Los cambios en la composición de la economía mexicana en las últimas dos décadas hacen apremiante que se incorporen nuevos sectores al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Entre ellos destaca el comercio electrónico, energía, aduanas, pequeñas y medianas empresas, telecomunicaciones y medio ambiente, coincidieron analistas financieros, quienes afirmaron que el arranque de la renegociación se da en un entorno menos adverso, pero “no hay que bajar la guardia”.