CIUDAD DE MÉXICO: La mañana del lunes pasado Zeferino Ruiz Mendieta, de 89 años, se encontraba con su hijo Sergio Ruiz García en su casa ubicada en la localidad de Tocuila –en el municipio mexiquense de Texcoco– cuando dos hombres armados irrumpieron en la vivienda, los golpearon, insultaron y robaron dinero y escrituras.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL), los agresores acusaron a los pobladores por su “actuación en las asambleas ejidales”, pues ambos forman parte del grupo que se opone al despojo de tierras en la localidad para la construcción de obras relacionadas con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
“El señor Zeferino quedó con golpes en la cabeza producidos con las cachas de las pistolas, una fractura en su rodilla derecha a causa de golpes con un martillo y otras contusiones en otras partes de su cuerpo, algunas hechas con una plancha de ropa. Sergio Ruiz Mendieta también recibió cachazos en la cabeza y golpes en el rostro, abdomen, tórax y piernas”, denunció esta organización, al recordar que don Zeferino Ruiz “continúa en terapia intensiva”.
El día anterior se reunió la asamblea ejidal de Tocuila, donde el comisariado ejidal Humberto Elizalde “hacía referencias frontales sobre inminentes acontecimientos que involucrarían directamente a los ejidatarios que se oponen a la venta de sus tierras”, aseveró la organización.
El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) se opone a la construcción de la autopista Pirámides-Texcoco, que forma parte del proyecto del NAICM y atravesaría Tocuila, una entidad situada a dos kilómetros de San Salvador Atenco, otro pueblo opositor a las obras aeroportuarias.
Desde el pasado mes de abril se multiplicaron los conflictos entre campesinos y la empresa Cypsa Vise, concesionaria del proyecto carretero.
La empresa promovió dos denuncias contra integrantes del FPDT y obtuvo el respaldo del Ejército para seguir con la construcción. Los pasados 12 y 27 de abril, los campesinos denunciaron que la institución castrense desplegó una tanqueta para proteger a los trabajadores.
Los pasados 18, 19 y 20 de agosto, un grupo de golpeadores quemó un campamento del FPDT y agredió con palos, piedras y tubos a los campesinos inconformes con la carretera. El 14 de ese mes, el comisariado ejidal aprobó la venta de la tierra comunal por el precio de mil pesos por metro cuadrado a raíz de una asamblea ejidal amañada, denunció el FPDT.