Con la puesta en marcha de un área de refugio para la protección de la vaquita marina en el Golfo de California en 2007, se habló de que existían 150 ejemplares. Una década después, y tras más de 1,200 millones de pesos invertidos, hay sólo 30 y una alerta encendida ante su próxima extinción.
En esos diez años los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto han implementado sin éxito diversos programas, estrategias e incluso ampliado el área de protección marítima para el único mamífero marino endémico de México.