Enrique Peña Nieto presumió que solo 3.3% de la población económicamente activa está desempleada.
Dijo que ésta es la cifra más baja de desempleo en los últimos once años y tiene razón. Pero al citar los datos del INEGI, el presidente omitió que, según el mismo instituto, esa cifra no implica una mejora en el mercado laboral de los mexicanos: los empleos son precarios, hay subempleo, se paga lo mínimo por jornadas superiores a 48 horas semanales, y la mayoría no está afiliado a servicios de salud.