domingo, 6 de noviembre de 2016

Stavenhagen y su utopia para México

Rodolfo Stavenhagen llegó a México en 1940 huyendo con su familia del nazismo. Contra viento y marea sostuvo su compromiso con los débiles. Se hizo sociólogo y antropólogo y ha sido un hombre congruente con esa vocación, porque desde muy joven supo que el sistema político mexicano estaba hecho para sostener la explotación. Hoy, con todos los méritos académicos, lo denuncia como hace 50 años: a nivel macro, cuestionando el neoliberalismo; a nivel micro, lamentando la compra de votos.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El tan traído y llevado “crecimiento económico” no está funcionando ni siquiera en los países que han logrado crecer, pues sus beneficios no se extienden a la mayoría de la población. Sólo se reparten entre los grandes consorcios internacionales. Y éstos, en México, se llevan las ganancias fuera cuando les conviene.

Este razonamiento permite concluir al antropólogo Rodolfo Stavenhagen que lo que hace falta en el país es una utopía.
No “parches” a los problemas, como los propuestos por los políticos, sino una visión para saber hacia dónde se quiere ir. Y en razón de ello, pensar en las posibles estrategias.

Una historia singular respalda sus juicios:

Nacido en Frankfurt, Alemania, en 1932, el doctor en sociología por la Universidad de París, Francia, cumplirá 80 años de vida el próximo 29 de agosto. Sonriente y con modestia, pese a los numerosos reconocimientos que ha recibido en su trayectoria, como el Nacional de Ciencias y Artes en 1998 y las becas Fulbright, Guggenheim y Heintz de Estados Unidos, comenta que lo celebrará “casi” en la intimidad de su familia.

Y es que El Colegio de México (Colmex) –del cual forma parte desde 1965 y donde fundó el Centro de Estudios Sociológicos que dirigió entre 1973 y 1976– le brindará una comida, “pero nada protocolario, sin discursos”, hasta ahora no se ha anunciado oficialmente. Ningún homenaje público, ni en esta institución ni en ninguna otra en las cuales ha colaborado.

Conocedor del drama de las comunidades más desposeídas y marginales, especialista en sociología agraria, desarrollo rural, minorías y conflictos étnicos, movimientos sociales y resolución de conflictos, entre otros, fue relator especial para los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas, subdirector general de la UNESCO, secretario general del Centro Latinoamericano de Investigaciones en Ciencias Sociales en Río de Janeiro, Brasil, y profesor e investigador en diversas instituciones de México y el extranjero.

Una vida larga y, siempre, un compromiso.

En agosto se cumplirán también 72 años desde su arribo a México. Llegó en 1940 (cuando el régimen cardenista terminaba) con sus padres, su abuela y una hermana, huyendo de la ocupación nazi en Europa.

En su pequeño cubículo del Colmex, en un mediodía lluvioso cuyos truenos y relámpagos parecen dar énfasis a sus palabras, evoca para Proceso:

“Somos refugiados de la Alemania nazi. Como judíos ya no era posible vivir en Alemania y, felizmente, a mi familia le tocó la suerte de salir de ella en 1936 cuando yo tenía cuatro años. Primero pasamos un par de años en otros países de Europa, donde mi padre trató de establecerse porque pensó que saliendo de Alemania se iba a resolver el problema, no fue así porque el fascismo se extendió por todos lados, había señales terribles de que venía una guerra espantosa.”

Primero la familia llegó a Holanda, donde su padre comenzó a preparar la posibilidad de emigrar a América. Su negocio era la joyería y tenía amigos de su juventud establecidos en México desde principios del siglo XX. Así obtuvieron la visa que les permitió salir de Europa y entrar a México. Y además conseguir el medio de transporte.

No fue fácil. Salieron de Holanda hacia el puerto de Amberes un día de mayo de 1940 para abordar el barco que saldría en la madrugada siguiente. Esa noche los alemanes invadieron Holanda y bombardearon el puerto:

“Yo vi caer las bombas, fue mi primera conciencia sobre la guerra. Felizmente pudimos salir, a pesar de las bombas, el barco zarpó por instrucciones superiores… Era un barco carguero holandés con unos cuantos camarotes, ocho o diez para unos veinte pasajeros, de la línea holandesa Holland-America-Line, ya no existe pero hacía la travesía entre Holanda y el continente americano.

“Nos salvó la vida salir la noche en que los alemanes invadieron. Y en cuatro días acabó la guerra, ocuparon Holanda. Algunos parientes no salieron, mis abuelos paternos se quedaron, murieron en un campo de concentración. Un tío se había casado con una chica holandesa y dijo: ‘Nosotros no nos vamos, este es nuestro país’. También se los llevaron, pero sobrevivieron al Holocausto, estuvieron dos años en un campo de concentración y fueron liberados por el ejército norteamericano en 1945.”

Fue una experiencia difícil. Tiene vivo el recuerdo, si bien como niño no sabía exactamente qué pasaba; pero veía a su madre histérica, los vidrios estallando por las explosiones y oía a los marinos gritar: “¡Abajo, protéjanse debajo de las mesas!” Los conminaban a no quedarse en el camarote por si había que saltar del barco o a los botes salvavidas. Eran varias naves y salieron en convoy, protegidas por barcos de guerra ingleses que los acompañaron por un par de días, pues se decía que había submarinos alemanes dispuestos a atacar:

“No atacaron, pero dormíamos vestidos, con una maleta al lado con lo más indispensable y se hacían ejercicios para practicar el salvamento cuando sonaba la alarma, como las de la defensa civil que ahora se acostumbran aquí en caso de los sismos, pero durante la travesía del barco. Lo recuerdo muy bien porque para los dos o tres niños que estábamos ahí era muy emocionante, pero me imagino que para mis padres no.”

La familia Stavenhagen llegó a Nueva York a fines de junio de 1940 y viajó en coche hasta la Ciudad de México, pues no podía permanecer en ese país, sólo se le permitió el paso por su visa mexicana:

“Realmente no veníamos como refugiados, aunque de hecho lo éramos, sino como inmigrantes… Hicimos como tres semanas de travesía, cruzando parte de los Estados Unidos y entramos a México por Laredo…”

–¿Su visa era de las famosas que dio el embajador Gilberto Bosques?

–No, yo conocí al embajador Bosques aquí en México años más tarde. Tuve el gran gusto y el gran honor de conocerlo cuando ya estaba más grande, retirado del Servicio Exterior. Él todavía daba visas un poco más tarde en el sur de Francia, en Marsella, cuando los alemanes la habían invadido, fue más o menos en la misma época en que nosotros logramos salir de Holanda.
Nacionalizado como mexicano, el investigador volvió a su natal Frankfurt, a la cual conoce bien, para dar conferencias en la Universidad Goethe como un reconocido académico.

Por un ideal

Casi toda su vida la hizo en México. Aquí se desarrolló profesionalmente. Al preguntarle por qué estudió antropología, dice animado: “Ah, eso es muy bonito”. Su padre coleccionaba arte prehispánico y mexicano (su acervo precolombino fue donado a la Universidad Nacional Autónoma de México y se exhibe en el Museo de Tlatelolco del Centro Cultural Universitario Tlatelolco), entonces llegaba a su casa gente interesada en el arte, amigos de su padre como los pintores Miguel Covarrubias y Diego Rivera:
“Mi madre fue amiga de Frida Kahlo, yo la acompañaba a veces a visitarla a su casa y Diego Rivera pintó un cuadro de mi madre. Ese era el ambiente en el que vivía. Ahí conocí a algunos antropólogos que hacían investigaciones en México, no sólo arqueológicas sino sobre la realidad del momento.”

Así entró en contacto con el matrimonio formado por el antropólogo danés Frans Blom y la fotógrafa suiza Gertrude Duby, quienes habían decidido vivir en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Era el verano de 1949 y Stavenhagen acababa de graduarse de la preparatoria y lo invitaron a visitar la Selva Lacandona. Le pareció un viaje fascinante. Pasó unos días en Oaxaca, donde conoció las ruinas de Monte Albán y Mitla; luego hacia San Cristóbal, pasó por Tuxtla Gutiérrez, el Sumidero, Zinacantán y Chamula, y finalmente llegaron en avioneta a la selva donde los recibieron en una finca.

Su padre lo conminaba a seguir sus negocios, pero él se negó, deseaba hacer una carrera universitaria vinculada al país donde vivía. Pensó en estudiar economía, pero lo ahuyentaron las matemáticas y las estadísticas, y optó por “algo más sustantivo en términos de problemas sociales”.

