En la región de Tierra Caliente, en Guerrero, el crimen organizado impuso sus reglas a la política y advirtió a candidatos de todos los partidos que no hagan campañas vistosas, sino de bajo perfil.
Aspirantes de todos los partidos, cuando no han renunciado por las amenazas y el miedo, después de casos como el asesinato en mayo pasado del candidato a diputado local del PRI, Abel Montúfar, se han visto obligados a modificar la forma en la que buscan el voto de la población.