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Nuevo León se encrespa y doblega al “Bronco”

El gasolinazo activó la inconformidad en Nuevo León y terminó con el escaso capital político del otrora candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. El jueves 5, cerca de 20 mil ciudadanos se concentraron en la Macroplaza y le gritaron sus inconformidades al mandatario por las innumerables promesas incumplidas, en particular la supresión de la tenencia vehicular, y los aumentos decretados durante su primer año de gestión.

En menos de un año, el capital político cosechado por Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se diluyó. Las muestras de simpatía han sido borradas por sus yerros como gobernador independiente. Hoy, los nuevoleoneses están indignados no sólo por sus promesas de campaña incumplidas, sino por las alzas e impuestos decretados por su administración.

Pero fue el gasolinazo el que detonó la inconformidad generalizada. El jueves 5 por la tarde, alrededor de 20 mil personas se concentraron en la Macroplaza de esta ciudad para expresar su indignación por los agravios acumulados… Y todo se salió de control.

Al filo de las 18:00 horas un grupo de jóvenes dañó la puerta de acceso al Palacio de Gobierno y quebró los vitrales históricos de la fachada, mientras otros participaron en una treintena de saqueos a negocios en Monterrey y Apodaca. Hubo 182 detenidos, 15 lesionados, incluidos seis periodistas, y 13 vehículos dañados.

La megamanifestación, convocada por el fundador del Congreso Nacional Ciudadano, Gilberto Lozano, fue la máxima expresión de inconformidad de noviembre –cuando El Bronco fue calificado de traidor y mentiroso porque no suprimió de manera gradual el impuesto de tenencia vehicular como había prometido– a la fecha.

El viernes 6 El Bronco anunció que acataría la voluntad popular. Se comprometió a reconfigurar el presupuesto, a disminuir el monto de la tenencia, como lo prometió, y a mantener las tarifas de transporte público, pese a la demanda de los empresarios. Declaró que prefería un estado con menos recursos, pero en paz.

También despejó las dudas sobre sus aspiraciones presidenciales para 2018: “No estoy pensando en ningún futuro político. Ustedes son los que han inventado que quiero tener futuro político. He reflexionado siempre que mi trabajo está aquí en Nuevo León; que si resuelvo los problemas de aquí tendré futuro político”.

Los impuestos

La inusual movilización ciudadana del jueves 5 retrotrajo al Bronco a los tiempos de campaña cuando, en abril de 2015, escribió en su cuenta de Twitter @Jaime RdzNL: “Quitaremos la tenencia, esto no es una propuesta, es un compromiso con ustedes”. Y adornó el mensaje con una leyenda que decía “Tenencia: pagarla o comer bien a la semana”.

En 2011, algunos estados determinaron desaparecer el impuesto de la tenencia vehicular por considerarlo impopular e inútil. Nuevo León decidió conservarlo.

En octubre de 2015, cuando tomó protesta como el primer gobernador independiente y contaba con una inusual popularidad, ofreció disculpas al público porque, dijo, sería irresponsable desaparecer ese impuesto.

Su principal argumento fue que “desconocía” la deuda heredada por Rodrigo Medina, cercana a los 100 mil millones de pesos. Tan sólo en el gasto corriente, expuso, recibió la administración con un déficit de 6 mil 200 millones de pesos.

Apenas asumió el cargo, El Bronco envió al Congreso local el proyecto de presupuesto 2016, en el que pidió a los diputados le permitieran seguir recibiendo los 2 mil 300 millones de pesos que le redituaba el gravamen por el cobro de ese impuesto. Y ellos le respondieron que lo obligarían a mantener la congruencia.

Al año siguiente presionó a los diputados para que mantuvieran el impuesto, y éstos lo avalaron, incluido el PRI. El Bronco resintió solo el golpe político. Al final, convino con los legisladores que el pago de la tenencia se reduciría 20% a partir de 2016 para los vehículos fabricados de 2010 en adelante; para 2017 sería de 50% y en 2018 desaparecería. Pero, el mandatario no ha cumplido.

Durante la discusión sobre el presupuesto 2017, El Bronco comenzó a pregonar que el estado está quebrado y no puede prescindir de los recursos que le reditúa la tenencia. Quitar 30% extra a lo que se cobra, declaró, significa dejar de recibir una buena partida, muy necesaria para la entidad.

El 16 de diciembre El Bronco compareció en el pleno del Congreso para exponer las causas por las que se negaba a cumplirle a la ciudadanía. Expuso que el estado estaba en peligro del naufragio y los criminales podrían ganar la batalla si no se le otorgaban 250 millones de pesos para conservar 500 policías militares y 300 de la Gendarmería, así como otros 250 millones para dar manutención a un batallón de 500 policías federales.

Admitió que se había comprometido a eliminar el gravamen de la tenencia, pero no dijo cuándo. El priista Andrés Cantú, presidente del Congreso local lo acusó de traidor y le recordó su compromiso de campaña.

“A nombre de todos mis compañeros diputados –dijo–, le expreso que su posición representa una posible traición a los ciudadanos y debe entender usted que, de aprobarse, asumirá totalmente el costo político y reiteramos que lamentamos esta situación.”

Al final, los legisladores acordaron que sólo pagarán tenencia 273 mil de los más de 2 millones propietarios de vehículos de la entidad. Quienes paguen ante la Tesorería en enero, dijeron, tendrán descuento del 20% adicional.

La administración del Bronco también aplicó un incremento de 50% del Impuesto Sobre Adquisición de Inmuebles, incrementos a los valores catastrales en los municipios; así como uno de 10% a los casinos por ingresos del juego, de 50% al impuesto Sobre el Hospedaje.