A su casa acudían también frecuentemente exiliados europeos, no sólo judíos, activistas políticos en México. Venían de países como Alemania, Francia, Checoslovaquia y muchos de la España franquista. Se hablaba de democracia, comunismo, de las atrocidades de Franco, y las brigadas internacionales. A su edad de entre 16 y 17 años eso le fascinaba. Algunos europeos proponían volver donde había terminado la guerra para construir “una nueva democracia”. Su padre tuvo ese propósito, pero su madre se lo impidió.
Cuando regresó de Chiapas, Stavenhagen se fue a Chicago a estudiar arte. Tomó clases con el antropólogo Robert Redfield, amigo del danés Frans Blom, quien había investigado en Yucatán y Tepoztlán. Al volver a México, dos años después, decidió definitivamente ingresar a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que estaba junto al Museo Nacional de Antropología, en la calle de Moneda 4, donde está el Museo Nacional de las Culturas:

“Conocí a toda la antropología en su conjunto, los que trabajaban en el museo, los arqueólogos, los antropólogos físicos que medían los huesos, los lingüistas que estudiaban los idiomas indígenas y los antropólogos sociales y etnólogos con que me identifiqué más porque estudiaban las comunidades y los pueblos indígenas, los problemas sociales, la cultura, la organización.”
Iba en su segundo año de carrera cuando comenzó a hacer trabajo de campo. Se construía por entonces la presa Miguel Alemán en el río Tonto, uno de los afluentes del río Papaloapan, en el norte de Oaxaca donde límita con Veracruz. Stavenhagen llegó como asistente del antropólogo Alfonso Villa Rojas, quien había trabajado con Redfield. Se preveía que con esta obra las aguas del río subirían e inundarían a pueblos indígenas mazatecos que habitaban la zona y había que desplazarlos.

“Ahí me comencé a enterar, a mis 21 años, de que todo era muy complejo. El gobierno había decidido hacer eso sin jamás consultar, ni pedirle permiso a los indígenas. Vi mucho drama humano y desde el principio cuestioné la política que era capaz de hacer algo y decir ‘es para el bien de los indígenas, eso es el progreso nacional, las presas son importantes porque van a irrigar, a generar energía eléctrica’. Todo eso, pero ¿para quiénes? No para los indígenas, me di cuenta inmediatamente.”
Recuerda que discutía con sus compañeros de qué lado estaban como antropólogos, si su labor era defender a los indígenas o eran sólo instrumento de un Estado burocrático con un plan tecnócrata para el cual los indígenas representaban un obstáculo.

Con esas inquietudes regresó a la escuela, pero un año más tarde volvió al Papaloapan enviado por el ya desaparecido Instituto Nacional Indigenista (INI). Los pueblos indígenas del viejo Ixcatlán habían sido reubicados en el poblado Nuevo Ixcatlán.
Con 23 años de edad era una especie de “cacique”, residente del gobierno federal en un pueblo indígena, “mandando la vida y suerte de todos”, pues decidía sobre la escuela, la salud, los créditos agrícolas, las obras, las viviendas, la justicia y la política. Fue para él un aprendizaje, en todos los campos. Precisamente en el de la política, recuerda que en unas elecciones fueron a hacer campaña dos candidatos a diputados del Partido Popular de Vicente Lombardo Toledano y del PRI. El priista, le pidió reunir a la gente para dar un discurso. Así lo hizo y al final se le acercó y le comentó:

–Profesor (“me decían profesor, porque yo no era ni ingeniero, ni licenciado, ni doctor, estaba estudiando antropología, pero de profesor no tenía nada”), desde luego usted se va a encargar de que esta gente vaya a votar ¿verdad?. A que voten por nuestro candidato.

El antropólogo se desconcertó, confiaba todavía en “el voto secreto”. Pero el otro le espetó:

“¡No, no profesor! Yo voy a hablar con el maestro Alfonso Caso, en el INI, para que toda su gente nos apoye con nuestra candidatura.”

Fue descubriendo situaciones que perviven cincuenta años después. Cuando decidió estudiar antropología confiaba –como buena parte de los jóvenes– en cambiar no el país, “¡el mundo!” Le tocó trabajar con esa política indigenista, quizá un poco “asistencial”, impulsada en su momento por Caso, como director del INI. El subdirector era Gonzalo Aguirrre Beltrán, a quien “yo admiraba mucho por su contribución intelectual”.

Lo impulsaba la idea de servir al país, a la gente, mejorar sus condiciones, eso “movió a toda una generación. Luego comenzó la crítica, la decepción, la burocracia, la corrupción, los intereses personales”. Eran como el movimiento YoSoy132, “que surgió espontáneamente”. Y había otros movimientos estudiantiles que fueron duramente reprimidos por el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, hubo muertos y los líderes fueron encarcelados.

Se le comenta un video de YouTube donde una mujer confiesa que vendió su voto a los priistas por una despensa de la tienda Soriana, y dice que aunque es “una pequeña migaja” de lo que ellos obtendrán en seis años, al menos ya se la dieron. Y se le pregunta si no tiene la misma impresión de hace 50 años cuando inició su carrera, y por qué cree que la gente apoya al sistema que perpetúa su condición.

Reflexiona un momento, pero no expresa derrota. Ha sentido el mismo compromiso, ya sea en la lucha por la democracia, el movimiento estudiantil o una causa social. Se confiesa, por ejemplo, defensor en su momento del indigenismo, cuando sus compañeros lo instaban a hacer la revolución. Para él, ésa era una revolución en favor de los indígenas, los más pobres y aislados del país. Pensaba que incluso dentro del gobierno podían cambiarse las cosas.

“Luego me di cuenta que eso era una ilusión, pero había que seguir luchando en la trinchera donde a uno le toca.”

Sacar al buey

Recientemente, Stavenhagen dictó la ponencia “Los grandes problemas o cómo sacar al buey de la barranca”, en el foro Los grandes problemas nacionales. Diálogos por la Regeneración Nacional, realizado antes de las pasadas elecciones. Ahí analiza con detalle el impacto del neoliberalismo y establece que el tan anhelado crecimiento económico planteado como meta por las naciones “sigue generando la pobreza, la marginalidad, la informalidad (en la economía) y la desocupación”.

En tanto que en algunos medios se ha señalado que de llegar a la presidencia –si lo avala el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación– Enrique Peña Nieto llevará ese sistema instaurado por Carlos Salinas de Gortari a su culminación, se le pregunta al sociólogo si es posible aún hablar de desarrollo social:

“Sí. Y tenemos que hablar de desarrollo social porque el neoliberalismo está llegando al final de una etapa. Por la crisis mundial que vivimos, se ve claramente que el neoliberalismo a ultranza ha fallado a sus propios defensores en términos de crecimiento, que es lo que más le interesa (el aumento de la productividad y el crecimiento). No se sabe a dónde se va porque se están viniendo abajo las estructuras financieras con un impacto sobre la economía real.”

Desde hace tiempo se vio, continúa, que el neoliberalismo no ha dado respuesta a los problemas de redistribución del ingreso, justicia social y desarrollo equitativo, e incluso algunos de sus defensores como los Nobel de Economía Paul Krugman y Joseph Stiglitz han advertido que de seguir así habrá una catástrofe mundial. No ve en ello el fin del capitalismo y la instauración del socialismo, como se hizo hace décadas en algunos países, pero sí la necesidad de repensar el modelo.

Evoca una reunión reciente con colegas del Colmex, como Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo, donde discutían sobre las elecciones pasadas. El sociólogo hizo ver que en la campaña los candidatos hicieron propuestas para ciertos problemas, como “parches”, pero ninguno presentó un proyecto global de país. Terció Meyer y le dijo: “Tienes toda la razón, necesitamos una utopía, aunque no se cumpla… Saber a dónde queremos que vaya este país y ninguno de los candidatos lo ha desarrollado”.

Stavenhagen respalda la idea no sólo porque “sería muy bonita una visión utópica y poder decir: ‘Ése es el país donde nuestros hijos y nietos deben vivir’. En esa visión se necesita un mínimo de convicción para decir qué estrategias poner en práctica para llegar a la meta”. Por desgracia, dice, la gente no está en eso ni piensa en quién estará en Los Pinos, sino viendo cómo sobrevivir, “vendiendo un voto por una despensa” y “de eso se aprovechan quienes compran los votos”. Hace falta pues una visión alternativa de país.

