Pero nada en el paso de Duarte por Guatemala fue fortuito, desde su elección del país para ocultarse, por las conexiones que tenía, hasta cómo se manejó su salida este 17 de julio.
Después que las autoridades guatemaltecas habían organizado un espacio para que la prensa pudiera filmar y fotografiar al exgobernador, una vez entregado a las autoridades mexicanas, éstas lo introdujeron al avión que lo transportaría a México antes que la prensa ingresara a la pista para filmarlo. Esta fue la explicación que Hilda Mérida, vocera del Ministerio de Gobernación, ofreció a los periodistas.