Tropa, oficiales y jefes del Ejército Mexicano enfrentan caminatas kilométricas entre cañadas y zonas agrestes en campañas de hasta 60 días continuos para ubicar y erradicar plantíos de marihuana y amapola dispersos a lo largo de la región
A bordo de un pick-up Cheyenne artillado con una minimi calibre 7.62 milímetros, un soldado del Ejército Mexicano perteneciente al 67 Batallón de Infantería vigila el camino desde lo más alto de la unidad militar.
Abre paso por la Carretera Ensenada-San Felipe a un Hummer con soldados y periodistas, una patrulla de policías estatales y otro vehículo con agentes de la Procuraduría General de la República (PGR).