No es la primera vez que Stavenhagen participa en un foro sobre los problemas de la nación. De los muchos proyectos que ha realizado en su vida menciona dos, resultado de sus encuentros con los gobernantes en turno: La Dirección General de Culturas Populares, con Miguel de la Madrid, en la cual participaron Guillermo Bonfil y Leonel Durán. Cambió la concepción del indigenismo tradicional y abrió la participación de los pueblos indígenas en la defensa de sus propias culturas y existe aún adscrita al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Otro es la Comisión Nacional de Derechos Humanos, surgida de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, que fundó junto con Mariclaire Acosta, Jorge Carpizo y Aguayo. Nació de un encuentro con Carlos Salinas de Gortari, en el cual le habló de los informes de la ONU y organismos como Human Rigths Watch y Amnistía Internacional, respecto de los casos de desaparecidos, tortura e impunidad en México y que él “sabía perfectamente”.

–Si tuviera oportunidad de hablar con el próximo presidente ¿cuál le diría que es el problema más urgente?

–Al que hago referencia en mi libro El problema de la pobreza, de la desigualdad social y económica con todas sus secuelas, pero particularmente en la sociedad rural mexicana, incluyendo la indígena y la campesina.

No todos los campesinos son indígenas, ni todos los indígenas viven en el medio rural, muchos son migrantes en Estados Unidos. Pero hay enorme desigualdad e inequidad entre el México rural y el urbano, entre la llamada clase media y las pobres (le parece absurda la clasificación entre pobreza y pobreza extrema y ve en la idealización de la clase media “un viejo truco de la burguesía para negar las enormes polarizaciones sociales generadas por el sistema capitalista”). Se pregunta a quién engañan con que el crecimiento del país es la solución si no lo es ya en los países que han crecido, y redondea:

“En México tenemos todavía la oportunidad de cambiar de rumbo, pero no es a través de elecciones presidenciales manipuladas… No quiero que se diga que no creo en la democracia y en las elecciones. Sí, que haya elecciones, y que sean democráticas y sean transparentes y sean abiertas, pero eso no es suficiente. Se necesita la visión de país y estrategias de cambio social, político y económico.”

*Entrevista publicada originalmente en al edición 1865 de la revista Proceso del 28 de julio de 2012.





Fuente: Proceso
Autora: Judith Amador Flores
http://www.proceso.com.mx/461547/stavenhagen-utopia-mexico

Falleció Rodolfo Stavenhagen, defensor de los derechos humanos de los indígenas

Reconocido por defender los derechos humanos de los pueblos indígenas, el sociólogo y antropólogo Rodolfo Stavenhagen falleció la tarde de este sábado a los 84 años en Cuernavaca, Morelos, según la Secretaría de Cultura y El Colegio de México.

El secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, escribió en su cuenta de Twitter su pesar por la muerte del célebre investigador y docente y profesor emérito de El Colegio de México, misma institución que por el mismo medio lamentó el deceso. Igual lo hicieron en este espacio el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Tovar y de Teresa redactó:

“Lamento el deceso del doctor Rodolfo Stavenhagen, sus investigaciones serán siempre necesarias en el reconocimiento de los pueblos indígenas.”

En tanto, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH) expresó también en un comunicado su “profundo pesar” por la muerte de Stavenhagen. Y también se lee:

“El doctor Stavenhagen hizo importantes contribuciones a la reivindicación de los derechos humanos de los pueblos indígenas de todo el mundo. Dentro de su connotada e ilustre labor destaca su designación como el primer Relator Especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, cargo que desempeñó con gran capacidad y compromiso de 2001 a 2008.

“Su muerte supone la pérdida de un mexicano universal, no obstante las causas que con gran talento y devoción impulsó siguen vigentes. La ONU-DH expresa sus más sentidas condolencias a la familia, amistades y seres queridos del doctor Stavenhagen, así como a los pueblos indígenas que pierden en él a uno de sus principales aliados, siempre promotor y defensor de sus derechos humanos.”

Igual, Mardonio Carballo, poeta, actor y periodista en náhuatl y español, resaltó en dicha red:

“Triste día para la lucha indígena. Murió Rodolfo Stavenhagen, nuestro huehue querido. Gracias por tu trabajo en favor de nosotros. Buen viaje.”

Sus hijas Andrea y Marina aun no han informado donde de velarán los restos del sociólogo.

Stavenhagen nació en Fráncfort, Alemania, en 1932, y llegó a México hacia 1940, donde realizó estudios de Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Después cursó artes en la Universidad de Chicago. Luego realizó la maestría en antropología social en la ENAH y obtuvo el doctorado en Sociología en la Universidad de París.

Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, docente en la UNAM y profesor invitado en las universidades de Harvard, Stanford, París, Ginebra y de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.

Entre sus obra destacan “Siete tesis equivocadas sobre América Latina (1965)”, “La cuestión étnica, derechos humanos de los pueblos indígenas”, “Conflictos étnicos y Estado nacional, así como Derecho indígena y derechos humanos en América Latina”.

Cabe destacar que fue fundador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, institución donde fue profesor emérito y presidente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), de la cual recibió el título Honoris Causa.

Obtuvo un sinnúmeros de reconocimientos, como el Sourasky en Ciencias Sociales, Butros-Ghali y el Martin Diskin de la Asociación de Estudios Latinoamericanos.

Desde hace algunos años, Stavenhagen vivía en pasado participó en el esfuerzo de varias universidad, entre ellas, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Tejiendo voces, un encuentro para promover el diálogo intercultural.

Además, en 2015 realizó un encuentro al cumplirse los 50 años de la publicación de “Siete tesis equivocadas de América Latina”. En el evento, obtuvo el doctorado honoris causa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Otros reconocimientos fueron el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1997 y fue también relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de los Pueblos Indígenas. Apenas había cumplido 84 años el pasado 28 de agosto.





Fuente: Proceso
Autora: Columba Vértiz de la Fuente con información de Jaime Luis Brito
http://www.proceso.com.mx/461541/fallecio-rodolfo-stavenhagen-defensor-los-derechos-humanos-los-indigenas

La sombra del pacto

El Partido Acción Nacional se debate en una lucha interna. Por un lado los anayistas, y por otro los calderonistas-zavalistas, van en pos de la candidatura a la Presidencia. Y en medio de esa disputa, Enrique Peña Nieto homenajeó a Felipe Calderón en lo que podría interpretarse como la confirmación de un pacto de apoyo del PRI a las aspiraciones presidenciales de Margarita Zavala.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En medio de la cruenta disputa por la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) que ambicionan Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, un hecho insólito ocurrió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM): Enrique Peña Nieto homenajeó a Felipe Calderón, su antecesor en la Presidencia, por su contribución “al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”.

Nunca en los 70 años del ITAM había asistido un Presidente de la República en funciones a entregar un reconocimiento como el que, el martes 1, Día de Muertos, dio en mano a Calderón por ser “un modelo a seguir” para la comunidad de esa institución presidida por Alberto Bailleres González, el segundo hombre más rico de México.

La ceremonia se realizó a puerta cerrada, en día de asueto, con invitación personalizada y sin ninguna difusión –ni para la fuente presidencial–, con el fin de evitar brotes de inconformidad contra Calderón o Peña, quien el año pasado hizo que el Senado otorgara la medalla Belisario Domínguez a Bailleres, con una fraudulenta votación (Proceso 2037).

Mientras Anaya, presidente del PAN, era exhibido mediáticamente por su vida de lujos en Estados Unidos, donde tiene radicada a su familia; al gobernador Moreno Valle le era cancelada por ilegal su propaganda como “nuevo presidenciable” y Zavala convalecía de una operación ocular, Calderón recibió el reconocimiento que le otorgó la Asociación de Exalumnos del ITAM, presidida por Lorenzo Meade Kuribreña.

La distinción no es fortuita: Lorenzo es hermano de José Antonio Meade Kuribreña –galardonado también ese día–, a quien Calderón hizo secretario de Energía y Hacienda, mismo cargo que, desde octubre, ostenta con Peña, luego de haber sido, también en este sexenio, secretario de Relaciones Exteriores y de Desarrollo Social, por cuya trayectoria es identificado como presidenciable.





