Desde hace 12 años los pobladores de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, ubicadas en los altos de Jalisco, emprendieron una lucha contra la construcción de la presa El Zapotillo.
En 2013, vecinos de Temacapulín obtuvieron el amparo de la Suprema Corte, que no impedía la construcción de la presa, pero ordenaba mantener su pared de concreto en una altura máxima de 80 metros, con un límite de inundación para que estos poblados continuaran existiendo. En ese momento las obras quedaron detenidas.