Las manifestaciones

El 20 de diciembre comenzaron las protestas. Encabezados por Lozano, 500 ciudadanos marcharon hacia el Congreso del estado y lo clausuraron con cadenas y candados. Colocaron también una manta con el rostro del gobernador y de los legisladores con la leyenda “Alí Babá y los 42 ladrones”, y le arrojaron jitomates.

De ahí se dirigieron al Palacio de Gobierno, a unos pasos del Congreso, y quemaron en el patio un monigote con la imagen de Mickey Mouse que tenía pegada una foto del mandatario.

Varios manifestantes subieron a la oficina del Bronco –quien no estaba en la ciudad– e ingresaron por la fuerza. Rompieron un vidrio y apartaron a un policía que se encontraba en el lugar. Lozano y los demás comenzaron a gritar “rata”, “poco hombre”, “rajón”, en alusión al ausente.

La inconformidad creció. Y el jueves 5 por la tarde llegó a su clímax. La gente tomó las calles al grito de “¡Fuera El Bronco!” y “¡Fuera Peña!” Frente al templete de la Macroplaza se instaló un grupo de encapuchados. Algunos agitaban banderas negras de Acción Antifascista e interrumpían a los oradores y les arrojaban papeles, incluso comenzaron a retar a los elementos de la Fuerza Civil, quienes estaban desplegados y sin armas alrededor de la plaza.

Lozano les pidió calma y solicitó a uno de los enmascarados que subiera al templete y hablara. Y lo hizo, pero otros inconformes también subieron. Uno de ellos arrojó el micrófono a la multitud. El desorden se generalizó y los organizadores desaparecieron.

Sin control, los jóvenes que estaban al frente tomaron las vallas antimotines y las usaron como arietes para intentar derribar la Puerta del Palacio, tras la cual había unos 100 guardias, coordinados por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Cuauhtémoc Antúnez.

La puerta resistió los embates. Los jóvenes usaron el enrejado para destrozar unos 10 vitrales de la fachada del inmueble con las imágenes de los próceres patrios. Desde adentro, los policías comenzaron a arrojar líquido irritante a los jóvenes enardecidos. Luego decidieron salir y formaron un escudo en la entrada.

Los inconformes se fueron hacia la calle Zaragoza, a un costado del Palacio, donde volcaron tres vehículos de los reporteros de Multimedios, Tv Azteca y Televisa.

Varias personas fueron detenidas.

Los saqueos

De manera simultánea, una tienda Famsa ubicada en avenida Cabezada y avenida Colosio, en la zona de Solidaridad, en el norte de Monterrey, fue saqueada por decenas de jóvenes.

Lo mismo pasó en el Walmart de avenida Las Torres, en el sur de la capital, y una tienda Elektra en Apodaca. También hubo reportes de vandalismo en establecimientos de la calle peatonal Morelos, en el centro de la capital.

Mientras Nuevo León se convulsionaba, El Bronco estaba en su casa.

Aldo Fasci, vocero de Seguridad del estado, declaró que entre los detenidos había algunos de los presuntos reventadores que hablaban “como los del centro del país” y eran ajenos a los grupos de la localidad.

El viernes 6 por la mañana, El Bronco convocó a los medios para pedir una tregua a la ciudadanía.

“No habrá ningún incremento en la tarifa del transporte público, ni a ningún impuesto del gobierno, y las contribuciones que el gobierno ha pedido en el paquete fiscal 2017 serán reconsideradas en la medida que nosotros vayamos viendo de cuáles podemos prescindir”, expuso.

Y añadió: “Quiero pedirle a los ciudadanos de Nuevo León que tengan tranquilidad y confianza. Vamos a salir adelante. La puerta de mi oficina está abierta. Hoy estamos revisando el paquete fiscal… pero prefiero un estado tranquilo y en paz, aunque tengamos que sacrificar el crecimiento.”

Por principio, dijo, no habrá aumento en el transporte de pasajeros, autobuses y taxis, pese a la demanda empresarial.

Y respecto a la tenencia vehicular –el más impopular de los impuestos–, El Bronco dijo que el descuento será de 40% para quienes lo paguen este mes. Y se comprometió a desaparecer el gravamen en 2018.

El viernes 6, un día después de los destrozos y con su popularidad por los suelos, El Bronco dijo también que renunciará a los otros impuestos para garantizar la seguridad.





Fuente: Proceso
Autor: Luciano Campos Garza
http://www.proceso.com.mx/469268/nuevo-leon-se-encrespa-doblega-al-bronco

La historia de cómo inventaron un cuento para tirar un pueblo porque había cobre, oro y plata

Les dijeron que había una falla geológica en el pueblo y que se tenían que mudar. La realidad es que hay una mina en sus pies y Carlos Slim tiene planes de hacer un tajo a cielo abierto para extraer cobre, oro y plata. El 23 de diciembre se hizo su voluntad y la policía llegó con buldozers para destruir todo el pueblo, casas, escuela y derechos humanos. Aquí la historia…

Salaverna está ubicado en el municipio de Mazapil, en el estado de Zacatecas. Su extensión territorial es de 4 mil 650 hectáreas y es habitado por 20 familias–antes eran 40–, quienes desde diciembre pasado luchan para evitar la extinción del pueblo, luego de que el Gobierno de Alejandro Tello Cristerna concediera una concesión a la minera Frisco–Tayahua, propiedad de Carlos Slim Helú, uno de los hombres más ricos del

mundo.

Este es el cadáver de un pueblo en el que habitaban más de 40 familias. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Esto que ves aquí era la escuela.

Era.

Aquel era el molino.

Era.

Esto era la agencia municipal, con su juzgadito y todo.

Era.

Aquella la plaza principal y su fuentecita.

Eran.

Esa montaña de piedras era la iglesia.

Era.

Ya estaba agrietada la iglesia, pero no para eso todavía,

“Cuando el hundimiento, la iglesia se agrietó”, dice Roberto.

Aquellas ruinas que ves allá eran casas, las casas de los pobladores.