Fuente: Proceso
Autor: Álvaro Delgado
http://www.proceso.com.mx/461527/la-sombra-del-pacto

Culmina Peña Nieto la privatización del sector petroquímico

Desde 1992 Carlos Salinas de Gortari impulsó la privatización de las plantas petroquímicas, pero el jueves 3 Enrique Peña Nieto le dio la puntilla final al aprobar, sin decreto presidencial de por medio, la pulverización de los cinco complejos del país, que ya no aparecen en la nueva estructura de la empresa Pemex Transformación Industrial.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En el nuevo Plan de Negocios que Pemex dio a conocer el jueves 3 se muestran nuevos esquemas de “asociación, coinversión con terceros o servicios con terceros”, para algunas de las plantas y procesos que conforman los complejos petroquímicos más importantes del país: Cangrejera y Morelos.

Al gerente del Complejo Morelos, Casimiro Álvarez Urbina, ya le llegó la orden del cierre “anticipado” y “definitivo” de la planta de acrilonitrilo que estaba en manos de la empresa brasileña Unigel, como lo establece un oficio fechado el pasado 4 de octubre y del que este semanario tiene copia.

Especialistas en la materia consideran que esas medidas forman parte del “regreso” a Pemex de algunos activos, con el fin de revenderlos en conjunto a la iniciativa privada.

De los cinco complejos petroquímicos mexicanos: Morelos, Cangrejera, Pajaritos, Cosoleacaque y Camargo, los cuatro primeros están en Veracruz y constituyen la principal fuente de trabajo. Carmargo está en Coahuila, no opera desde 2001 y el próximo 10 de noviembre podrían anunciar su cierre definitivo.

Ante este panorama, integrantes de la Coordinadora por la Defensa de Pemex anunciaron que el viernes 11 realizarán una marcha en Coatzacoalcos e intentarán tomar la dirección de los complejos para evitar que los cierren.

Entre las principales empresas interesadas en adquirir las plantas petroquímicas o los complejos en su totalidad está Brasken, propiedad del brasileño Marcelo Odebrecht, quien fue detenido en su país el 19 de junio de 2015 por el caso de Petrobras y acusado de incurrir en sobornos.





Fuente: Proceso
Autora: Jesusa Cervantes
http://www.proceso.com.mx/461531/culmina-pena-nieto-la-privatizacion-del-sector-petroquimico

sábado, 5 de noviembre de 2016

Los sórdidos sótanos del México de hoy

Una revisión periodística de las tragedias contemporáneas que han dejado hondas heridas en el país, como los casos de Ayotzinapa, de la guardería ABC y de la Sonda de Campeche, es compendiada en La ira de México. Siete voces contra la impunidad, con textos de Lydia Cacho, Anabel Hernández, Marcela Turati, Juan Villoro, Diego Enrique Osorno, Emiliano Ruiz Parra y Sergio González Rodríguez, prólogo de Elena Poniatowska e introducción de Felipe Restrepo Pombo. Aquí se adelanta una reseña elemental y fragmentos de esta antología, puesta en circulación por la editorial Debate.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La última década mexicana se ha significado por tragedias sociales cuyos denominadores comunes han sido la corrupción, la indolencia, la complicidad y la denegación de justicia. La ira de México. Siete voces contra la impunidad, de editorial Debate, compendia el trabajo de siete narradores que –provistos de afinadas técnicas narrativas, periodísticas e investigativas–, descendieron a los sórdidos sótanos de esos fenómenos para dar a conocer una realidad que gobiernos de todos los niveles se han empeñado en ocultar o eludir.

El recorrido por los cada vez más extensos senderos del desgobierno, la violencia y la impunidad comienza con “Anamorfosis de la víctima”, de Sergio González Rodríguez, “En las mazmorras del gobierno de México”, de Anabel Hernández, y “Reportear desde el país de las fosas”, de Marcela Turati –ambas reporteras, colaboradoras de Proceso–; continúa con “Confesiones desde la selva mexicana”, de Lydia Cacho, “El sueño de Jesús Fragoso, de Emiliano Ruiz Parra, y “La guerra me hizo feminista”, de Turati, “México: regreso al abismo, de González Rodríguez, y termina con “Niños de la calle”, de Juan Villoro.

De 296 páginas, el volumen cierra con dos apéndices: uno en torno al “Registro de 94 periodistas, locutores y fotógrafos asesinados en México desde 2000”, y otro sobre la organización no gubernamental Artículo 19.

En el Prólogo, Elena Poniatowska anota:

Antes los automovilistas, en su camino a Acapulco, solían detenerse en Chilpancingo a cargar gasolina o reparar alguna llanta ponchada. Hoy Chilpancingo es una ciudad clave que denuncia los atropellos gubernamentales en la voz autorizada de un luchador social de noventa y ocho años, el médico Pablo Sandoval Cruz. A unos cuantos kilómetros de la autopista del Sol se encuentra la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, de la que desaparecieron 43 jóvenes que deseaban convertirse en maestros normalistas.

Desde el 26 de septiembre de 2014, los padres que viajaron a Estados Unidos y a Europa denuncian este crimen de lesa humanidad. Años antes, el maestro Lucio Cabañas, al ver que las autoridades jamás respondían a la necesidad de los jóvenes, escogió el fusil y se remontó a la sierra con unos cuantos campesinos de Guerrero que decidieron jugarse la vida. Lo mismo sucedió con Genaro Vásquez Rojas, maestro de la misma Normal Raúl Isidro Burgos, asesinado el 2 de febrero de 1972. Esta escuela, considerada un nido de guerrilleros, siempre fue satanizada por el gobierno dentro del estado de violencia y narcotráfico que es Guerrero. Gobernadores deshonestos —desde Caballero Aburto hasta Ángel Aguirre— lo llevaron a la catástrofe. Por su culpa, Guerrero es un estado tomado por el narcotráfico, un estado de políticos corruptos y un ejército que ha sido acusado de colusión con el crimen organizado.

A México lo marcan las tragedias que parecen ser exclusivas de la gente marginada, aquellos que los estudios socioeconómicos suelen etiquetar como “grupos vulnerables”.

Lydia Cacho, Anabel Hernández, Marcela Turati, Juan Villoro, Diego Enrique Osorno, Emiliano Ruiz Parra y Sergio González Rodríguez se indignan contra lo que consideramos “una de las mayores tragedias en la historia del país”. ¿Cuántas “mayores tragedias” le esperan a México? ¿Cuántas más habrán de sumarse a las víctimas bajo tierra cuyos cuerpos ahora aparecen en todo el territorio nacional? ¿Cuántas fosas más quedan por encontrar? Del suelo de México y sus esqueletos enterrados estalla el dolor, la rabia de vivir en medio de tanta podredumbre. Nunca sabremos con precisión cuántas son las desapariciones forzadas, cuántos muertos se contabilizan desde que el gobierno de Felipe Calderón inició la fallida, la absurda guerra contra el narcotráfico. Tampoco sabremos cuántas mujeres y hombres perdieron su identidad para volverse un cuerpo más dentro de una de las tantas fosas clandestinas.

* * *

La información es poder y quienes están encumbrados en los cargos públicos la utilizan a su favor. Para el gobierno de México –prosigue Poniatowska–, un individuo que piensa es más peligroso que uno que maneja un arma de fuego. De ahí el desastre de la educación en nuestro país y el desprecio de la cultura, la desconfianza y el ninguneo al intelectual, y la crítica muy bien fundada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que considera a México un país a todas luces indigno y defectuoso.

El 2 de marzo de 2016, la CIDH –tras permanecer del 28 de septiembre al 2 de octubre de 2015 en nuestro país– destacó que en México las desapariciones forzadas son una práctica constante en la que la respuesta del Estado es deficiente. Según el Registro Nacional de datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, “las personas ‘no localizadas’ al 30 de septiembre de 2015 son 26,798”. Otra de las cifras que data del sexenio de Peña Nieto es la de 94,000 asesinatos.

El informe, de más de 200 páginas, resume la violencia que anega al país. Además de nuestros fallidos derechos humanos, “analiza la situación de asesinatos, violencia y amenazas contra periodistas, que hace que México sea considerado como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo”.

Estas “grandes tragedias”, la de Ayotzinapa, la de la guardería ABC, la de la Sonda de Campeche, son el resultado del mal gobierno y la violencia; y las muertes que causa son calificadas de “daños colaterales” por el irresponsable presidente Felipe Calderón. Su estúpida guerra contra el narcotráfico dejó miles de muertos.

James Cavallaro, presidente de la CIDH, fue terminante: “El reto del Estado mexicano es cerrar la brecha existente entre su marco normativo y la realidad que experimenta la mayor parte de sus habitantes cuando buscan una justicia pronta y efectiva”.

