Uno de los casos emblemáticos más recientes es el de la siembra de soya genéticamente modificada en Campeche. Allí, desde 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó suspender la actividad, en tanto la comunidad maya sea consultada.
En 2012 las autoridades federales otorgaron un permiso a la empresa Monsanto para la liberación y siembra comercial de soya transgénica sin haber tratado el tema previamente con los pueblos indígenas cuyas comunidades se verían afectadas.