En los gobiernos de la alternancia, los militares han tenido como principal tarea el combate al narcotráfico, con el argumento más a la mano de que se trata de un asunto de seguridad nacional.
Ni el PAN ni el PRI han dado otra respuesta distinta a la militar, como si la seguridad nacional tuviera sólo el componente castrense. Esa visión reducida explica en parte el fracaso de esa “estrategia”.