El gobierno federal no podía dejar pasar esta “afrenta”. El mismo 2 de marzo se declaró consternado porque el informe de la CIDH “no refleja la situación general del país”, ya que el Estado presume avances en materia de derechos humanos desestimados por la comisión Interamericana. El comunicado es tajante: “En nuestro país no se vive una crisis de derechos humanos…” Claro, ¿qué funcionario del gobierno en su lujosa oficina sabe lo que son los atropellos a los indígenas, los inmigrantes, las mujeres, las jornadas inhumanas de los niños de la calle, los limpiaparabrisas de la Ciudad de México? ¿Quién es más culpable, el corrupto funcionario tras su escritorio o el informe de la CIDH?

La Secretaría de Gobernación, la de Relaciones Exteriores y la Procuraduría General de la República protestaron: “La metodología utilizada por la CIDH para integrar el informe tuvo un sesgo inicial. En lugar de valorar el estado de cumplimiento de las obligaciones del Estado, se enfocó en buscar y reflejar violaciones específicas, tomando en cuenta las problemáticas de seis entidades federativas y llegando a conclusiones sin fundamento”.

Si la CIDH ampliara su investigación a las 32 entidades federativas los números rojos aumentarían y el gobierno de la República tendría que hacer algo más que enojarse. Más que el gobierno, somos nosotros –los mexicanos de todos los días– los indignados. No podemos olvidar Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato y Ayotzinapa en 2014 y 2015.

Quienes participan en La ira de México son periodistas y escritores reconocidos. Villoro apenas cuenta con sesenta años; Osorno empezó a escribir en Milenio; Marcela y Anabel en Proceso. Sus artículos son un referente dentro de la crónica y la literatura mexicana. No sólo han publicado libros de gran circulación, sino que toman partido por la herida que supura: Ayotzinapa, y denuncian a costa de la propia vida un México real y tenebroso.

* * *

Es necesario mencionar que los autores de esta antología no viven ni trabajan en entornos donde quepa esperar responsabilidad por parte de los servidores públicos, o que la información que los órganos del Estado ofrecen sea confiable (dice por su parte Felipe Restrepo en la Introducción). Ellos viven y trabajan en un medio donde deben suponer que las versiones ofrecidas por el Estado como verdad deben ser tomadas con un escepticismo natural. Han sido testigos de primera mano de algunos de los eventos que describen; de hecho, algunos de ellos han sido víctimas de aquellos sucesos. Han entrevistado directamente a las personas involucradas. Han vivido y trabajado junto a estas atrocidades y, gracias a lo que aquí han escrito, son capaces de compartir al mundo el mejor reporte de los hechos tal como ellos lo perciben, y sin su coraje posiblemente esos acontecimientos no habrían tenido ningún impacto en este ancho mundo.

Los periodistas mexicanos han sufrido en carne propia el auge de la violencia y la impunidad. De acuerdo con datos de Artículo 19 –organización independiente dedicada a promover y defender la libertad de expresión y el libre ejercicio periodístico–, durante el sexenio del presidente Calderón cada 48 horas un periodista era agredido. Esta cifra se disparó en los tres años que van de la presidencia de Enrique Peña Nieto; hoy día se agrede a un periodista cada 26.7 horas. Uno de los datos más preocupantes es que alrededor de la mitad de estas agresiones las llevan a cabo sujetos que trabajan para el Estado.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tiene abiertos 433 expedientes por agresiones a medios de comunicación o a periodistas desde 2010. La situación es particularmente grave en Veracruz, Michoacán y Tamaulipas, los estados donde se registran más agresiones, homicidios, torturas y desapariciones. En el 96% de los casos, los periodistas afectados cubrían temas de inseguridad y corrupción relacionados con funcionarios públicos o con el crimen organizado.

Tan sólo entre diciembre de 2010 y febrero de 2016, 19 periodistas veracruzanos fueron asesinados sin que los casos se resolvieran.

Nombres como Regina Martínez, Gregorio Goyo Jiménez y Anabel Flores Salazar se volvieron tristemente emblemáticos como víctimas de los ataques a la libertad de expresión durante el gobierno de Javier Duarte en Veracruz.

Darío Ramírez, exdirector de Artículo 19, señaló a principios de 2016 que México es “el país donde hay más periodistas desaparecidos en el mundo”. Entre enero de 2003 y enero de 2016, esta misma organización registró la desaparición forzada de 23 periodistas; es decir, un promedio de dos periodistas desaparecen al año.

Gracias a mi trabajo como director de la revista Gatopardo he tenido la oportunidad de conocer, leer y editar a decenas de cronistas que buscan retratar las injusticias que se viven en su país. Entre ellos se encuentran Juan Villoro, Lydia Cacho, Marcela Turati, Emiliano Ruiz Parra, Diego Enrique Osorno, Sergio González Rodríguez, Anabel Hernández y Elena Poniatowska: ocho autores extraordinarios que desde la narración se han levantado contra el silencio.

Todos –a pesar de que pertenecen a diferentes generaciones y tienen orígenes muy distintos– han tenido que someterse a la dificultad de producir periodismo narrativo e independiente. Se han enfrentado a los peligros de trabajar como reporteros en zonas inhóspitas sin ninguna protección; han luchado contra la censura oficial y la de diferentes poderes, y se han encontrado con que los medios tradicionales no publican sus trabajos o, si lo hacen, pagan sueldos de miseria.

Los textos que aparecen en este libro no se limitan a explicar. Son retratos vivos, descripciones intensas, escenificaciones precisas de momentos fundamentales de la reciente historia mexicana. Son narraciones estremecedoras, pero que cargan con una responsabilidad enorme.

La labor de los periodistas que aparecen en estas páginas –y todos los demás que no están– es poco gratificante. Implica tomar riesgos vitales y narrativos, y enfrentarse a un mundo donde abundan las incertidumbres. Espero que este libro sirva para que su trabajo sea más difundido. Y para que se conozcan –y se acaben– los sufrimientos de todo México.

Es necesario mencionar que los autores de esta antología no viven ni trabajan en entornos donde quepa esperar responsabilidad por parte de los servidores públicos, o que la información que los órganos del Estado ofrecen sea confiable. Ellos viven y trabajan en un medio donde deben suponer que las versiones ofrecidas por el Estado como verdad deben ser tomadas con un escepticismo natural. Han sido testigos de primera mano de algunos de los eventos que describen; de hecho, algunos de ellos han sido víctimas de aquellos sucesos. Han entrevistado directamente a las personas involucradas. Han vivido y trabajado junto a estas atrocidades y, gracias a lo que aquí han escrito, son capaces de compartir al mundo el mejor reporte de los hechos tal como ellos lo perciben, y sin su coraje posiblemente esos acontecimientos no habrían tenido ningún impacto en este ancho mundo.





Fuente: Proceso
Autora: Olga Pellicer
http://www.proceso.com.mx/461341/los-sordidos-sotanos-del-mexico-hoy

Tras persecución, “levantan” a trabajador del Diario de la Tarde en Iguala

Un grupo armado privó de su libertad a un trabajador del periódico El Diario de la Tarde en pleno centro de la ciudad de Iguala y hasta el momento sigue desaparecido.

El hecho violento se registró ayer por la tarde en las inmediaciones de la calle Ignacio Zaragoza donde la víctima identificada como Ernesto Aranda Arellano, de 36 años, se desplazaba a bordo de un auto particular negro, tipo Jetta.

El vehículo estaba habilitado como unidad de perifoneo para distribuir el rotativo vespertino, que se edita en ese lugar controlado por la delincuencia.

De acuerdo con reportes oficiales, al menos ocho personas armadas que se desplazaban en dos motocicletas y en un auto compacto, interceptaron al voceador y comenzaron una persecución.

Aranda Arellano perdió el control de su automóvil y se impacto contra una casa, ahí fue alcanzado por los agresores, quienes lo sometieron a golpes y se lo llevaron por la fuerza frente a decenas de testigos, refiere el reporte oficial.

El auto donde viajaba el trabajador del rotativo quedó abandonado y posteriormente arribaron al lugar policías estatales y federales, así como soldados que se supone que mantienen la vigilancia y brindan seguridad en Iguala.

En la edición de El Diario de la Tarde se denunció públicamente la privación ilegal de la libertad de su trabajador y hasta el momento se desconoce su paradero.

Familiares de la víctima acudieron a la sede de la Fiscalía General del estado (FGE), para denunciar el hecho y obligar a las autoridades a intervenir.

Ello debido a que en la mayoría de los casos, los funcionarios de la Fiscalía asumen una actitud indolente argumentando que los ciudadanos no denuncian los delitos.





