México ha caído en una espiral de abandono sistemático de sus juventudes, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), componen la cuarta parte de nuestra población.
Para politólogos y estudiosos de las culturas juveniles, hay tres factores indispensables que nuestra sociedad y su Estado han fallado en aportar a las nuevas generaciones: valores de identidad o educación; oportunidades dignas de desarrollo; y un sentido de legitimidad para con la autoridad que los aleje de malos pasos.