Presuntos miembros del grupo criminal Los Ardillos colocaron amenazas en los lugares. Si la gente no se iba, les advirtieron, sus casas arderían y terminarían como las decenas de desaparecidos en Chilapa.
El desconocimiento del paradero de decenas de personas en este municipio atrajo la atención de la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyos representantes acudieron en noviembre pasado a documentar los casos.