Fuente: Proceso
Autor: Ezequiel Flores Contreras
http://www.proceso.com.mx/461501/tras-persecucion-levantan-a-trabajador-del-diario-la-tarde-en-iguala

Alertan de nuevo phishing contra clientes bancarios

Un nuevo phishing fue detectado por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) que está dirigido a clientes de Banorte.

Con esta alerta, suman 14 los casos detectados por la dependencia de correos falsos.

El fraude consiste en el envío de correos electrónicos en el que supuestamente la institución bancaria bloquea la cuenta por motivos de seguridad y solicita al cliente llenar un formulario colocado en un link que manda un sitio falso y de ahí roban los datos.

El correo indica que luego de llenar el formato un funcionario de Banorte le realizará una llamada para, supuestamente, realizar el proceso de verificación y reactivación de la cuenta.

La Condusef recordó que ni los bancos, ni Visa o Mastercard, realizan verificación de datos de sus clientes mediante correo electrónico, ni por teléfono, por lo que se debe desechar de inmediato el correo.

El phishing es una técnica que utilizan los delincuentes para cometer fraudes, la cual consiste en lanzar miles de correos electrónicos, bajo la premisa de captar datos personales y números de cuentas de tarjetas de crédito o débito de los usuarios.

Finalmente la Condusef hace las siguientes recomendaciones para evitar ser víctima de fraude:

* Evita proporcionar tus datos personales, número de tarjetas o Número de Identificación Personal (NIP) por teléfono o vía email.

* Si requieres hacer una aclaración, comunícate a la línea telefónica del banco o preséntate en la sucursal bancaria más cercana.

* No realices transacciones financieras en computadoras de uso público.

* Utiliza claves fáciles de recordar, pero difíciles de adivinar.

* Cambia tus contraseñas de manera regular.

* Procura utilizar contraseñas diferentes, si cuentas con el servicio de banca por Internet, en más de una institución financiera.

* Desactiva la opción “recordar contraseñas” en el servicio de banca por Internet.

* Procura no apartarte de la computadora cuando tengas abierta una sesión de banca por Internet, ni dejar el token a la mano.





Fuente: Proceso
Autor: Redacción
http://www.proceso.com.mx/461495/alertan-nuevo-phishing-contra-clientes-bancarios

Marchan en SLP a un mes de la desaparición de maestra de danza; no avanza la investigación

Hace un mes que desapareció en esta ciudad la maestra de danza Cinthia Paola Castro Rodríguez, de 26 años y madre de una niña que acaba de cumplir dos, cuya fiesta planeaba con su familia hasta la noche del 4 de octubre, cuando salió de la escuela para niños ciegos y sordos donde impartía clases y fue llevada por una alumna a la parada donde tomaría el autobús a su casa.

Desde entonces no se le ha vuelto a ver.

Decenas de amigos, familiares, alumnos y compañeros profesores marcharon este viernes 4 de noviembre en la capital potosina, exigiendo su localización.

“Cinthia Paola, no estás sola”, corearon en su recorrido por las calles del centro, con cartulinas y mantas en las piden su localización para que regrese con su familia.

Por la mañana, organizaciones civiles como el Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz y padres de otros jóvenes desaparecidos presentaron un escrito ante el Congreso del estado y la Procuraduría de justicia, demandando que los agentes del ministerio público e investigadores que lleven estos asuntos sean especializados en casos de personas desaparecidas, y que el procurador Federico Garza rinda un informe pormenorizado del desarrollo de las investigaciones.

Las exigencias incluyen también el cese de la titular de Alerta Ámber en San Luis, Magdalena Vega Escobedo; la aplicación de los protocolos de la PGR para desaparición forzada, de los protocolos de Alerta Ámber y Alerta Alba en la búsqueda de menores y de mujeres, así como la creación de un banco de ADN, la difusión de los datos sobre todas las personas desaparecidas en el estado y la integración de mesas de trabajo con autoridades y familiares de desaparecidos.

El centro Samuel Ruiz acompaña a los familiares de Cinthia Paola en su búsqueda, como lo hace en los casos de otros desaparecidos:

La niña Zoé Zuleica Torres Gómez, de seis años, quien desapareció de una fiesta de quince años el 27 de diciembre pasado, y los jóvenes Marco Antonio Coronado Castillo (24 años, alumno de mercadotecnia internacional), Julio César Coronado Noriega (17 años, estudiante de ciencias de la comunicación), tío y sobrino respectivamente; Moisés Gámez Almanza (23 años, alumno de ciencias de la comunicación) y Luis Francisco Medina Rodríguez (24 años, ingeniero en sistemas), los cuales formaron parte del equipo de campaña del ex gobernador Fernando Toranzo y desaparecieron unos días después de que éste ganara la elección, el 11 de octubre del 2009, al salir de una fiesta de quince años.

Ninguno ha sido localizado

Hoy Carolina, madre de Zoé Zuleica, y Jessica, hermana de la maestra Cinthia Paola, recorren el país en busca de pistas y de solidaridad para encontrarlas.

Jessica, hermana mayor de Cinthia Paola, cuenta que la maestra es una mujer carismática: todo el que la conoce siente simpatía por ella de inmediato, aunque no aparenta los 26 años con su 1.55 de estatura y su delgadez.

Mientras impartía clases en una academia de ballet, recibió a una niña sorda a quien nadie más quería enseñar. Ella la aceptó, comenzó a investigar cómo ayudar a personas con estas discapacidades, aprendió el lenguaje de señas y comenzó a estudiar Braille.

Fue así como la invitaron a dar clases de danza a niños ciegos y sordos de la Fundación Abres My Lus, cuyos alumnos y profesores acudieron este 4 de noviembre a la marcha para exigir la localización de su maestra y colega.


El cartel que se difunde para la localización de la maestra de danza. Foto: Especial

Una patrulla en su camino

La noche del 4 de octubre, Cinthia llamó a su mamá para avisarle que había salido de dar una clase de pilates y una alumna la llevaba en su auto a la parada del autobús en Constitución y Salvador Nava, donde abordaría el transporte que la dejaría en casa de su mamá para recoger unas cosas antes de dirigirse a su domicilio en la colonia El Aguaje, donde la esperaban su esposo y su hija de casi dos años.

Fue el último contacto que tuvo con su familia. Su madre, hermana y esposo le hicieron varias llamadas que no respondió, antes de que el teléfono celular fuera apagado y se activara el buzón.

Cuando comenzaron a buscarla, sus familiares hicieron el recorrido hasta la parada del autobús. Allí supieron que una patrulla había estado estacionada frente a la parada, ante la Plaza Constitución, en el lapso en el que Cinthia fue dejada por su alumna en el sitio y por casi una hora.

Videos recabados –de cámaras de seguridad oficiales y de negocios particulares– grabaron la presencia de la patrulla, las luces de la torreta y el paso de Cinthia hacia la parada del autobús.

Presuntamente, se trataba de una patrulla de la Policía estatal que había acudido a algún incidente familiar en un domicilio cercano.

Sin embargo, sobre esa patrulla y lo que su presencia pudiera significar para la búsqueda de Cinthia, las autoridades responsables de la investigación han guardado un silencio absoluto.

“Lo primero que nos dijeron cuando hicimos las llamadas al 066 y fuimos al Ministerio público fue que seguramente aparecería porque, o se iban con el novio o se habían peleado con su pareja, sin conocerla, sin saber cómo es, que tiene una hija pequeña, que estaba preparando su fiesta de cumpleaños, que estábamos por asistir a la graduación de nuestro papá. También nos dijeron que a lo mejor estaba detenida o que buscáramos en los hospitales”, recuerda su hermana Jessica.

A las 4 de la mañana del 5 de octubre, la familia estaba en las calles pegando carteles y mostrando las fotografías a cuanto policía o patrullero se encontraban. En dos bares de la zona (el Brasilian y el Blue Sky) hubo quienes les dijeron que habían escuchado un grito afuera, pero al asomarse no vieron a nadie o algo “fuera de lo normal”.

“Dijimos esto a las autoridades pero hasta ahorita no hay nada en el expediente”, señalo Jessica. “Hicimos la denuncia y después, cuando fuimos a revisar el expediente vimos que habían cambiado fechas, omitieron datos. Desde un principio los interrogatorios que han hecho a amigos y familiares se han enfocado a si tenía problemas con su pareja o si andaba con otra persona, pero eso está totalmente descartado”.

