En enero de 2013, el entonces gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, anunció que el sector del campo recibiría una inversión “sin precedente” en el estado; sin embargo, la entrega de recursos presuntamente fue simulada a través de un “programa fachada” y de la falsificación de comprobantes, de acuerdo con un reportaje de Expansión.
El desvío de recursos se observó a partir de los ejercicios presupuestales de 2015 y 2016. Según los documentos, en poder de Expansión, para 2015 las irregularidades sumaron 1,522 millones de pesos, mientras que para el 2016 alcanzaron 1,850 mdp.