Marciano López empuja la sierra de un lado a otro con la pesadez que le provoca estar a rayo de sol, en este mediodía de domingo cuando hay 32 grados de temperatura. Frente a él tiene una maraña de varillas retorcidas.
Para las autoridades municipales de Vista Hermosa, Cintalapa, Chiapas, son el desecho de la renovación de un puente carretero que dejó inservible el sismo de 8.2 grados del pasado 7 de septiembre. Pero para Marciano esas varillas no son basura, son una de las pocas opciones para volver a levantar su casa.