Fue la familia la que consiguió los números de las llamadas del celular de Cinthia, lista que entregaron al Ministerio Público señalando cuáles correspondían a la familia y los amigos y cuáles resultaban de números desconocidos. Encontraron números de Saltillo, Cuernavaca y Querétaro cuyo origen ignoran.

“Hubo una reunión con personal de la Procuraduría, de Alerta Ámber, de la Secretaría de Gobierno y nos exigieron a nosotros darles “un chispazo”, un norte o algo que se nos ocurriera para encontrarla… después de que les dimos los números ¿qué hicieron? Estuvieron llamando a toda la familia, investigaron primero a la familia y a los amigos”.

Historias paralelas

Ricardo Sánchez García, abogado del Centro Samuel Ruiz de Derechos Humanos, precisó que en la reunión con autoridades efectuada el 11 de octubre –cuando Cinthia tenía seis días desaparecida– estuvieron presentes funcionarios como el director de la Policía Ministerial, José Guadalupe Castillo Celestino y representantes de la Comisión estatal de atención a víctimas y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

“Junto con el papá y la hermana de Cinthia Paola, pedimos un informe sobre lo que se había hecho y fue obvio que el Ministerio Público no conocía la carpeta, no sabía lo que se había hecho y nos habló de lo que se iba a hacer. Vimos la misma historia de todos los otros casos de personas desaparecidas: no se había investigado nada; no saben cómo hacerlo o no tienen la voluntad. Porque las familias no saben pero tienen la voluntad y terminan como expertas porque tienen que buscar a sus desaparecidos”, expuso.

El representante del Centro Samuel Ruiz recuerda que cuando le preguntó al director de la Policía Ministerial por qué no aplicaba el protocolo de la PGR para casos de desaparición forzada –por la presencia de la patrulla que se ha referido- éste le respondió que no era necesario, “nosotros tenemos más experiencia”, me dijo.

Al transcurrir del tiempo, a la interrogante de quién pudo haberse llevado a la maestra se ha sumado la de dónde estará. “En el expediente ni siquiera hay exhortos para pedir la colaboración de otras procuradurías estatales, hay resistencia a hacer el rastreo telefónico, se desconocen las herramientas jurídicas para hacer intervenciones u otras indagatorias o no se quiere hacer, no se pide nada fuera de la ley”, recalca el activista.

Así, las historias paralelas de Cinthia Paola, de Zoé Zuleica, de los cuatro jóvenes colaboradores de la campaña del ex gobernador Toranzo, tienen puntos de encuentro: “la falta de atención inmediata, un gobierno que quiere invisibilizar los casos, y se revictimiza a los familiares al acusarlos de descuido, o a las víctimas de que se fueron con alguien, pero no se investiga”.

Vigentes en San Luis Potosí siguen otros tantos casos, como el de Mariela Karina, hija de Juana Torres, quien desapareció desde agosto del 2015 luego de ser dejada por el transporte de su trabajo en la parada de autobús del crucero de la carretera 57 y la avenida Gálvez en la capital, con dos meses de embarazo y otra niña que ahora cuida su abuela; o la perito Guadalupe González y su hijo de meses Alan Tadeo, quienes salieron un 26 de octubre del 2014 de su casa porque ella iba a hacer un pago de tarjeta y posteriormente se reuniría con su pareja, de la que se estaba separando, sin que se sepa cómo desapareció.

“Ya revisamos el expediente de Mariela Karina y no se ha hecho nada –se quejó el abogado del Centro Samuel Ruiz–. Mientras más tiempo pase, desaparece el rastro de estas personas. El procurador se contradijo ya en varias ocasiones sobre las cifras de desaparecidos, hay distintos datos de algunas organizaciones. Nosotros hicimos una búsqueda en la página oficial de la Procuraduría y encontramos 47 mujeres, pero nos dijeron que muchas de esas mujeres ya habían aparecido, ¿entonces por qué las mantienen en la lista?”.





Fuente: Proceso
Autor: Verónica Espinosa
http://www.proceso.com.mx/461497/marchan-en-slp-a-mes-la-desaparicion-maestra-danza-avanza-la-investigacion

Entre rechiflas y protestas se instala el Congreso veracruzano

La LXIV Legislatura del Congreso de Veracruz, que tendrá a su cargo la fiscalización de la administración de Javier Duarte de Ochoa, quedó instalada bajo un inusual resguardo y entre protestas y rechiflas.

Ante la protesta del partido Morena, segunda fuerza en el estado, la mesa quedó conformada por María Elisa Manterola Saenz (PAN), nombrada presidenta del Congreso; Dulce María García (PRD) vicepresidenta, y Regina Vázquez Saut (PRI), secretaria.

Los morenistas demandaban un lugar en la mesa directiva, por lo que al no obtenerla, sacaron cartulinas en las que hacían referencia al contubernio entre PAN, PRI y PRD, y otras que se referían a Javier Duarte. Finalmente abandonaron el recinto antes de que concluyera la ceremonia.

La rechifla se suscitó cuando dos ex colaboradores de Duarte de Ochoa fueron nombrados en el pase de lista: Juan Manuel Del Castillo y Vicente Benítez González, éste último extesorero, señalado por tener nueve propiedades en Costa Rica. A partir de hoy ambos gozan de fuero.

En la ceremonia estuvo presente el senador y excandidato a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa.





Fuente: Proceso
Autor: Redacción
http://www.proceso.com.mx/461512/rechiflas-protestas-se-instala-congreso-veracruzano

Histórico, el desfalco de Javier Duarte: Auditoría

Ciudad de México. En el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, la Auditoría Supe-rior de la Federación (ASF) comprobó irregularidades por 35 mil millones de pesos sólo en el manejo de transferencias federales a Veracruz, la cifra más alta que hayamos podido determinar en la historia de la auditoría, que inició funciones en 2000.

El titular de la ASF, Juan Manuel Portal, señaló que ha presentado 54 denuncias de hechos ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quien resulte responsable por 9 mil 500 millones que el gobierno estatal simuló reintegrar a la Tesorería de la Federación.







Fuente: La Jornada
Autores: Roberto Garduño y Enrique Méndez
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/05/comprueba-asf-desfalco-por-35-mil-mdp-a-javier-duarte

Diputados eliminan juntas de conciliación; empoderan al trabajador

Ciudad de México. El pleno de la Cámara de Diputados aprobó sin cambios la minuta con proyecto de decreto de reforma constitucional en sus artículos 107 y 123, eliminando así las juntas de conciliación y arbitraje, y promoviendo la secrecía y libertad sindical.

Los legisladores se allanaron a la minuta enviada por el Senado de la República que dictaminó la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, quien dio por llamar a su propuesta, reforma en materia de justicia laboral.

Así se establece la obligación de acudir a centros de conciliación, antes de proceder a los tribunales laborales definiendo las características de tales centros.

Los cambios promovidos en el ámbito constitucional definen criterios para designar a los integrantes de los tribunales laborales, y la vez consignan los principios que regirán los procedimientos y requisitos de los procesos laborales. El alcance del voto personal es libre y secreto para los trabajadores.

De esta forma también se obliga a acreditar (a los líderes sindicales) que cuentan con la representación de los trabajadores para la celebración de un contrato colectivo de trabajo.





Fuente: La Jornada
Autores: Enrique Méndez y Roberto Garduño
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/04/diputados-eliminan-juntas-de-conciliacion-empoderan-al-trabajador

Peligra abastecimiento de agua por tala comercial en Nevado de Toluca: experto

Ciudad de México. La aprobación de la tala comercial al bosque del Nevado de Toluca provocará problemas de abastecimiento de agua por tratarse de una zona vital de recarga para los mantos acuíferos, advirtió Pedro Moctezuma Barragán, responsable del proyecto Sierra Nevada de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En entrevista comentó que el plan de manejo presentado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) forma parte de una tendencia preocupante que afecta la sustentabilidad de la región. El pasado 21 de octubre se autorizó la tala comercial de 17 mil hectáreas equivalentes a 33 por ciento de esa reserva natural declarada como Parque Nacional en 1936.

“La decisión de la Secretaría indica una dinámica que se repite a nivel nacional en donde se han dejado de defender los ecosistemas y las áreas naturales protegidas para entregarlas a la explotación en una lógica extractivista”. Lo anterior se acompaña de un importante recorte presupuestal para los programas forestales y los problemas relacionados con el agua, aseveró el investigador del Departamento de Sociología.

Moctezuma Barragán también recordó que esta zona está conectada al sistema Cutzamala que abastece de agua a la Ciudad de México. “No sólo se abre la puerta para la expropiación de los bienes maderables, sino también para la minería tóxica en áreas naturales en otros lugares del país”.

