El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ha insistido por años en que en esta capital no hay presencia de “cárteles” o, como dijo después de la detención del presunto capo sinaloense Dámaso López Núñez en la colonia Nueva Anzures de esta ciudad, que la capital del país no es “centro de operaciones” del crimen organizado.
Diferentes análisis indican, sin embargo, que delitos como la desaparición y trata de personas, el narcomenudeo, el cobro de piso y otros hechos como el “levantón” de 13 jóvenes del bar Heaven en 2013, el asesinato de cinco personas en la colonia Narvarte en 2015 o el tendido de una víctima de homicidio sobre un puente en Iztapalapa, el mismo año, son “claras” manifestaciones de crimen organizado.