Las más de 12 mil personas cuyas viviendas quedaron destruidas o dañadas por el terremoto de magnitud 7.1 han pasado la menos una noche en un albergue desde el desastre, según el Gobierno mexicano. Ayer, 25 familias alojadas en la escuela Francisco Kino fueron instadas por el Gobierno a visitar un parque cercano donde se habilitaron zonas para que puedan solicitar ayudas, pero la sugerencia fue recibida con escepticismo y resistencia. Algunos temían que si iban a la plaza perderían sus codiciados lugares en el refugio.
En el interior de la escuela elemental Francisco Kino de la Ciudad de México, que sirve de albergue para personas que perdieron su casa en el letal sismo de la semana pasada, ha surgido una ciudad en miniatura.
En el patio al aire libre del centro, médicos controlan la presión arterial y los niveles de glucosa en un centro de evaluaciones improvisado en una mesa de plástico. Cerca, a los niños les cortan el pelo mientras sus estresados padres reciben masajes.