El doctor en planeación y desarrollo por la Universidad de Liverpool manifestó que con ello la Comisión Nacional de Áreas Protegidas está extralimitando su mandato, y consideró que una propuesta para revertir estos efectos es la ciudadanización de este manejo por medio de la Ley de Aguas Ciudadana para defender las cuencas y los acuíferos.

En enero de 2013 la Comisión había reconocido que luego de más de 70 años de depredación el Nevado de Toluca sufrió la desaparición de enormes extensiones de bosque convertido en tierras para cultivo. Aunado a ello, se reportó un decremento en el número de especies silvestres de flora y fauna, la merma de manantiales, además del aumento de la erosión.

La superficie que ahora se abre a la tala comercial es de las más importantes, ya que posee lava, algo que no existe en otras zonas. En la última década se había logrado mantener gracias a la participación social de las comunidades cercanas.

Moctezuma Barragán recomendó corregir el rumbo de estas políticas para evitar la pérdida de esta masa forestal tan importante y, por el contrario, impulsar su regeneración.

El especialista en medio ambiente y desarrollo sustentable señaló que la medida afectará significativamente la supervivencia de la fauna, algo que el paradigma de gestión actual debiera considerar.

El gobierno debe otorgar a la población la oportunidad de defender la biodiversidad del país y sus ecosistemas, de modo que se fortalezcan los servicios ambientales de manera primordial en todo el centro del país, finalizó.





Fuente: La Jornada
Autor: Redacción
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/11/05/peligra-abastecimiento-de-agua-por-tala-comercial-nevado-de-toluca

El crimen organizado opera como brazo armado de las mineras en Guerrero

En la sierra de Guerrero, entre la Costa Grande y la Tierra Caliente, decenas de poblados y núcleos ejidales se encuentran abandonados o en poder de la delincuencia organizada. Están prácticamente deshabitados, salvo por los pobladores que aceptaron o fueron obligados a trabajar para los criminales. Manuel Olivares, director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), con sede en Chilapa, Guerrero, describe la situación con elocuencia.

Señala que detrás de esta condición están los intereses de las empresas mineras, tanto trasnacionales como nacionales. La delincuencia organizada opera como brazo paramilitar de ellas. Aunque no existe un registro completo de los afectados, se trata de centenares de familias en circunstancias trágicas, muchas de ellas dispersas en la entidad, el resto del país o en Estados Unidos.

En la llamada región Sierra de Guerrero hay comunidades deshabitadas por completo, en los municipios de San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Arcelia y Coyuca de Catalán, refiere Olivares. La Laguna, por ejemplo, se encuentra deshabitada desde 2011. Lo mismo en las partes serranas de la Costa Grande, en los municipios de Petatlán, Coyuca de Benítez y otros.

Entrevistado por La Jornada, Olivares destaca sin ironía alguna: Casualmente, en todas esas localidades existen varias concesiones mineras que no se habían podido instalar a causa de los ejidos y poblados que se resistían. Casi todos los ejidos que actualmente sufren ocupación de la delincuencia organizada se habían negado a titular sus parcelas con los programas de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede) y el de Certificación de Derechos Comunales (Procecom) del gobierno.

Para las mineras resulta más sencillo operar en tierras despobladas que lidiar con asambleas ejidales y comunitarias, así que los ejidos fueron dispersados. Comisariados y delegados ejidales han huido con sus familias, al igual que los demás ejidatarios o comuneros. Muchas veces dejan atrás la documentación del territorio que tienen. En los hechos se volvieron tierras desocupadas, algunas hace más de cinco años. De acuerdo con la ley, si nadie las habita ni trabaja, se consideran abandonadas.

Un caso: Guajes de Ayala. Salieron casi todos, incluidas sus autoridades. Ahora no tienen documentos que prueben su calidad de ejidatarios. Pero “no toda la gente dejó los anexos. De 16 mil hectáreas, sólo 5 mil están sin dueño. En las otras, la gente que se quedó paga ‘impuesto’ o trabaja para las organizaciones criminales”, agrega el director del Centro Morelos, el cual lleva decenas de casos de desaparición en la región, todos en el contexto de la invasión de la delincuencia organizada. Las familias que buscan a sus hijas e hijos suman decenas.

“Las mujeres son un verdadero botín de guerra. Ahí ve uno a las muchachitas viviendo con los narcos. Las mujeres y los niños son los que más sufren; no queda ningún código de honor, ningún derecho. Los hombres y jóvenes sirven para el sicariato, cultivan amapola o mariguana, les trabajan”.

Olivares expone que otro factor de esta situación desesperada es “la lucha entre las organizaciones criminales por el control de territorio y la ‘necesidad’ que tienen de mayores extensiones de tierra. Y como también requieren mano de obra, incorporan la población al grupo o le exigen recursos económicos. Por eso tantos se van; es insoportable”.

La dispersión de las comunidades llega ser total. Algunas decenas de familias se han refugiado en otros municipios de Guerrero. Pero son incontables las familias que migraron a Michoacán, Jalisco, Baja California o Estados Unidos, y ahora son jornaleros. El Centro Morelos trabaja ahora con grupos de nueve, 16 o 34 familias desplazadas en la misma entidad, que reclaman sus tierras y el derecho a vivirlas y trabajarlas.

A la pregunta de si se trata de comunidades indígenas, Manuel Olivares responde terminante: No lo son. Los lugares abandonados estaban habitados por campesinos mestizos o pueblos que dejaron sus lenguas y costumbres hace tiempo. Resulta más fácil que ellos abandonen sus ejidos. Los pueblos indígenas tienen una cosmovisión diferente respecto de la tierra y la oposición a las minas y la delincuencia organizada. En las comunidades indígenas de la Montaña, la Sierra y la Costa se han formado policías comunitarias para contener la delincuencia y la minería.

Así, las comunidades indígenas se defienden y no abandonan tan fácil sus lugares en estas y otras regiones de Guerrero, también asoladas por la delincuencia y codiciadas por las mineras.





Fuente: La Jornada
Autor: Hermann Bellinghausen
http://www.jornada.unam.mx/2016/11/05/politica/018n1pol

#LordCinismo Acostumbrarnos a que la gasolina y la luz suban o bajen, pide SE

Los consumidores mexicanos deberán acostumbrarse a que el precio de los combustibles y la energía eléctrica se muevan a la baja y a la alza según las cotizaciones en el mercado internacional, aseguró este viernes Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.

Que una economía funcione en relación con indicadores de mercado es fundamental, dijo Guajardo al participar en el Segundo encuentro: Integración iberoamericana y la Alianza del Pacífico, organizado por el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) y la Fundación Iberoamericana Empresarial.

Guajardo explicó que en 2012 el país tuvo 70 alertas críticas por falta de abasto de gas en la zona centro y occidente del país, que obligó a varias empresas a parar sus operaciones. Aseguró que esa circunstancia se presentó porque no había planeación de gasoductos para impulsar el desarrollo. Hoy, dijo, gracias a la reforma energética y al desarrollo de infraestructura, al cierre de este sexenio –en 2018– se habrá duplicado la capacidad de transportación de gas y estará garantizado el suministro de ese insumo. A la vez, aumentará la capacidad de generación de electricidad en plantas de ciclo combinado (que utilizan gas), lo que disminuirá la generación a partir de combustóleo, que es más contaminante.

Es clarísimo, dijo, crear condiciones de mercado para el abasto de combustibles y electricidad. Efectivamente, a lo que vamos a tener que acostumbrarnos los mexicanos es que el precio de las gasolinas refleje los precios internacionales; a lo que vamos a tener que acostumbrarnos es que el efecto de la producción de electricidad vía gas también refleje los precios del gas, añadió.

Es mucho mejor, consideró, que los mercados sean eficientes en términos del costo de los recursos porque cuando los precios (del gas) están abajo nos beneficiamos de tarifas eléctricas reducidas y tenemos que impactar los ajustes en los costos de los insumos internacionales. Eso es lo que queremos, que una economía responda a esos precios.

La transición en cualquier reforma –como la que liberalizará los precios de la gasolina a partir de 2017– no es fácil, añadió, pero preferimos un país que se compromete con condiciones de mercado, que invita a la inversión extranjera a poder desarrollar sus capacidades productivas y que eventualmente sus mercados funcionen como tienen que funcionar.





Fuente: La Jornada
Autor: Roberto González Amador
http://www.jornada.unam.mx/2016/11/05/economia/022n2eco