El supuesto espionaje al que el Gobierno federal somete a sus detractores abrió ayer un nuevo capitulo: los precandidatos presidenciales más fuertes en la carrera hacia el próximo 1 de julio, y que pertenecen a partidos de la oposición, acusaron ser víctimas de vigilancia del Estado mexicano.
Tanto Andrés Manuel López Obrador como Ricardo Anaya Cortés denunciaron, en las últimas dos semanas, que son espiados por el Cisen, a cargo del cuestionado abogado Alberto Bazbaz Sacal.