Un hospital que nunca se concluyó en Quintana Roo, otro cuyo costo aumentó 20% en Durango y contratos por adjudicación directa sin justificación en Chiapas. Eso fue lo que la Auditoria Superior de la Federación (ASF) encontró al revisar obras en hospitales de esas entidades.
De acuerdo con la Auditoría, los casos ocurridos en esos tres hospitales provocaron posibles daños al erario por 216 millones de pesos del gasto federal 2016, aunque se trata de obras que iniciaron en 2015.