Hicieron el trabajo y lo entregaron, pero 163 trabajadores se quedaron sin recibir su salario. Estas personas, en su mayoría habitantes de la localidad de Santa María Xadani, Oaxaca, trabajaron para la compañía Siglo XXI y ésta, a su vez, para Petróleos Mexicanos. Rumbo al final de la obra, dejaron de recibir su pago; sin embargo, no pararon de trabajar porque se les explicó que todo se debía a un proceso administrativo de Pemex… pero que su dinero llegaría. No ocurrió así y varios meses después, la gente reclamó sus pagos a Siglo XXI sin obtener una respuesta. Luego fueron también con funcionarios de Pemex y esos directivos les dijeron que ellos no tenían ninguna responsabilidad laboral y, por tanto, no podían hacer nada. Sus salarios siguen en el limbo.
La subcontratación laboral en Petróleos Mexicanos (Pemex) es una práctica que tiene la puerta abierta para realizarse a discreción y con pocas obligaciones legales. Pemex ha recurrido a empresas privadas para realizar algunos servicios, pero es en los trabajadores donde el problema se ha materializado.
Salina Cruz, pueblo de la región del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, volcó su desarrollo a las actividades petroleras que le trajo consigo la refinería de Pemex Antonio Dovalí Jaime, inaugurada en 1979; el desarrollo se planteó a partir de ella y, por esa razón, trabajar con Pemex era una garantía de estabilidad y un mejor porvenir para sus familias.
Salina Cruz, pueblo de la región del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, volcó su desarrollo a las actividades petroleras que le trajo consigo la refinería de Pemex Antonio Dovalí Jaime, inaugurada en 1979; el desarrollo se planteó a partir de ella y, por esa razón, trabajar con Pemex era una garantía de estabilidad y un mejor porvenir para sus familias.