Eran.

Y ese de ahí era el salón sindical, que después fue sala de cine.

Era.

Mira ahí se ven las rodadas de la máquina.

Llegaron y tumbaron todo, dice Roberto.

Esto era una biblioteca donde sobresalen libros sobre paz, democracia y derechos humanos. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Roberto está parado sobre lo que hasta hace algunos días, la víspera de la Navidad, era Salaverna con su escuela, su molino, su agencia municipal, su plaza principal, su iglesia, sus
casas, su salón sindical. Y dice que no, que esta vez no fue la naturaleza.

Fueron la minera Frisco – Tayahua de Carlos Slim Helú, uno de los hombres más ricos del mundo, y el Gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna.

“Ya es mucho que un Gobernador ordene que se haga esto. Ya no está actuando como administrador del pueblo, sino como administrador del capital. Es lo peor que le puede pasar a un país: tener gobernantes que estén dominados por los capitalistas“, dice Roberto.

Desde entonces Salaverna parece la foto de una zona de guerra, de un pueblo azotado por un terremoto poderoso.

Se me ocurre que Salaverna es como Afganistán, después de un bombardeo.

Salaverna es así:

Cuatro mil 650 hectáreas de barrancas parduzcas y montañas de pinos, con sus casas en ruinas y sus cerca de 20 familias que, a pesar de esta catástrofe provocada, dice Roberto, de estos atentados terroristas, más tarde sabré por qué, se resisten a salir de aquí.

A pesar de que ya, de Salaverna, no queden más que los puros derribos.

Es un mediodía tenue, las nubes cenicientas volando en el índigo, el viento crudo bramando entre las ruinas.

Fúrico.

Mientras camino dando trompicones entre los despojos de Salaverna, pienso que es como si sobre este pueblo, municipio de Mazapil, en el norte zacatecano, se hubiese cumplido aquella profecía dictada por Jesús de Nazaret hace 2017 años:

“De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. (Mateo 24:2).

Y Salaverna es eso, un montón de piedras.

De polvo.

Un pueblo enterrado bajo sus propios restos: sus entrañas, sus cartílagos, sus huesos, su piel.

Escombros, sobre los que aún se cierne otra profecía: la profecía mundana lanzada hace unos años por la minera Frisco – Tayahua de abrir, encima del cadáver de Salaverna, un tajo a cielo abierto para la extracción de cobre catódico de alta ley, me contarán sus pobladores.

Entonces sí que de Salaverna no quedará piedra sobre piedra.

Esto quedó del altar de la iglesia construida en 1940. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Aquí estaba el altar de la iglesia, -dice Roberto -, construida hacia 1940, era de mármol el altar.

Ahora está enterrado. No queda nada.

“Perros desgraciados”, estalla Miguel Sánchez, un lugareño que viene con nosotros.

Allá están, arrumbadas, las cruces de las cúpulas, son dos cruces de fierro que apenas y sobresalen entre la destrucción.

Acá era el cuarto donde se quedaba el sacerdote.

Y este parece un florero, sí mira es un florero, está enterrado.

Estaba bonita la iglesia, dice Roberto.

Aquí mismo fue donde Daniela Monserrat Sánchez Zamarripa, una vecina que se nos ha unido en la caminata, hizo su primera comunión, dice, también aquí la bautizaron.

“Es una profanación fea para nosotros los católicos, aunque el señor obispo de Zacatecas
haya dicho que está bien que la hayan tumbado”.

Y esta era la biblioteca de la escuela, donde Roberto terminó su primaria.

Se llama “Vicente Guerrero”.

Se llamaba.

“¿Crees que no nos va a doler?, Esto es lo que han hecho con nosotros”.

Aquí un Atlas del Mundo, un Enciclopédico Universal y libros, libro, libros de texto, y encima de los libros de texto Salavema.

Roberto está contando que cuando los exterminadores, unos 60 policías estatales y ministeriales, varios funcionarios de Protección Civil y dos bulldozer, tumbaron todo aquí, al amanecer del día 23 de diciembre del año pasado, llevaban arrastrando un busto de Miguel Hidalgo, “El Padre de la Patria”, que había en la escuela, “lo llevaban en rastra por ái, así, con una cadena, por ái lo dejaron”, dice Roberto.

Y pregunta si acaso no es esa una falta de respeto para los símbolos patrios.

Y yo pienso que sí.

Días después le llevaron a Roberto los hilachos de algo que parecía una bandera.

Era la bandera de la escuela que quedó desgarrada cuando la máquina le pasó por arriba, durante la demolición.

Roberto hurga entre los derribos de la biblioteca y encuentra tres como cuadernillos con tapas que dicen “Justicia”, “democracia”, “libertad”, las letras redondas, a colores.

“’Justicia’, ‘democracia’, ’libertad’”, – lee Roberto -, las cosas que a nosotros nos están quitando. No se aplica la justicia, no hay democracia y también nos están robando nuestra libertad de pensamiento y de acción”.

Esta era la iglesia, aquella la escuela, eso el salón sindical y allá la máquina.

“La que hizo el desmadre aquí”.

Dice Roberto y señala un bulldozer parado junto al tiro de la mina subterránea que, desde hace años, opera en Salaverna la compañía Frisco –Tayahua, del millonario Carlos Slim.

Roberto narra que ya fueron con la Procuraduría y con Derechos humanos pero no han tenido respuesta. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Le pregunto a un minero que recién salió del tiro y está a punto de irse en su viejo Nissan, que
qué piensa de lo que pasó aquí.

El minero me responde con otra pregunta: que cómo va darle patadas al pesebre si la empresa le está dando de comer, dice y se va.

Roberto de la Rosa Dávila, sesentaitantos, espigado, moreno, correoso, bigotes nevados, el delegado municipal de Salaverna, está sentado ahora sobre las piedras que, por casi ocho décadas, fueron la iglesia de este pueblo.

