La depuración de las corporaciones de policía en el país para que en sus filas solo haya agentes evaluados y certificados en control de confianza es una obligación legal desde el 2008, sin embargo, a nueve años de distancia, el proceso no ha culminado y de hecho está prácticamente estancado.
Hoy más de 30 mil policías continúan en las calles pese a estar reprobados, y otros 5 mil no están ni evaluados.