La nación, como sociedad y pueblo, con su gobierno y su Estado, están atrapados en otro de sus peores momentos de larga duración, porque nuevamente su vida política, económica y social lleva, en los últimos 60 años (1964-2016), conducida por élites en los cargos públicos sin la menor perspectiva histórica. Han sido, sobre todo, rateros inmersos en la cada vez mayor corrupción, hasta endeudar a los mexicanos con instancias extranjeras, que Luis Videgaray Caso ha rematado billonariamente en dólares, lo que lo hace candidato a la cárcel de por vida tras el trámite acusatorio ante los tribunales.
Con él, Emilio Lozoya Austin, impulsor de la privatización de Pemex simultánea a su quiebra, empresa que dirigió de 2012 al 2016, permitiendo traficar a una serie de negociantes que encabezó la constructora brasileña Odebretch, en un listado de saqueos que enumera Mario Maldonado en su columna con el título “Emilio Lozoya: fantasmas en el clóset” (El Universal, 27 de diciembre de 2016).
Con él, Emilio Lozoya Austin, impulsor de la privatización de Pemex simultánea a su quiebra, empresa que dirigió de 2012 al 2016, permitiendo traficar a una serie de negociantes que encabezó la constructora brasileña Odebretch, en un listado de saqueos que enumera Mario Maldonado en su columna con el título “Emilio Lozoya: fantasmas en el clóset” (El Universal, 27 de diciembre de 2016).