La iglesia de piedra que hombres tardaron en levantar y las máquinas de Slim arrasaron en nada.

Roberto sentado sobre los restos de Salaverna y a mí se me ocurre que si estas piedras hablaran tendrían historias para contar.

Todo vino tan rápido, tan de sorpresa, tan de sopetón, que la gente de Salaverna no pudo hacer nada, más que mirar cómo las máquinas tiraban sus casas, el pueblo, todo.

Lo primero que se ve al entrar en Salaverna son los escombros de la casa de Juan Hernández, “El Pequeño”, y a un lado Juan y María, su mujer, sentados en dos sillas a la intemperie, como dos desvalidos.

Juan y su esposa llegaron a Salaverna y encontraron puro escombro de su casa, ahora viven debajo de este toldo. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Ese día, el día de atentado, Juan, estaba en Mazapil, durmiendo, cuando los toquidos del miedo lo sacaron de sus sueños.

Era Leticia Mendoza, su vecina.

Le avisaba que unas máquinas andaban tumbando las casas allá arriba, en Salaverna.

De camino al pueblo Juan se topó con un piquete de unos 100 policías resguardado la carretera, traían escudos, miraban feo, no los dejaban pasar a nadie.

Lo primero que vio Juan cuando llegó a Salaverna fue su vivienda hecha añicos, polvo, piedras, como una tumba, y debajo, sepultados, enterrados, sus muebles.

Ma. de los ángeles narra que estaban dispuestos a tumbar su casa con su esposo adentro, pero ella logró evitarlo. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

“Nos dicen tercos, que esto era lo que queríamos que pasara”, dice Juan.

Y yo no creo que lo que Juan quería era vivir en un toldo, Juan vive en un toldo con catre y unos cartones que hacen de cama y dos sillas, esperando, esperando, esperando: no sabe qué, algo, lo que sea.

Ese día, el día del atentado, los policías llegaron golpeando y escupiendo amenazas sobre la gente de Salaverna.

Parecían endemoniados.

Patearon la puerta de la casa de doña Micaela Zamarripa Hernández y sacaron sus muebles a la calle.

Que se saliera, le ordenaron, porque iban a tumbar su casa.

También le pegaron a su hijo.

Y al hijo de doña María de los Ángeles Guevara.

60 policías con 2 buldozers llegaron el 23 de diciembre a derrumbar casas, esuela, oficina municipal y la iglesia, hasta convertir este pueblo en un cadáver. Foto: Luis Castrejón, Vanguardia.

Los agentes habían amagado con derribar su casa, con todo y su esposo de silla de ruedas en la puerta.

Hace cuatro meses que el esposo de María de los Ángeles perdió el brazo derecho y la pierna derecha en un accidente de mina.

Fue en la Frisco-Tayahua de Carlos Slim.

Ese día Ángeles y su marido se preparaban para salir a una cita médica a Saltillo.

“A mi muchacho lo cachetearon, rodearon mi casa los policías, la acordonaron, pusieron la bulldozer en frente, como haciendo señas de que la iban a tumbar, y mi esposo allá afuera en la silla de ruedas, ‘usté cree? Les dije ‘pos metan la máquina conmigo, a ver si me tumban’”.

Aunque Salaverna es un pueblo en ruinas, parece que el silencio no es su virtud.

De día y de noche, de noche y de día, se oye por todas partes el ruido, como de planta industrial, que hacen los pozos robbin.

En los días que estaré aquí no escucharé cantos de gallos, perros ladrando, balidos de cabras, burros rebuznando, sólo el bufido opaco, monótono, terco de los robbin, que, a simple vista parecen cubetas gigantescas de lámina sobre las montañas.

Robbin, así se llaman estos pozos, dice Roberto, porque son construidos con una máquina que se llama así, robbin.

Y los pozos robbin no son otra cosa que respiraderos que sirven para ventilar la mina de los gases tóxicos que expele en el fondo de la tierra.

Cuando se lo pregunto, Roberto, que no es ingeniero en minas, me lo explica así: los respiraderos jalan a la mina el aire límpido que sopla de las montañas, y sacan el aire viciado, contaminado, que exhala la garganta del subsuelo.

La gente de Salaverna no sabía que era un robbin, lo supo hasta hace ocho o nueve años que la minera construyó el primero y después otro y otro y otro y otro…

En total 14.

Entonces empezó para el pueblo de Salaverna la batalla en contra uno de los hombres más poderosos del mundo: Carlos Slim.

“Metimos denuncias, estábamos en contra de los robbin porque generan contaminación y aflojan el terreno. En ese tiempo el kínder estaba en frente de uno de los pozos y nosotros protestamos ante la Secretaría de Salud de Concha, (Concepción del Oro, Zacatecas), pero fue en vano nuestras protesta, nunca las autoridades nos hicieron caso”, dice Roberto.

Un día de 2010, los de la minera de Carlos Slim llegaron al pueblo enseñando un papel que advertía sobre una supuesta falla geológica y el riesgo de que a Salaverna se lo tragara la tierra de una tarascada junto con sus casas y sus más de 80 familias.

La gente de Salaverna tendría que cambiar de pueblo, dijeron los de la minera.

Para eso la minera, – me imagino a una hermanita de la caridad -, había dispuesto ya un terreno con casitas, saliendo de Concha del Oro rumbo a Saltillo, en un lugar llamado “El Arenal”.

Hacía tiempo que en el pueblo había caído la noticia de que la minera Frisco – Tayahua, – quien se ha proclamado dueña y señora de Salaverna, los campesinos dicen que no, que los dueños son ellos -, proyectaba construir aquí un tajo a cielo abierto para la explotación de cobre catódico de alta ley, además de oro, plata, plomo y zinc.

