Según informa el organismo de defensa y protección de periodistas, Genaro Lozano salió al medio día de su casa el sábado y regresó a las 17 horas. Al llegar vio que la puerta de las escaleras de su edificio estaba abierta y la chapa de su departamento rota y acomodada en uno de sus libreros.
Los agresores no se llevaron nada, sólo un reloj, a pesar de que tenía dos computadoras, una cámara y otros relojes. En el departamento revolvieron su ropa, sacaron sus pertenencias y sacaron identificaciones de su pareja que cambiaron de un portafolio a otro.