Google anunció el año pasado que dejaba de leer el contenido de los correos electrónicos de sus usuarios en Gmail, una estrategia que venía utilizando para analizarlos y mostrarles publicidad relacionada. Sin embargo, ahora se ha descubierto que la compañía permite que sean terceras empresas las que accedan directamente a estos emails.
El cambio respondía a tratar de dar mayor confianza a los usuarios y a atraer clientes corporativos, pues esta estrategia publicitaria levantaba reticencias de las empresas a la hora de confiar en el servicio de correo de Google.