Y no era para menos.

Rosario Antonio Zamarripa Hernández, uno de esos viejos sabios de pueblo, dice que aquí, donde estamos parados, es mineral, “una veta muy rica, eh”, sobre una mancha que se extiende desde Salaverna y hasta Durango.

No por nada la minera se ha empecinado en desterrar con ahínco y decisión a la gente de Salaverna.

“Ellos dicen que tiene las escrituras, nosotros tenemos la posesión, el derecho de ser dueños del lugar donde hemos radicado por muchas generaciones”, dice Roberto.

Por eso cuando los de la minera llegaron queriendo correr a la gente con el cuento del apocalipsis en Salavena, y las casas de “El Arenal”, la tierra prometida, los de Salaverna no se fueron.

Sus sembradíos, sus animales, sus casas con solar, el buen clima de Salaverna, eran más fuertes que su miedo.

No por mucho tiempo.

El 4 de diciembre de 2010 sucedió en el pueblo un trueno tan fuerte, tan fuerte, dice Roberto, que se sintió hasta Melchor Ocampo, Zacatecas, municipio situado a unos 60 kilómetros de Salaverna.

Era mediodía.

El trueno aquel había brotado del inframundo, una explosión de dinamita en los entresijos de la mina, que cimbró todo Salaverna, hundió sus suelos, desgajó sus cerros, cuarteó sus casas.

“Ellos han seguido con eso de ir aflojando tierra, ir aflojando tierra. Empezaron a usar maquinaria muy sofisticada, de barrenación larga. Yo creo que los pozos son de cuatro pulgadas de diámetro y de hasta 15 metros de largo y tienen una capacidad hasta de 200 kilos de dinamita. Entonces con esa dinamita es con lo que están aflojando el terreno.

“Aquí no hay tal falla geológica, no hay fenómenos naturales, todo ha sido provocado y esa forma de dinamitar es lo que ha ocasionado los hundimientos”, dice Roberto.

Sus tierras, sus animales, sus casas, el clima.

La gente de Salaverna se quedó. Beto, no.

“Ninguna puta casa, ningún puto pleito, vale la vida mis hijos”.

Dice Beto una mañana, el sol ardiendo en el corral de la nueva casa que levantó con sus manos para su mujer y sus cuatro hijos, en el ejido Santa Olalla, a uno siete kilómetros de Salaverna.

“Me tuve que traer a mi familia porque mi casa ya se está cayendo. Estamos cansados de que cualquier cabrón venga a quitarnos de nuestras tierras, Carlos Slim puede tener todo el dinero del mundo, pero hay cosas que no se venden y es la dignidad”, dice Beto.

La mayoría la gente de Salaverna había migrado de pueblos del norte de Zacatecas, como Providencia, también arruinados, devastados, por las mineras.

Dos años después, en 2012, a Salaverna llegó la noticia de que la minera de Carlos Slim estaba construyendo unas casitas sobre un yermo despellejado cerca de Mazapil.

La nada.

En abril de ese mismo año la nada se transfiguró en una especie de villaprogreso con casas tipo Infonavit, calles asfaltadas, iglesia, escuelas y clínica del Seguro Social.

Entonces la nada se llamó Nuevo Salaverna.

Esta vez los de la minera no tuvieron que gastar mucha saliva para convencer a los pobladores de Salaverna de que se mudaran al complejo.
40 familias se mudaron.

Don Manuel Montoya Cárdenas está al timón de su pick up pasada de moda, afuera de su casa de interés social con puerta, ventanita y tejado, en Nuevo Salaverna.


“Pos bien fregaos. Nos vinimos pa acá y estamos bien fregaos, Yo enfermo y todo. En Salaverna viejo andaba con mis chivas en el monte, jalaba en la mina. Noooo aquí estamos de la fregada, ora todo chueco, ¿cómo ve? Nomás me vine pacá y a la fregada, ya no caminé”, dice.

Y dice que ya no le queda ni una cabra, porque todas las vendió, las yeguas se las robaron y la minera le echó mentiras.

“Nos prometieron que nos iban a dar sabe cuánto y ¿cuánto cree que nos dieron?, 15 mil pesos. Una baba ¿Qué no habrá gobierno pa castigarlos a ellos?”, pregunta.

Varias casas más allá Matilde Muñoz Tovar me contará que ella y su esposo fueron los primeros en salirse de Salaverna y en llegar a esta colonia con vista al desierto.

Dos años después la minera despidió a su marido y amenazó con echarlos de la vivienda que les había dado en el nuevo fraccionamiento.

“Y siempre vivemos así pues… pensado nos la van a quitar o algo y no tenemos a dónde meternos”, dice Matilde.

Después las cosas con la minera ya fueron por las malas.

Que o se iban al nuevo fraccionamiento o los corría del trabajo, les dijo a los que trabajaban para ella.

Muchos se fueron.

Beto no.

“Cuando nos rehusamos a irnos al Nuevo Salaverna ellos nos liquidaron, nos corrieron del trabajo. Duraron un mes para pagarnos nuestra liquidación, nuestra semana de trabajo”, dice
Beto.

Apenas dejaron el pueblo, la empresa, previendo a los arrepentidos, borró sus casas del mapa de Salaverna, las tiró, para que nadie pudiera regresar ya.

El resto, otras 40 familias, resistió, resisten.

Oscureciendo el 6 de diciembre de 2012, otra vez diciembre, en Salaverna se escuchó un trueno, surgido del averno, que estremeció al pueblo.

Roberto dice que fue un trueno, sus vecinos que tres.

“Yo tuve que salir a Concha del Oro antes de que amaneciera. De rato me hablaron que había habido un hundimiento”.

Unas casas que estaban cerca del derrumbe se partieron.

La gente andaba asustada.

