La llegada de Carlos Joaquín González a la gubernatura de Quintana Roo ha roto las viejas relaciones entre el crimen y las autoridades, con ello se ha generado una ola de violencia, aseguraron especialistas. El caribe mexicano se encuentra asediado por los cárteles del narcotráfico. Nuevos actores están por tomar nuevas plazas, advierten. El Cártel de Sinaloa es uno de los que intenta no perder terreno. De acuerdo con medios locales, la entidad cerró el primer mes del año con más del triple de ejecuciones cometidas en enero de 2016. Mientras el peso pierde su valor frente al dólar, son pocos sectores productivos del país los que se aprecian, entre ellos el turismo. Sin embargo, es ahora la inseguridad del país la que amenaza esta industria. ¿Qué hace el Gobierno para frenar el impacto de la violencia?
El pasado fin de semana se registró una jornada violenta en Quintana Roo y especialistas advierten que esta situación podría impactar en el turismo de la zona. Durante los primeros seis meses de 2016, el número de turistas que visitó la entidad ubicada en el caribe mexicano rondó en 5 millones 646 mil 569 personas.
“Se va construyendo esta percepción de inseguridad. De un lugar riesgoso, y eso podría tener sin duda un efecto entre personas que consideran esa zona como opción. Y que finalmente decidan ir a otra zona del país, o a otro país más seguro”, dijo Édgar Cortez Morales, experto en temas de seguridad e investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
La Secretaría de Turismo de Quintana Roo estimó que en el primer semestre de 2016, el turismo dejó una derrama económica de 4 mil 398 millones de dólares. Si bien esto es 3.1 por ciento menos de lo que registró en el mismo periodo de 2015, la violencia podría aumentar el declive.
El violento pasado fin de semana dejó un saldo de tres ejecuciones. En Cancún, sujetos armados a bordo de una motocicleta asesinaron a una persona en la Plaza Solare. Otra balacera en un mercado conocido como “28” dejó a un presunto distribuidor de drogas muerto. Y una persona apareció descuartizada frente al Tribunal Superior de Justicia del estado.
El medio local Noticaribe registró, desde el 28 de enero pasado, que en la entidad se había triplicado el número de ejecuciones durante el primer mes de este año, con relación a enero de 2016.
¿De dónde viene la ola de violencia? Guillermo Garduño Valero, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que la entidad está pasando por un momento de reconfiguración de los cárteles que dominan la zona.
“No sólo hablando del Cártel Jalisco Nueva Generación, sino de otros cárteles que de alguna manera están comenzando a entrar tanto en el noroeste, como en el sureste del país”, detalló.
El propio Gobernador Carlos Joaquín González, quien tomó posesión el 25 de septiembre, ha señalado a las anteriores autoridades de la Fiscalía Estatal de operar “a modo” para el crimen organizado.
Los especialistas coincidieron en que la entrada del nuevo Gobierno también conllevó a un reacomodo de los vínculos entre autoridades y el crimen organizado. Sin embargo, Joaquín González no fue capaz de controlar el desate de la violencia.
“Estas situaciones hablan de la falta de conocimiento y de acercamiento de información de los gobernadores. Está documentado que cuando hay estos cambios de Gobierno casi siempre hay un repunte de la violencia, y te das cuenta que no pareciera que ese factor esté dentro de la planeación de los procesos de transición de cambio de Gobierno”, dijo Cortez Morales.
El nuevo Gobernador ha rechazado el mantenimiento de cualquier relación con la delincuencia.
El pasado 17 de enero, la sede de la Fiscalía de Quintana Roo fue atacada a balazos por al menos diez hombres, lo que dejó un saldo de cuatro muertos, entre ellos un agente ministerial, y cinco detenidos.
Algunos medios locales relacionaron el hecho con la supuesta detención de Leticia Rodríguez Lara, alias “Doña Lety” o “La 40”, integrante del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, el secretario de Gobernación Estatal Francisco López Mena calificó esta versión de ser un “rumor”.
“Efectivamente hay una remoción de la gente de ‘El Chapo’ en este momento, del cártel de Sinaloa, de sitios en donde se habían asentado”, añadió Garduño Valero.
Las zonas turísticas de la entidad no se han visto ajenas a incidentes perpetrados con armas de fuego. El 16 de enero, un hombre armado mató a cinco personas, entre ellos a tres extranjeros, e hirió a 10 dentro de la discoteca Blue Parrot, en Playa del Carmen. El sitio daba una fiesta por su décimo aniversario.
Un día después, el mismo de la supuesta detención de Leticia Rodríguez y el ataque a la Fiscalía, en una narco manta colocada en un muro de las avenidas 85 y 90 en esa ciudad, presuntamente Los Zetas se adjudicaron el ataque perpetrado en el bar.
“Quintana Roo es uno de los centros más importantes de distribución de drogas, por la llegada de gente de todo el mundo”, explicó Guillermo Garduño, quien agregó que la droga en la entidad es transportada por el océano atlántico desde Sur y Centroamérica.
¿QUIÉN GARANTIZA SEGURIDAD?
El 18 de enero, un día después del ataque a la sede de la Fiscalía, la Gendarmería arribó a Quintana Roo. Analistas expusieron que esta división de la Policía federal no se da abasto para este tipo de situaciones.
“Obviamente no es suficiente para cubrir todas las necesidades. Y se ha visto afectada por los recortes que se han hecho en el Presupuesto de Egresos de la Federación. En temas de política general, no sólo en la Gendarmería, sino cuando hacen las coberturas, tienen dificultades con el tema de viáticos y de hoteles”, dijo Miroslava Ortíz, directora de programas de Causa en Común.
La Gendarmería Nacional, un cuerpo de elementos con formación militar, fue una promesa de campaña del Presidente Enrique Peña Nieto.
Pese a que estaba pensado como un cuerpo de élite, terminó por ser integrado a la Policía Federal. Y de 10 mil elementos previstos, inició su función con 5 mil.
Edgar Cortez criticó que el Gobierno federal se limite a reaccionar con el envío de la Gendarmería a las zonas de conflicto, en vez de implementar un plan de seguridad a largo plazo que incluya: condiciones efectivas de combate a la delincuencia, desarticulación de estrategias y profesionalización de policías.
“La Gendarmería es una pequeña porción de la Policía Federal. No hay una estrategia más amplia que trate de orquestar los recursos federales, pero terminan volviendo a usar a la Gendarmería para apagar fuegos, medio apaciguan la situación y parten para apagar el siguiente incendio”, criticó.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/08-02-2017/3147118