“Todos los días me levanto, me baño, desayuno algo y me voy a la fiscalía a preguntar qué saben de mi hija. Siempre responden lo mismo: que no hay nada, que las declaraciones que han tenido no los llevan a ninguna parte.
Regreso a la casa y mis otros hijos me preguntan si ya va a volver su hermana. Es muy frustrante no saber de alguien que salió de ti”, dice conteniendo las lágrimas.