“Nosotros lo tomamos como un atentado terrorista en contra de la comunidad. La misma frustración que sentían porque no queríamos irnos los llevó a cometer esos actos el 4 de diciembre de 2010, el 6 de diciembre de 2012 y ahora en diciembre pasado. Dicen que no, pero sí, eso fue provocado”, dice Roberto.

El terrorismo desplazó a otras 20 familias de Salaverna al Salaverna nuevo.

“Quedamos 20. De esas 20 pos sí han sacado dos, tres y se las han llevado“.
Roberto dice que ya se aburrió de esperar la respuesta a las denuncias hechas ante la PGR y Derechos Humanos en contra de la minera Frisco – Tayahua de Carlos Slim, por la construcción de los pozos robbin y el uso de explosivos.

“No hay respuesta porque todos están comprados”, dice.

En cambio la minera no se aburre de hostigarlos para que se vayan.

Ya les corta el agua.

Ya les corta la luz.

Ya les tumba sus huertas para construir sus robbin.

“Nos ha hecho, señor, tantas cosas y es el coraje que tiene de que nos hemos aguantado y que hemos estado al pie de la lucha. No nos van sacar así nomás como así”, dice Micaela Zamarripa Hernández.

Pero esto no es lo peor, no, dice Roberto y lanza una profecía feroz:

Lo peor vendrá el día en que la minera consiga hacerse con las tierras de Salaverna y las convierta en un tajo a cielo abierto.

Entonces se acabará el agua y desaparecerán pueblos enteros, desde Mazapil hasta Saltillo y Monterrey.

“Aquí es un centro de recarga para los mantos acuíferos que proveen al este de Coahuila, parte de Nuevo León y el norte de Zacatecas. Si devastan aquí van a afectar la recarga”, dice Roberto con la seguridad de un geólogo.
Roberto, sentado sobre las piedras que un día fueron iglesia.

Al fondo Salaverna, como una llaga abierta, punzante, sangrante.





Fuente: Sin Embargo/Vanguardia
Autor: Jesús Peña
http://www.sinembargo.mx/08-01-2017/3134023

Buscaglia: Si la sociedad civil se une en esta crisis, los mexicanos honestos pueden tomar el poder

México está en un infierno, a punto de tocar fondo y en manos de una clase política 100 por ciento mafiosa que incluye a todos los partidos, sin excepción, dice en entrevista con SinEmbargo el investigador Edgardo Buscaglia. Pero existe la esperanza de que la crisis que vive el país una a la sociedad civil y empuje una reforma al sistema político electoral que lleve a los honestos y patriotas al poder.

Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).- México está lejos de una gobernabilidad democrática, pero muy cerca de tocar fondo, dijo Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center. El investigador explicó que el país está desgastado por un sistema político electoral mafioso y una clase política cien por ciento corrompida.

El investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia en Nueva York, consideró en entrevista con SinEmbargo, que es el momento de que las organizaciones civiles mexicanas se articulen y luchen por dos reformas principales: la electoral y un verdadero sistema anticorrupción en donde las organizaciones civiles tengan las mismas facultades que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para revisar a los gobiernos federal, estatal y municipal.

Sin esos dos pilares que hoy son ciencia ficción, advirtió, México no saldrá del infierno.

Durante los últimos días, el incremento del precio de los energéticos, generó decenas de protestas y un repudio generalizado en todos los estados de la república. Ciudadanos inconformes se han manifestado con el cierre y toma de carreteras y estaciones de servicio; mientras algunas personas se ha aprovechado de la movilización por el “mega gasolinazo” y han saqueado tiendas departamentales y de autoservicio.


Para Buscaglia, México está a punto de tocar fondo, pues sufre de la “incompetencia y corrupción de sus políticos en todos los sentidos”, por ello, requiere con urgencia un gran movimiento social que haga resurgir a una nueva clase política.

Recordó que en Argentina y en Colombia surgieron reformas electorales que permitieron que ciudadanos honestos llegaran al poder. En México, añadió, los políticos honestos son una excepción. Hoy es el momento de que los líderes sociales se unan y planteen un movimiento nacional.

“Si se unen todos esos egos, donde cada uno de ellos quiere ser cacique, para comenzar a reformar lo que hoy en México es una mafiocracia y no una democracia como debería de ser. Yo tengo esperanza cuando veo una crisis como esta, de que a partir de esta crisis empiecen a surgir estos movimientos espontáneos de la sociedad civil que comienzan a unirse, ante la desesperación”, dijo.


No hay ningún partido que se salve. Lo mismo ocurre con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que con el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) o el de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Todos están en el mismo saco, porque dependen de un “sistema electoral mafioso”.


“Aquí por la situación internacional de incertidumbre, debido a la llegada de Donald Trump [Presidente electo de Estados Unidos], ambos factores hacen que México esté sufriendo una crisis económica cada vez peor, cada vez más grave, que se agrava aún más debido a la corrupción del Gobierno federal y estatales mexicanos”, alertó el investigador.

La crisis económica se suma, explicó, a la de crímenes de lesa humanidad y seguridad que vive el país desde hace una década, sin que ninguno de los partidos hayan aportado una solución para salir del “infierno”, pues están ocupados en competir entre sí bajo reglas electorales “mafiosas”.

“Estas grandes crisis de los países que han salido del infierno como Italia, como Colombia, como Indonesia, han servido para que la sociedad se una, y miles y miles de asociaciones civiles se unan en redes, rodeen a los congresos, a las casas de gobierno y propongan reformas electorales que permitan que gente honesta como Pedro Kumamoto [Diputado independiente en Jalisco] llegue al poder. Sin embargo bajo la ley electoral mafiosa que rige México, hoy todos los partidos están sometiéndose a esas reglas para llegar al poder, incluyendo al PAN, a López Obrador, al PRI, al PRD, a todos los partidos. Bajo esas reglas electorales actuales solamente mafiosos llegan al poder o títeres de mafiosos”, dijo.

