Javier Duarte llegó a la audiencia en medio de un fuerte operativo, esposado, con chaleco antibalas y entre el tumulto de reporteros. A diferencia de cuando fue detenido, que reía, ahora se le ve preocupado y sudoroso. Sin embargo, se negó a ser enviado a México. El Tribunal Quinto de Sentencia Penal por Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala sostuvo que, de acuerdo con la carpeta de investigación, el ex Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y su prestanombres Rafael Gerardo Rosas, testificaron en contra del ex mandatario priista sobre el desvío de los recursos de los veracruzanos.
Javier Duarte de Ochoa seguirá en Guatemala. Esta tarde se negó ante las autoridades de Guatemala a ser extraditado a México para enfrentar las acusaciones en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, el ex mandatario de Veracruz dijo:
“En este momento no puedo allanarme hasta que llegue la solicitud formal de extradición y sea evaluada por mi defensa. Esto no quiere decir que no lo vaya a hacer, sino que me reservó ese derecho hasta ese momento”.
Con esta decisión, el proceso para que Javier Duarte enfrente a la justicia mexicana podría tardar varios meses si usa los recursos legales de esa nación para retrasar su envío. Expertos han llamado la atención de que el ex mandatario pudo haber sido expulsado a México de manera exprés ante su situación irregular en ese país, como pasó con Joaquín “El Chapo” Guzmán en el año 1993.