públicos y pollerías.
“Estas acciones anularon el proceso de competencia e impidieron a los consumidores acceder a precios más bajos y generaron ganancias extraordinarias a los agentes económicos coludidos”, sentenció el organismo antimonopolio.
La evaluación Ex Post tiene como objetivo cuantificar los efectos que surgen tras una intervención de la Cofece, una vez transcurrido el tiempo suficiente para que empresarios y consumidores se adapten a las nuevas condiciones –con competencia– del mercado.
Ésta se realiza con un enfoque académico y observa el mayor rigor técnico. El método consiste en estimar el comportamiento del precio si no hubiera existido la conducta y lo contrasta con el real observado por el bien o servicio objeto de la práctica prohibida por la ley.
Cofece quiere que nos veamos mal: UNA
Sorprendido por el reporte, una fuente de la industria de plano señaló que la autoridad “quiere que el sector se vea mal, esto ya tiene años y ya se llevó un proceso”. Además, aclaró que lo que se pretendía era dar un menor precio del pollo.
En entrevista telefónica con Apro, comentó que “en ese momento el precio de la pechuga y pierna de pollo estaba muy alto en el mercado. Es un caso ya viejo, de hecho, ya está juzgado. Lo que hizo la industria es que, a través de unos pósters se le avisó al público consumidor dónde podría encontrar el precio del pollo más barato de lo que estaba en el mercado. Entonces la Cofece nos empezó a investigar porque habíamos sacado esta ‘oferta’”.
La Unión Nacional de Avicultores dijo que “eso se tomó como una colusión, lo que ocurrió es que en el póster se anunciaba el precio más barato del pollo en algunos mercados con el logotipo de las empresas”.
Agrega que a partir de esta fecha, la autoridad trabajó en el tema y la UNA interpuso un recurso legal, al no estar de acuerdo. Eso sí, reconoció que dicha “oferta” duró un mes aproximadamente. Sin embargo, la Cofece señaló que esta acción causó un daño a los bolsillos de los consumidores de al menos 107 millones de pesos.
Multa de 132 mdp
En octubre de 2013, el Pleno de la Comisión decidió imponer una multa por 132 millones de pesos a los agentes económicos y personas físicas involucradas, además de ordenarles suprimir la práctica.
Los sancionados acudieron al Poder Judicial para interponer, cada uno por su parte, juicios de amparo respecto a esta decisión, los cuales aún se encuentran pendientes de resolución definitiva.
En la investigación se calculó el gasto en los mercados relevantes al prorratear las ventas de pollo a nivel estatal o nacional de los participantes en la colusión de acuerdo con la población de cada ciudad.
Para los casos del DF y el área metropolitana, así como para Veracruz se infirió además el porcentaje correspondiente a pollerías y mercados públicos utilizando la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, en esos casos quedaron excluidos otros canales de venta.
En las tres zonas, la duración de la práctica y los precios de colusión provienen de las publicaciones en los medios de comunicación usados por los participantes en la colusión. Para los casos de Cancún y Chetumal, provienen de las minutas de las reuniones entre los participantes en la irregularidad.
En Córdoba, Orizaba, y Veracruz/Boca del Río se determinó que las empresas Neria, Marver, Agroindustrias, Aca, San Antonio y Bachoco hicieron un acuerdo para fijar precios. La práctica duró 52 días entre 2005 y 2009 y afectó la venta en pollerías y mercados públicos.
Para Cancún y Chetumal, en Quintana Roo, se determinó que hubo un acuerdo para fijar precios entre Crío y Bachoco y también Oxtankah en Chetumal. El acuerdo en Cancún tuvo una duración de siete días y en Chetumal, de 285 días, ambos durante 2010.
“El tamaño y la importancia relativa de los participantes en los acuerdos de fijación de precios difieren entre los distintos casos. Algunos de los participantes son distribuidores locales y otros tienen presencia nacional. El rango de sus ventas anuales se ubica entre 40 y 18 mil 211 millones de pesos”, apuntó la Cofece en su reporte.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS.
LINK: http://www.proceso.com.mx/434926/434926