Este viernes sumaron nueve días de protestas que se han replicado en casi todo el país en contra del gasolinazo. Foto: Cuartoscuro

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–¿ Qué tiene que hacer la sociedad civil en México para enfrentar la crisis que vive el país?

–Lo primero que tiene que hacer una sociedad civil, que fue lo que ha hecho Colombia, Italia y demás países que han salido del infierno, es desde las calles. No bloquear rutas, quemar gasolineras y generar violencia, sino que gente que ha salido del infierno han hecho movimientos de redes de asociaciones civiles con millones de personas que rodearon a las casas de gobierno y a los congresos con una sola propuesta de reforma al marco electoral, para que las reglas del juego para llegar al poder permitan que la gente limpia y honesta de México sí llegue al poder, no como hoy donde solo mafiosos y títeres de mafiosos llegan a poder, sin excepción. Cuando yo te hablo de mafiosos y títeres de mafiosos me estoy refiriendo al 100 por ciento de la clase política mexicana, sin excepción; o son mafiosos o son títeres de mafiosos.

Esa es la primera reforma madre que va a permitir comenzar a transitar al principio del fin de esta pesadilla. Las demás reformas, la judicial, energética, todas deben emanar de un nuevo sistema electoral que permita que gente honesta llegue al poder, porque hay excepciones de gente honesta en todos los partidos, en el Gobierno también, son excepciones que son asediados, amenazados que no pueden hacer nada.

Edgardo Buscaglia destacó que siempre que un país enfrenta una crisis como la que hoy vive México, hay una esperanza, de que ésta sea la madre del resurgimiento mexicano. Sin embargo, alerta, no es fácil pues se requiere de una sociedad unida a través de un movimiento nacional de miles de organizaciones.


“Sin eso, México seguirá transitando a este abismo en el cual está siempre a apunto de caer y esperemos que no caiga”, precisó el investigador.

La Reforma Electoral debe ser la madre del resto de las reformas. Ninguno de los partidos políticos ha propuesto una reforma que permita establecer las reglas del juego para una verdadera democracia, apuntó.

“Las reformas para salir de la pesadilla mexicana están claramente establecidas: son 45 instituciones que México no tiene. Desde unidades de investigación patrimonial autónomas en cada uno de los estados trabajando en red, hasta unidades de asociaciones de sociedad civil auditando a todos los niveles del Estado: presupuestos del Ejecutivo, del poder judicial, auditorías de la sociedad civil a todas las instituciones que en otros países, que tienen menos corrupción, han implementado, y que México aún no logra ni siquiera proponer, porque está regido por un sistema cien por ciento mafioso. El que diga que no es así, o es un títere de mafiosos o un mafioso en sí”, afirmó.


–¿Qué debe contener la Reforma Electoral?

– No hay manera de negociar 3de3 o reformas anticorrupción con corruptos. Nunca negocias reformas legislativas antimafia con mafiosos. Nunca negocias reformas anticorrupción con corruptos. Y es lo que ha intentado hacer la sociedad civil mexicana. Hay que salir de esto como salieron otros países. Se forma un movimiento nacional de miles de asociaciones civiles en red, que proponen una reforma electoral clave que permita que el proceso electoral realmente responda al voto electoral, desde las primarias, desde la confección de las listas de candidaturas hasta la elección general.

Son tres tipos de controles patrimoniales a los partidos y a los candidatos en el proceso electoral que no hoy no existen en México. Hay que aprovechar esta crisis para que sea la madre de estas reformas que en México no se están proponiendo. Es ciencia ficción todavía lo que estoy diciendo.

En los países como Italia había grandes figuras de sociedad civil donde toda esa gente como [Alejandro] Solalinde, gente con un espíritu como la gente que ha venido proponiendo el marco 3de3 en el Congreso, empezó a tejer alianzas con el fin de empujar una sola reforma. Pero el modus operandi para empujarla en los países donde lo lograron, que también pasaron por periodos de ensayo y error como México o como Colombia, no es sentarse con el Presidente o con los corruptos a negociar la reforma a oscuritas, como sucedió con la Reforma Anticorrupción. Sino que, sin violencia en las calles, exigiendo con la prensa nacional e internacional una reforma electoral que contenga listas de candidaturas abiertas, sujeta a elecciones primarias, cosa que no existe.

El investigador planteó que en México existen siete u ocho liderazgos como Javier Sicilia Zardain, escritor y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), y el sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra. Ellos, consideró, deben juntarse para exigir la implementación de una reforma de este tipo.

Además, consideró, que para llevar a cabo esta exigencia la ciudadanía debe hacerlo a través de boicots económicos, de una parálisis del sistema político, y no con la violencia: “Hasta que no se comienzan a implementar esas medidas a través del Congreso y del Ejecutivo, la sociedad civil no se mueve y sigue en pie”, especificó.

Edgardo Buscaglia destacó que siempre que un país enfrenta una crisis como la que hoy vive México, hay una esperanza, de un resurgimiento. Foto: Cuartoscuro
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–¿Hay una crisis de gobernabilidad en México, con todo lo que estamos viendo, los saqueos en las tiendas?

–Eso es una señal de que el país está tocando de a poco fondo, todavía no tocó fondo, pero lamentablemente es un indicador. Sucedió en Argentina en el 2000, recordarás que los argentinos tuvieron una gran crisis en donde quemaban almacenes y demás, y eso generó toda una reforma política conducente.

Esas crisis hay que tomarlas con mucha preocupación porque existe violencia, pero también como un catalizador de posibles movimientos sociales unificados con millones de personas que empujan por una sola reforma madre para partir de ahí y comenzar a limpiar el mercado político. Con la clase política, con el mercado político que hoy tienen, no puedes tener otro tipo de leyes que no sean mafiosas, por más que gente honesta y con buena voluntad quiera pensar diferente.

