Lenta, reaccionó la administración del gobernador Alfredo del Mazo a las repercusiones del sismo en el Estado de México. Los damnificados denunciaron abandono de las autoridades de todos los niveles de gobierno, falta de capacidad para dictaminar los daños a sus viviendas, ninguna certeza en las soluciones y parcialidad o ausencia en la entrega de apoyos gubernamentales.
Después del movimiento telúrico del martes pasado que afectó principalmente a Morelos, la Ciudad de México, el Estado de México y Puebla, el nuevo mandatario mexiquense atendió las primeras horas, las de crisis, desde el búnker de la base de operaciones del C5 en Toluca.