El investigador afirmó que México nunca ha tenido gobernabilidad democrática, pues desde la Revolución Mexicana hasta la década de los 90 sólo hubo una “gobernabilidad autoritaria” y una “democracia maquillada”.

“Hay que construirla comenzando con dos pilares fundamentales: un sistema político electoral que haga que llegue gente honesta, sin compromisos mafiosos ni corruptos al poder, con tres tipo de controles patrimoniales y con un marco de regulación de la sociedad civil para que miles y miles de organizaciones civiles comiencen a auditar. Cuando digo auditar es un térmico técnico en todos los ámbitos del Estado, desde lo municipal, hasta lo federal”, señaló.





Fuente: Sin Embargo
Autora: Shaila Rosagel
http://www.sinembargo.mx/07-01-2017/3133472

Reportan disparos y disturbios durante manifestación contra el gasolinazo en Nogales



Tras una manifestación en contra del gasolinazo en Nogales, Sonora, y al ocurrir un enfrentamiento, personas que participaron este domingo en la protesta acusaron que la policía estatal disparó para disuadirlos.


La vocera de la Policía estatal de Sonora dijo a Animal Político que los policías dispararon balas de goma, después de que un grupo de jóvenes les lanzó piedras y dos elementos resultaron lesionados. Uno de ellos fue trasladado a un hospital de Estados Unidos, por la lesión, detallaron las autoridades.

Algunas personas en la zona acusaron que no eran balas de goma, “sino balas de verdad” las que lanzaron los agentes.

No se ha informado si manifestantes quedaron lesionados.

El usuario David Samoaya publicó en Facebook un video donde se observan los momentos de enfrentamiento y se escuchan detonaciones. “Esos son disparos, son disparos de arma de fuego”, se le escuchó decir. El video sí permite observar a policías disparando en algunos momentos, y que en el enfrentamiento eran lanzadas piedras.
El diario El Imparcial también publicó un video donde se escuchan detonaciones. En su reporte la persona que grabó el video habla de que fueron disparadas balas de goma, y que los manifestantes lanzaron piedras. Pero después señala que eran disparadas armas de fuego.


“Se les salió de control”, se escuchó decir a un elemento de la policía municipal, sobre la actuación de los elementos estatales.

“Tenemos videos, fueron los estatales, tiraron con balas de verdad, no de goma”, acusó una persona tras los disturbios.

En la zona, sobre el piso, se podían observar varios casquillos.


Un par de horas antes de que se dieran estos hechos, la Secretaría de Seguridad de Sonora informó sobre un operativo para abrir el paso al tren en Nogales, ya que permanecía bloqueado por manifestantes.

“Atendiendo la solicitud de sectores productivos como planta FORD, industria minera, entre otras y ante las denuncias interpuestas en la Procuraduría General de la República, por obstruir vías de comunicación, se implementó un operativo conjunto entre los tres niveles de gobierno en esta ciudad fronteriza y así abrir el paso al tren”, indicó el comunicado.

“La denuncia interpuesta ante PGR por parte de Ferrocarril Mexicano S.A. de C.V. gira en torno a la obstrucción de vías de comunicación, puerto transfronterizo ferroviario, obstruyendo el cruce de intercambio comercial entre México y Estados Unidos de América, delito previsto en el artículo 167 del Código Penal Federal”, agregó el gobierno estatal.

En el operativo, detalló, participaron Policía Federal Ministerial, Policía Estatal Investigadora, Policía Estatal de Seguridad Pública, Policía Federal y Municipal.

“El impacto del bloqueo a las vías del tren en el cruce fronterizo repercutiría a más de 90 proveedores en México; en Sonora se verían afectados más de 3 mil 500 empleos y con ello alrededor de 27 mil 500 familias que dependen de estas industrias”, apuntaron autoridades estatales de Seguridad.

“El operativo se llevó a cabo con tranquilidad, respetando los derechos humanos de los presentes y sin aplicar la fuerza sin embargo se realizó la detención de dos personas en flagrancia, Jorge H. de 52 años y Francisco C. también de 52 años de edad por no permitir el paso del tren, mismas que fueron turnados ante la autoridad correspondiente”, agregaron.





Fuente: Animal Político
Autor: Redacción
http://www.animalpolitico.com/2017/01/nogales-sonora-disparos/

Policías golpearon a civiles luego de manifestación en Rosarito, BC

A pesar de que la información maneja que tanto algunos civiles como la policía, tuvieron un encuentro violento durante la mañana de este sábado, los segundos persiguieron y golpearon a algunas personas que ya se encontraban dispersas.

En la tarde, cuando la situación estaba más “tranquila”, elementos policíacos, comenzaron a perseguir y golpear a personas que ya se habían dispersado en los alrededores de la avenida principal.

Un vídeo que llegó a la redacción (El Tijuanense), muestra cómo los uniformados persiguen a un individuo y lo someten en el piso. Posteriormente, en otro lugar, se ve a un hombre siendo golpeado y agredido verbalmente por un policía, para al momento de darse cuenta de que está siendo grabado, más uniformados cubren la escena.

En redes sociales, diversas personas así como lectores, han denunciado que incluso en la mañana, los policías comenzaron a agredir e incluso hubo disparos. Al momento, los encargados de las corporaciones no han dado declaración. El Comisario de la Policía Federal, Pedro Hernández, tampoco comentó sobre las personas que fueron detenidas ni las agresiones que sufrieron compañeros periodistas de otros medios.

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos, aunque se hizo presente en la mañana, no ha emitido algún comunicado sobre su actuar o si defenderá a las personas que fueron agredidas este día.





Fuente: El Tijuanense
Autor: Redacción
http://eltijuanense.com/video-policias-golpearon-a-civiles-luego-de-manifestacion/